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Slumdog Millionarie, ¿la vida real de Mumbai?

Aunque la película Slumdog Millionaire narra la historia de tres huérfanos que viven en barrios pobres de Mumbai, los habitantes de la ciudad han sentido poca curiosidad por ver la cinta que tiene 10 postulaciones al premio Oscar.

AP
25 de enero de 2009 - 02:03 p. m.

En las barriadas miserables de Nehru Nagar, donde se filmó parte de la película nominada al Oscar, se sintió muy poca de la emoción que ha sacudido a India desde que la cinta de bajo presupuesto salió de la oscuridad para obtener cuatro Globos de Oro y 10 postulaciones al premio de la Academia.

Muchos de los residentes del barrio recibieron el lanzamiento del filme el viernes con indiferencia. La mayoría nunca ha escuchado de los premios Oscar, y el teatro local no tenía planes de proyectar la versión en hindi, Slumdog Crorepati.

"Ni siquiera hablamos de eso", dijo Shabana Shaikh, de 39 años, quien vive en Nehru Nagar, un laberinto de pequeñas casas y tiendas construidas de ladrillo, metal corrugado, cemento y lona en el norte de Mumbai.

Rodada con un presupuesto modesto de 14 millones de dólares, Slumdog Millionaire relata la entre alentadora y horrífica historia de Jamal Malik, un huérfano de la calle en Mumbai cuya búsqueda de amor lo lleva a triunfar en la versión India del programa de concurso ¿Quién quiere ser millonario?

Dirigida por el realizador británico Danny Boyle con una cinematografía visceral y una edición fluida, la película sumerge al espectador en la miseria pero ofrece un final inesperadamente alentador.

Los ruidosos techos de hierro de Slumdog y las cloacas, los juegos de cricket, pollos cacareando y barberías sucias están todos en Nehru Nagar. La cinta muestra a sus niños traviesos, el constante ruido del comercio, perros durmiendo, gatos con un solo ojo y, en lo alto, interminables líneas de ropa colgada.

Sin embargo, en la vida real el día es más lento y caluroso, las calles están más deterioradas y los olores, a polvo, excrementos y muerte, son más fuertes.
Para los residentes de Nehru Nagar, todo eso no es cinemático, es su casa. Y la mayoría de ellos rara vez va al cine.

El precio por un boleto, que oscila entre 60 y 120 rupias -1,22 y 2,44 dólares- en teatros cerca de Nehru Nagar, es demasiado alto. "¿Nos regalarían unas entradas?", preguntó Regina Munshi, madre de tres cuyo esposo gana 3 dólares al día como chofer. "Con ese dinero, no se puede llevar al cine a una familia de cinco personas".

Cuando sí van, prefieren ver cintas de Bollywood sobre tipos ricos, gángsters y musicales, no la nefasta realidad de su vida diaria. Los pocos que se sienten atraídos a ver el filme dice que eso sólo se debe a que les encanta el compositor de la banda sonora, A.R. Rahman, nominado a tres Oscar, y porque son admiradores de dos astros indios en la cinta, Irrfan Khan y Anil Kapoor. O por alguna razón personal.

Rafik Shaikh, un chofer de autobús de 37 años, dijo que los cineastas rodaron una escena en su casa. No sabe mucho de los Oscar, pero está ansioso de ver la película.

Dijo que espera llegar a ver al perro de la familia, que murió unos meses después de la filmación, y que estaba orgulloso de mostrar su cuarto único de paredes verdes desconchadas, mantas cuidadosamente dobladas y líneas de ollas de acero inoxidable que su novia compró como dote.

"Estaba más que feliz de mostrar la realidad aquí", expresó Shaikh, sentado en su cama angosta acompañado por sus dos hijas. "Estaba feliz de que se viera mi casa".

DVD piratas de Slumdog, que se han vendido bien en áreas más prósperas, no han llegado al aquejado barrio de Nehru Nagar. Pero muchos están al tanto de la trama: un niño de sus propias calles que triunfa en grande.

Y este es un tema que pueden abrazar, particularmente los chicos que corren descalzos por los pequeños callejones salpicados de sol. Dos docenas de niños se aglomeraron alrededor, preparando un sucio campo para un partido de cricket al ponerse el sol detrás de un montón de basura quemada.

Cerca, Ajit Devender, de 11 años, practicaba dar grandes saltos desde un muro de ladrillos que da a una pista de aterrizaje detrás del barrio, al igual que en una escena al comienzo de Slumdog Millionaire.

El niño vio el rodaje de la película y dijo que trataría de ir al cine para ver cómo representaba Hollywood su lugar natal. "Si tengo dinero, iré", señaló. "Incluso a mí me gustaría ser millonario".

Por AP

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