El amor que se desgasta

‘La teoría de todo’ se centra en el universo humano del físico Stephen Hawking, una de sus facetas menos retratadas, aunque deja de lado buena parte de la exploración científica de una de las grandes mentes de nuestro tiempo.

REDACCIÓN CULTURA
22 de enero de 2015 - 03:50 p. m.
El amor que se desgasta

Un drama humano, con perdón de la posible redundancia. Una película acerca de una relación de pareja, cuando uno de los dos es Stephen Hawking (interpretado por Eddie Redmayne), quien sufre de la enfermedad de Lou Gehrig y es uno de los físicos detrás del diseño de una teoría que podría explicar cómo funciona (o deja de funcionar) un agujero negro, cómo nació el universo o de dónde viene el tiempo. (Ver tráiler de "The theory of everything").

En el fondo, e incluso muy en la superficie, ‘La teoría de todo’ habla acerca del desgaste diario de una de las materias más humanas y maleables, el amor, en especial cuando todo el sistema está bajo la presión de una condición degenerativa que impone restricciones y suma problemas a la tarea cotidiana de soportarse el uno al otro.

La base argumental de la cinta es uno de los libros publicados por Jane Hawking, exesposa del físico, ‘Hacia el infinito’, una suerte de memoria de su vida al lado del profesor de Cambridge. Y esto queda vívidamente reflejado en el tono y el foco de la película: más que un viaje a las ideas del cosmólogo, ‘La teoría de todo’ es una exploración biográfica de cómo llevar una vida excepcional, aunque a la vez rutinaria, con una compleja condición física, un asunto que para los años 70 se había transformado en un diagnóstico con máximo dos años de vida para Stephen Hawking, quien hoy tiene 72 años. La producción está nominada a mejor guión adaptado (Anthony McCarten) en los premios Óscar.

Aunque el punto de atención de la cinta es el físico de Cambridge, es en buena parte la esposa quien conduce la acción en la película. La interpretación de Felicity Jones como Jane Hawking le valió una nominación como mejor actriz en los Globos de Oro y en los premios Óscar, que se entregarán el 22 de febrero. (Leer Stephen Hawking 'está más amable conmigo').

El papel de Jones le entrega a la vida de Hawking una dimensión muy humana y entrañable, transforma la existencia de un genio de la física cuyo trabajo explora la consistencia del tiempo y el universo en un asunto más rutinario y desgastante, en un tema que se debe construir en el día a día de sobrellevar una relación de pareja, además de la enfermedad de Lou Gehrig. De cierta forma esto recuerda un poema de María Mercedes Carranza que dice: “Se vive poco a poco ese amor / entre tanto plato sucio, detrás del cotidiano / montón de ropa para planchar, / con gritos de niños y cuentas de mercado, / las cremas en la cara / y los bombillos que no funcionan”.

Claro, el papel de Jones está apoyado por el trabajo de Eddie Redmayne, quien se aplicó duramente a la interpretación de una persona cuyo rango emocional, eventualmente, queda confinado a ser expresado físicamente mediante la mirada. Más allá de los gestos propios de la enfermedad, el papel de Stephen Hawking logra entregar sin problemas una buena dosis de humor (una característica, al parecer, muy presente en el físico) en medio de una situación que para muchos otros podría ser devastadora: hay drama, por supuesto, pero no melodrama y esa fina línea quizá sólo puede ser definida mediante una dirección certera, pero también a través de una actuación que logre invocar el lado más humano de una figura icónica. Redmayne ganó el Globo de Oro a mejor actor por su trabajo en ‘La teoría de todo’ y está nominado al premio Óscar en esta misma categoría.

Pero, tal vez, las virtudes de la película en su exploración del universo personal de Hawking representan a su vez sus problemas: el foco sobre la relación olvida por largos momentos al físico, a su trabajo, que alteró la concepción que se tenía acerca de cómo evoluciona el universo a partir de fenómenos como los agujeros negros.

Quizá una de las contribuciones más grandes de Hawking a la ciencia es la teoría que sostiene que un agujero negro expulsa partículas, un descubrimiento que hoy se conoce como radiación Hawking. La película resuelve de un plumazo este hecho cuando en la vida real fue un trabajo no sólo atribuible al genio del físico, sino a la labor colectiva de otros investigadores en la materia.

Más allá de no concordar exactamente con los hechos reales, algo que incluso críticos como A.O. Scott (‘The New York Times’) aseguran que es una licencia de un producto narrativo, el camino fácil a la hora de acercarse a la ciencia olvida elementos humanos y valiosos que habrían ayudado a complementar el retrato de un personaje de por sí complejo.

Por ejemplo, parte del trabajo desarrollado por Hawking después de obtener su doctorado en física en Cambridge contradijo teorías y cálculos hechos años antes por él mismo. En un punto, cuentan los relatos de Kitty Ferguson en su biografía ‘Stephen Hawking, su vida y obra’ y de Dennis Overbye, el científico pasó varios meses de silenciosa labor tratando descifrar en qué se había equivocado para haber llegado a una conclusión que lo obligaba a contradecirse al punto de encerrarse en un momento en un baño para poder pensar con tranquilidad y resolver el asunto.

La cinta, dirigida por James Marsh, y nominada a mejor película en los premios Óscar, le fue mostrada a Hawking, quien aseguró (según el recuento del mismo Marsh) que es “mayoritariamente cierta”.

El trabajo creativo de Hawking es en ‘La teoría de todo’ un tema que, si bien no es superfluo, sí es tratado como material de segunda mano. Y en ese camino los realizadores quizá obviaron algunas de las partes más jugosas en la vida de un personaje lleno de matices y que quizá no ha sido explorado suficientemente por el cine. La rapidez de la cinta en este aspecto parece dejar incompleta la faceta intelectual de una de las grandes mentes de nuestro tiempo y da por sentado que por tratarse de una cinta sobre el físico se entiende que el hombre es inteligente y ya; enuncia, pero no parece mostrar.


‘La teoría de todo’ está nominada a mejor película, actor, actriz, guión adaptado y banda sonora.
 

Por REDACCIÓN CULTURA

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