El actor australiano Hugh Jackman estaba tan comprometido con su papel en la película dirigida por James Mangold "Wolverine: el inmortal" que ni siquiera consumió una gota de cerveza durante el rodaje, a pesar de los intentos de su entrenador para que se relajara.
"Es el alumno más dedicado y trabajador que he tenido, siempre está intentando superarse a sí mismo. Incluso aunque fueran las cinco o seis de la madrugada, nunca se perdía el entrenamiento. Su naturaleza competitiva es muy fuerte y es muy exigente consigo mismo, se negó a relajarse. Un día le dije 'Vamos Hugh, puedes tomarte una cerveza', pero él se negó. Le pedí una de todas formas y se burlaba de mí", comentó el entrenador personal del actor, Michael Ryan, al portal francés Eurosport.com.
El actor de 45 años -que recientemente ha sido tratado de un cáncer de piel en la cara- también renunció a todas sus golosinas favoritas y se centró en trabajar día y noche para tonificar su musculoso cuerpo.
"Dos meses antes del rodaje aumentamos el entrenamiento con pesas y alargamos la duración de las sesiones. Estaba permanentemente controlando sus constantes vitales y su peso y también cuidaba mucho lo que comía: redujo el consumo de azúcar y dejó de beber alcohol, pero se le permitían batidos de proteínas con sabor a chocolate y café", añadió Ryan.