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Homenaje a Herbert von Karajan

Se cumplieron, el 16 de julio pasado, veinticinco años de la muerte de Herbert von Karajan, director de orquesta austríaco.

Augusto Sorzano Puyana / Especial para El Espectador
22 de agosto de 2014 - 12:25 p. m.
Homenaje a Herbert von Karajan

Herbert von Karajan nació en Salzburgo en 1908, hijo del médico y clarinetista amateur Dr. Ernst von Karajan y su esposa eslava Martha Kosmac, él, descendiente directo de emigrantes griegos provenientes de la antigua Macedonia, radicados en Chemnitz, Sajonia, desde 1767. A esa familia de inmigrantes, con posterior meritoria trayectoria cívica y comercial en la región, el Elector de Sajonia Frederick Augustus I, le concedió el título nobiliario en 1792, fecha desde la cual su apellido original Karajanus cambió a su actual apellido de von Karajan. Su nombre original era Heribert Ritter.

En el Mozarteum Conservatory de Salzburgo, desde su infancia, Karajan inició sus lecciones de piano con Bernhard Paumgartner entre 1916-26, para orientarse posteriormente en Viena hacia la dirección orquestal y vincularse, en esa ciudad, a la Vienna School of Music, con miras a obtener su capacitación como director de orquesta, logrando debutar, en un concierto de estudiantes de la Clase de dirección Alexander Wunderer en 1928. Sin embargo, su verdadera iniciación frente a una orquesta profesional, la del Mozarteum de Salzburgo, fue en 1929. Aquel año fue de gran significación para su carrera, pues también fue nombrado Kapellmeister en el Stadtheater de Ulm (hasta 1934), además de marcar su llegada a la escena operística con la dirección de ‘Las Bodas de Fígaro` de Mozart y ‘Salome’ de Richard Strauss, ésta última en el Festpielhaus de Salzburgo.

Su primera intervención en el Festival de Salzburgo, en 1933, fue dirigiendo la música de la escena Walpurgisnacht en la producción de Max Reinhardt de ‘Fausto’. Con todo, se considera 1934, el año en el que dirigió por primera vez la Orquesta Filarmónica de Viena, como la iniciación de su meteórica carrera de triunfos como director de orquesta, durante los siguientes cuarenta años. El entusiasmo inicial hacia el arte de dirigir orquestas, lo basó Karajan en su admiración por Arturo Toscanini y por Wilhelm Furtwängler, este último considerado entonces como el mejor director de orquesta de Alemania. En alguna ocasión Karajan manifestó intentar combinar en su estilo, ‘…la precisión de Toscanini con la fantasía de Furtwängler’.

Su vinculación al Partido Nazi en 1935, siempre ha sido señalada como determinante, en varios aspectos en su carrera. Así, en 1935, von Karajan fue nombrado Generalmusikdirektor, el más joven en tal condición en Alemania, continuando su brillante trayectoria en 1938 con la muy exitosa presentación de ‘Fidelio’ y de ’Tristan und Isolde’ en la Berliner Stadt Oper. Desde entonces, se consolidó su prestigio con el calificativo ‘Das Wunder Karajan’, por parte de un connotado miembro de la crítica especializada. Sin embargo, tanto prestigio de Karajan poco le valió ante Adolf Hitler, wagneriano hasta los tuétanos, después de aquel episodio en Bayreuth en 1939, en plena Segunda Guerra Mundial, en un concierto de gala ofrecido por Hitler a los reyes de Yugoslavia, durante el cual, al dirigir Karajan la obra ´’Die Meistersinger von Nürnberg” sin la partitura, cometió un grave error que provocó la interrupción de la música y el abrupto silencio de los cantantes, una verdadera debacle en un espectáculo de semejante dimensión en todos los órdenes. El Führer montó en cólera, tomó el incidente como una ofensa personal y ordenó a Winifred Wagner: ‘..Herr von Karajan jamás volverá a dirigir en Bayreuth mientras yo viva’.

No obstante, Karajan nunca dejó de iniciar sus conciertos de aquellos días, con el “Horst Wessel Lied”, (“Die Fahne hoch”, “La bandera en alto”), el himno del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán. Y, por si fuera poco, siempre contó con el respaldo de Hermann Göring y de Joseph Goebbels, no obstante que Goebbels también protegía a Furtwängler. Por increíble que parezca, el incidente de Bayreuth ayudaría a Karajan, años más tarde durante los procesos de “desnazificación”, a mejorar la imagen ante la comunidad internacional, ensombrecida por su vinculación personal al nazismo.

Aunque su primera presentación de post-guerra con la Orquesta Filarmónica de Viena en 1946 fue un éxito, las autoridades rusas de ocupación de Austria le prohibieron por un tiempo sus actuaciones en público y la dirección de la orquesta. Al año siguiente y ya suspendido el veto, fue nombrado Director Artístico de la Gesellschaft der Musikfreunde de Viena. Y fue también, en aquel año, su primer contacto con Walter Legge, Director Artístico de la Columbia Records (Gramophone Company, London), y quien recientemente (1945) había fundado la legendaria Philharmonia Orchestra, London. Este hecho, habría de tener gran trascendencia, tanto en la carrera de Karajan, como en el acontecer musical en todos los ámbitos, pues marcó el inicio de su vinculación de varios años con aquella orquesta en Londres.

Durante varios años de la década del 50, Karajan grabó exclusivamente con la Philharmonia para la Gramophone Company, London, adicionalmente a su extenso repertorio sinfónico, numerosas óperas de Mozart y Richard Strauss, al igual que óperas italianas de Verdi, Rossini y Puccini, con estrecha colaboración de La Scala de Milán y participación de lo más granado del mundo operístico de aquellos días: María Callas, Tito Gobbi, Giuseppe Di Stefano, etc. Se dijo entonces que ‘…von Karajan convirtió a la Philharmonia en un instrumento de precisión y en una de las mejores agrupaciones sinfónicas del mundo’. La Philharmonia, cuando fue fundada por Legge, tenía como objetivo ser la orquesta de la EMI para sus grabaciones, y, de hecho, ‘…con el paso de los años ha llegado a ser la orquesta más grabada del mundo’. Años más tarde, Octubre de 1955, cuando el gran director alemán Otto Klemperer se hallaba en Londres realizando la grabación de la ‘Heroica’ dentro de su magistral ciclo de Sinfonías de Beethoven con la Philharmonia, Herbert von Karajan viajó expresamente a Londres para asistir a las sesiones de grabación. Cuando lo vió, Klemperer, sorprendido, le dijo: ‘…Herr von Karajan, qué está usted haciendo aquí?....Karajan le respondió que había venido a Londres solamente a congratularlo y a decirle que aspiraba a vivir lo suficiente para dirigir la Marcha Fúnebre tan bien como lo había hecho él’.

En 1951, Karajan volvió a dirigir en Bayreuth con un ciclo completo de ‘El anillo del nibelungo’, así como también “Die Meistersinger von Nürnberg”, y en 1952, “Tristan und Isolda” en el Festival de Bayreuth. Al fallecimiento en 1954 de Wilhelm Furtwängler, ‘…su mentor, evidente competidor e incuestionable triunfador frente a él en el acontecer musical de Alemania, tanto en la pre-guerra como en la postguerra’, von Karajan fue nombrado en 1955 director principal de la Orquesta Filarmónica de Berlín como su sucesor, ‘…previa la aceptación de su condición en cuanto a que el cargo habría de ser vitalicio’. Por entonces y hasta principios de los años 60, fue director artístico de la Ópera del Estado de Viena y del Festival de Salzburgo, al igual que tiempos en los cuales fortaleció sus vínculos con la Deutsche Grammophon Gesellschaft, algo de trascendental importancia en el desarrollo de múltiples y complejas actividades técnicas, artísticas y comerciales en su carrera. De Herbert von Karajan, aquella década del 60 también vio la fundación de otro Festival en Salzburgo, el Osterfestpiele Salzburg (Festival de Pascua de Salzburgo), y su inauguración con la presentación de “Die Walküre”.

Aquel, fue el comienzo de una nueva era, pues ‘….Karajan personificaba al tipo de conductor del Siglo XX: enérgico, carismático, visionario y dedicado, no solamente a la música, sino a otras de las buenas cosas de la vida’.

Entre tanto, en esos años (1960), von Karajan colocó la primera piedra en la ceremonia para la construcción de la nueva Philharmonie en la Kemperplatz, para remplazar a la imponente Alte Philharmonie de Berlín, destruida durante la guerra. El nuevo auditorio, con avanzadísimo diseño arquitectónico y acústico de Hans Scharoun, ‘….logró eliminar la barrera entre el ejecutante y la audiencia, situando a la orquesta y a la música en el centro del espectacular recinto’, contando, además, ‘…con sofisticados sistemas (plafones de altura regulable mecánicamente), para variación de condiciones acústicas especiales’. La nueva Philharmonie fue inaugurada en Octubre de 1963, con una presentación de gala de la Novena Sinfonía de Beethoven, con Karajan dirigiendo la Orquesta Filarmónica de Berlín, constituyéndose también, desde aquella fecha, en sede permanente de la orquesta.

‘….Es que la mejor acústica posible habría de ser para la que ya se consideraba “la mejor orquesta del mundo”, debieron pensar los alemanes y…ciertamente que lo lograron con creces’. Seguirían años durante los cuales Karajan ‘…inició la producción de películas de conciertos y de óperas, con su actuación como director de los filmes y como conductor de la orquesta, con la cercana cooperación del director de cine francés Henri-Georges Clouzot’.

Al entrar en la década del 70, ‘…el Herbert von Karajan “Super Star” también lo hacía a plenitud, si bien aquella trayectoria ya había comenzado, en cierta forma en lo personal, con sus tres matrimonios, el primero de ellos en 1938, con Elmy Holgerloef, cantante de opereta de Aachen, el segundo en 1942, muy controvertido políticamente, con Anita Gütermann, hija de un acaudalado industrial textilero de origen judío, y el tercero, el definitivo, en 1958 con la francesa Eliette Mouret, bellísima modelo de la Casa Christian Dior de París y artista de la pintura’, quien se convirtiera en pieza fundamental en la actividad profesional de Karajan, hasta el fin de sus días. También, al iniciar los años setenta, ‘..se consolidaba el Karajan filántropo, con el establecimiento del Research Institute of the Herbert von Karajan Foundation for Experimental Psychology in Music, en la Universidad de Salzburgo y funcionalmente relacionado con el Festival de Pascua de Salzburgo que él mismo había fundado en 1967’.

Vendrían días de exitosas giras internacionales con la orquesta, así como también importantes convenios comerciales, para el apoyo de su creciente y compleja actividad en la producción y promoción de la música: en 1970, un contrato exclusivo con Deutsche Grammophon, Hamburg, Electric & Musical Industries Ltd., (EMI), London, y en 1975, con Philips (Polydor International), Netherland. Así, las mejores grabaciones las realizó Karajan dentro de un esquema ecléctico, que abarcó desde compositores de los períodos Barroco, Clásico y Romántico del Siglo XIX, hasta algunos compositores de la Segunda Escuela Vienesa en pleno Siglo XX.

Al tiempo con esa admirable ubicuidad de Karajan en los terrenos de la cultura y de la técnica, con un creciente caudal de ingresos económicos y una vida familiar intensa y feliz con su esposa Eliette y sus dos hijas Isabel y Arabel, ‘… igualmente iba surgiendo el polifacético ser humano, también protagonista triunfador de múltiples disciplinas: coleccionista de motocicletas y automóviles deportivos, practicante amateur en deportes como sky en la nieve, montañismo, yatching y navegación aérea’. ‘Una ingeniosa combinación de letras de los nombres de su esposa e hijas,-“HELISARA”-, HEL de Eliette, IS de Isabel y ARA de Arabel, fue el nombre que le asignó a algunos componentes de su universo familiar, “Helisara”, su chalet en St. Moritz, Suiza, y “Helisara IV”, su yate para navegación en St. Tropez, Francia, piloteado por él mismo, como lo fuera también su avión propio, un jet Falcon 10’.

Terminando la década del 70, realizó la primera gira con la Orquesta Filarmónica de Berlín, en China. En aquellos años, le fueron concedidos honoríficos grados doctorales en prestigiosas Universidades en el mundo, entre otras la de Salzburgo, Oxford, y Weseda en Tokyo.

Aunque en 1980 ya se había realizado la primera grabación digital en Berlín, “La Flauta Mágica” de Mozart, con la Filarmónica de Berlín dirigida por Karajan, fue en el Festival de Pascua de Salzburgo al año siguiente, cuando, en colaboración con PolyGram, Philips y Sony, se hizo la presentación del “Compact Disc Digital Audio System”, con el lanzamiento de la “Karajan-Symphony-Edition”, de la Deutsche Grammophon, una colección que comprendía 28 LPs, con ciclos sinfónicos de Beethoven, Brahms, Mendelssohn, Schumann y Tchaikovsky, grabados por él durante los años 60 y 70. Pinturas originales de su esposa Eliette, ilustraron las carátulas de la colección “Karajan Edition” y cientos de obras posteriores. ‘Incuestionable, pues, la importancia de la contribución de von Karajan al desarrollo del formato original de audio digital del disco compacto y a su promoción y masificación’.

Seguiría, durante la década del 80, una prolongada cadena de éxitos: varios Gramophone Awards “Record of the Year”, los Conciertos de Gala para conmemorar los 100 años de la Orquesta Filarmónica de Berlín en 1982, la condecoración por el Presidente Jacques Chirac de Francia con la “Médaille de Vermeil” en el París City Hall, un tour por Japón con conciertos en Tokyo y Osaka, y el tour en USA (el primero, desde 1976), ‘…considerado y ovacionado en el Carnegie Hall de Nueva York como su triunfal retorno a los Estados Unidos’.

Herbert von Karajan ‘…fue un hombre del medio, siempre abierto a todas las innovaciones en la ingeniería de la grabación’. No sorprende, entonces, que ‘…el absoluto control artístico del sonido y la imagen, con el grado de perfección que fuera un sueño esperado por Karajan durante toda su vida, se concretó en los 80 con el nuevo medio audio-visual, el video-disc. Con la fundación de Telemondial S.A.M. y con la dirección personal del propio Maestro, se produjo la nueva versión completa de su repertorio en ese medio, algo que le valió la Gold Medal de la Royal Philharmonic Society, London’. Se dijo entonces que ‘von Karajan elevó la figura del Director de Orquesta a la estrella mediática’. Los años 80, fueron también la continuación de numerosos éxitos en tours por varios países del mundo.

El de von Karajan, fue un estilo caracterizado por su precisión y objetividad, y con tendencia hacia los tempos rápidos. ‘..Prefirió siempre concentrarse, dentro de la tradición Austro-Alemana, en el repertorio clásico-romántico del Siglo XIX: Mozart, Beethoven, Mendelssohn, Brahms, Schumann, Bruckner, Tchaikovsky, Wagner y Richard Strauss, si bien interpretó también a los compositores de la Segunda Escuela de Viena y a compositores de principios del Siglo XX tales como Ravel, Stravinsky y Debussy, con incursiones ocasionales en la era contemporánea, para obras de Messiaen, Henze y aún Penderecki’. ‘…Una de sus peculiaridades fue que, usualmente, dirigía en los conciertos con sus ojos cerrados, para confusión y algo de disgusto para muchos de los músicos de la orquesta. Sin embargo, aquello correspondía más bien a su filosofía de que toda la orquesta debía realizarse a plenitud, para lo cual se requerían ensayos preliminares muy prolongados e intensos, dejando y esperando para cada músico el mejor desempeño durante el concierto’. Solía decir: ‘…el peor daño que podría causarle a mi orquesta es darle a los músicos una instrucción clara; eso impediría que se escuchasen unos a otros’.

El resultado fue siempre ‘…el desarrollo, por parte de la Orquesta Filarmónica de Berlín, de una cultura propia de ejecución, caracterizada por un sonido pleno en belleza, virtuosismo y absoluta perfección’. Karajan solía afirmar: ‘….el arte de dirigir consiste en saber cuándo hay que abandonar la batuta para no molestar a la orquesta’. Su filosofía perfeccionista se reflejó también en un comentario que hiciera en 1983, durante una entrevista en la celebración de sus 75 años: ‘…desde muy joven, me fijé el objetivo de no perder un minuto de mi vida…y ciertamente lo logré’.

Con todo, von Karajan nunca se libró de la controversia y de las críticas. En no pocas ocasiones, se le cuestionaba su poca receptividad y su limitada apertura frente a las nuevas corrientes musicales de la época’. También, con frecuencia ‘…se le atribuía excesivo conservadurismo estético e imperiosa personalidad’, evidentes, por ejemplo, ‘….en su afán megalómano de hacer aparecer el podio siempre a la vista del público, tal y como lo exigió cuando dirigió “Die Wälkure” de Wagner, en el Metropolitan Opera House de Nueva York en 1967’, y, también como ejemplo, en otra ocasión, ‘….durante un ensayo para la grabación del Triple Concierto de Beethoven con Sviatoslav Richter, David Oistrahk y Mstislav Rostropóvich nada más ni nada menos, (versión de la EMI jamás superada por director alguno), Richter le preguntó a Karajan si podían repetir un pasaje, a lo cual Karajan le respondió:…no, no tenemos tiempo; aún faltan las fotografías’. En otros aspectos, ‘…algunos críticos también encontraban en Karajan, especialmente en las últimas décadas de su carrera, una ejecución de las obras excesivamente refinada y pulida, algo no siempre adecuado para ciertos tipos de música sinfónica’. Sus últimos años con la Filarmónica de Berlín, también fueron ensombrecidos con varias disputas internas con la orquesta, para dar por terminada, en Abril de 1989 y por motivos de salud, la vinculación de 35 años con la orquesta, iniciada en 1955.

Se ha estimado en 900, el legado de grabaciones realizadas por Karajan, y se afirma que, hasta la fecha, pasan de 350 millones de unidades, entre LPs, CDs, DVDs., etc., que se han vendido en el mundo.

Herbert von Karajan, ‘…el más famoso y acaso el más genial director de orquesta de la segunda mitad del Siglo XX’, falleció el 16 de Julio de 1989 a los 81 años, en Anif, pequeña población cercana a Salzburgo en los Alpes austríacos, en donde había fijado su residencia durante los últimos años de su vida.


Bibliografía

SCHONBERG C. Harold. ‘The Great Conductors’. Victor Gollancz Ltd., London 1977

MAY, Robin . ‘Behind the Baton, a Who’s Who of Conductors’ . Frederick Muller Limited, London

EMI, ‘Berliner Philharmoniker, 100 Jahre’, EMI 137-54095/99

GEITEL Klaus. ‘Herbert von Karajan. A tribute in pictures’. Polydor International GmbH, 1983

HURD, Michael. ‘The Orchestra’. Phaidom Press Ltd., London 1981

HART, Philip. ‘Conductors, a new generation’. Robson Books Ltd., London 1980

HORZENGA, Tom. ‘Herbert von Karajan’s Symphonic Obsessions’

Por Augusto Sorzano Puyana / Especial para El Espectador

 

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