Las mujeres en Rock al Parque

La manifestación femenina tiene un enunciado particular en el sonido que expresa. / Juan Santacruz.

Desde la aparición del rock, las jóvenes generaciones del mundo han encontrado en esta música su canal de expresión por excelencia, manifestando en sus contenidos inconformismos y una visión crítica del entorno en cada época histórica. Con la fusión de géneros y ritmos afroamericanos que le dieron origen, su desarrollo produjo una ruptura musical frente a las expresiones de la época (años 40 y 50 del siglo pasado), la cual produjo cambios revolucionarios en las sonoridades, melodías, armonías y ritmos, expresando criticas sociales y políticas en sus canciones, conformando desde sus inicios una música popular poderosa.

No obstante, el género del rock que ha servido de vehículo a movimientos contraculturales y a la creación de subculturas urbanas importantes, generando cambios e influyendo en la construcción de nuevas ciudadanías culturales, no ha reflejado de igual manera la participación de la mujer en sus filas. A excepción de algunas vocalistas destacadas, una que otra instrumentista y un número reducido de grupos femeninos, las mujeres han permanecido un poco al margen, separadas por una línea divisoria que se mantiene en el imaginario social frente a las actividades que se les propone desarrollar.

Entre las más destacadas a nivel mundial podríamos nombrar, entre otras, a Anne Wilson (Heart), Alison Mosshart (The Kills y The Dead Weather ), Shirley Manson (Garbage), Joan Jett (The Runaways), Suzi Quatro, Grace Slick (Jefferon Airplane/Starship), Patti Smith, Chrissie Hynde (Pretenders), Tina Turner y Janis Joplin. Y en cuanto a Colombia, hay representantes del género femenino en algunas regiones, como el Valle del Cauca, Nariño y Bogotá, donde identificamos a Xexecution, Queens Land, Quimera, Ataque de Pánico, Sin Pudor, Eva Blick, Poker, Lucifera, Pedra, Policarpa y sus Viciosas y Andrea Echeverri y los Aterciopelados, esta última con proyección internacional.

Lo que nos demuestra que esta situación se ha ido rompiendo y transformando en diferentes países, incluido el nuestro, planteando nuevos retos para la relación entre los géneros y el arte, donde se empieza a reconocer que la manifestación femenina en la música tiene un enunciado particular en la forma como se expresa el sonido, la actitud con que se interpreta y ejecuta un instrumento, la manera como manifiesta su sensualidad.

Una retrospectiva de los festivales de Rock al Parque en Bogotá muestra que, aunque en un número significativamente bajo, la mujer ha estado presente en las diferentes versiones del festival, y también como público ha venido abriéndose un espacio en el tradicional pogo de las mujeres. En esta ocasión el festival se propone hacer un homenaje especial para destacar su participación como música integrante de bandas.

Es así como el domingo 3 de julio, en el escenario Eco, Rock al Parque ofrecerá una programación especial dedicada a una serie de artistas femeninas de Bogotá, Colombia y Latinoamérica que se han destacado en años recientes por la calidad de sus propuestas, por su trayectoria, por su proyección internacional y por ganarse un espacio en los principales festivales de rock del continente, como el Vive Latino, Lollapalooza o Estéreo Picnic.

Estas artistas femeninas son Elsa y Elmar, una colombiana radicada en EE. UU. que recién abrió el concierto de Coldplay; Pedrina y Río, de Bogotá, dúo revelación del año en la escena nacional alternativa y una de las bandas distritales más destacadas; Mr. Bleat, de Medellín, banda liderada por la vocalista Sara Rodas y que por primera vez que se presentará en Rock al Parque; Cynthia Montaño, de Cali, quien comenzó su proyecto musical en 2008 y con el tiempo se convirtió en una sólida propuesta musical que transita entre el dance hall, el rock, la música del Pacífico y el Afrobeat, y Leiden, una artista de origen cubano y radicada en México, cuya música está inspirada en el rock y en el folk, aunque es particularmente ecléctica. Ha girado por México, Colombia, Costa Rica y Cuba, presentándose en festivales como Vive Latino y Circulart.

En la celebración número 22, el festival entregará a los amantes del género todas las tendencias presentes, desde el rock duro hasta el reggae, el punk, el ska, el hardcore, la fusión de ritmos colombianos y latinoamericanos, así como los nuevos sonidos electrónicos.