Publicidad

Sin blues no hay rock

El certificado de defunción del grunge comenzó a escribirse en Nueva York, el 18 de noviembre de 1993, cuando se grabó el disco que cierra la historia de una era: el “Unplugged” de Nirvana.

Alejandro Marín
05 de julio de 2016 - 02:00 a. m.
El guitarrista y vocalista Kurt Cobain, de la banda Nirvana, murió el 5 de abril de 1994. / AFP
El guitarrista y vocalista Kurt Cobain, de la banda Nirvana, murió el 5 de abril de 1994. / AFP

El grunge fue la última gran manifestación de rock del siglo veinte. El periodista norteamericano Mark Yarm escribió un hermoso libro del fenómeno del grunge basado en una serie de crónicas, entrevistas y reportajes hechos en la ciudad de Seattle en Washington entre 1980 y 2003. El documento se llama ‘Everybody Loves Our Town’.

Una de las grandes discusiones que se produjo a finales de la década de los noventa fue la legitimidad del grunge como fenómeno de rock and roll. El grunge fue vituperado y criticado por la generación previa de músicos y melómanos que se criaron oyendo a las bandas de heavy de la década de los ochenta y que se vieron apocadas por la oleada y la moda del grunge, provenientes de la escena de Los Angeles, California.

Grandes diferencias entre las dos escenas radican en sus dos grandes representantes: Nirvana y Guns N’ Roses. Axl y Cobain, los dos líderes de ambos arquetipos, tenían un pleito serio y grande, y Axl quería irse de gira con Guns pero Nirvana odiaba ese tipo de Rock. (Escuche la lista de reproducción en Spotify)

Sin embargo, son muchas más las similitudes entre el glam y el grunge. En particular porque la primera gran banda emblemática del fenómeno del grunge era un grupo liderado por un carismático muchacho llamado Andrew Wood, quien se parecía mucho más a los artistas de glam que a los sucesores del grunge. Wood quería parecerse más a los líderes de las bandas de Los Angeles en su forma de vestir, y yo agregaría que en su manera de tocar también.

La sensibilidad, entonces, era compartida. Pero la pregunta sigue siendo…¿mató el grunge al heavy metal?

Y la respuesta es que básicamente lo que sucedió fue que los Bon Jovi y los Def Leppards habían pasado de moda y su momento en la luz del estrellato habían pasado de moda y su momento en la luz del estrellato había terminado.

Existe también una pregunta y es: ¿en qué momento murió el grunge? Mucha gente dice que el grunge terminó a finales de la década de los noventa, con la aparición de bandas como Marilyn Manson y boybands como NSync…

Pero la muerte del grunge sucedió el 18 de noviembre de 1993, en los estudios de televisión de Sony Music en Nueva York.

Ese día se grabó el disco que cierra la historia de una era. Ese día se grabó el Unplugged de Nirvana, que se publicó de manera póstuma un año después de su producción. El director de esa sesión, Robert Small, recuerda a Kurt Cobain.

Small me contó que Kurt entró a la sala de control a pedirle a él y a los camarógrafos que lo filmaran sonriendo porque no quería que dijeran después que estaba deprimido. Dice también que no se veía deprimido, sino relajado, y que simplemente quería que la producción mostrara en televisión una versión más feliz de sí mismo. Y recuerda también que la belleza de la tarima estuvo conectada  a una manera muy particular de cantar y de interpretar las canciones.

Pero puede uno destruir el mito de que el grunge es por naturaleza depresivo y triste?

Para destruir ese mito es importante desconectar al grunge de sus personalidades más notorias y su relación con la adicción a la heroína, como el mismo Cobain. Yarm asegura que el espíritu rockandrollero del grunge se distorsionó a través de la lente de estas personas al frente de la escena colectiva y cultural del grunge.

Sin embargo, queda uno con dudas serias sobre cómo el grunge terminó siendo visto por la prensa y por el mundo entero como un espíritu triste. Lo que sí no queda duda es que la muerte del grunge se hace presente a través de una canción que lo inició todo en la cultura popular. Al final de la grabación del Unplugged, Cobain cantó un blues.

Cobain cerró la sesión del ungplugged con una vieja canción de bluegrass llamada 'Where Did You Sleep Last Night', que se convirtió en una famosa canción de blues a mediados de la década del cuarenta. La canción se hizo famosa a manos de un forajido esclavo nacido en Louisiana en 1888 llamado Huddy Ledbetter. En la prisión su apodo era Lead Belly.

Leadbelly fue uno de los precursores del blues. Fue también uno de los afroamericanos producto de la emancipación. Durante la esclavitud, los afroamericanos, escribe Gil Calvo en ‘Los depredadores audiovisuales’, eran muy explotados, pero todos tenían trabajo, techo, hijos y familia; estaban muy mal pagados, pero disponían plenamente de sus responsabilidades adultas. Tras la emancipación de los esclavos, cientos de miles de varones negros son literalmente arrojados a las calles y a los caminos, a los ríos y a las carreteras: había habido dinero para pagarles (es un decir) como esclavos, pero ahora no había dinero para pagarles como asalariados. Así, los negros varones se vieron condenados a una adolescencia perpetua: sin trabajo, sin techo, sin hijos y sin familia. Fueron las mujeres negras quienes, por muy pocos centavos, tuvieron que aceptar la responsabilidad; la práctica totalidad de las mujeres negras se pusieron a trabajar desde pequeñas. Así surgió una institución demográfica privativa de la población negra estadounidense: la familia matrifocal, en la cual una sola madre trabajadora mantenía una enorme prole habida con diversas parejas masculinas fugaces y pasajeras. En cuanto los hijos varones alcanzaban la pubertad, para no ser una carga para una madre tan sacrificada….

Leadbelly fue hijo de la emancipación. Y antes de Cobain, fue famoso por otra gran canción llamada “Looky Looky/Black Betty”, atribuida a su nombre, pero se dice que hay versiones previas a la que se hizo famosa en 1977 a manos de una banda de Nueva York llamada Ram Jam.

Las grabaciones originales de estas canciones y de estos artistas se produjeron en el sur profundo de los Estados Unidos.

****

Durante más de medio siglo Alan Lomax de Texas dedicó su vida a la grabación de música folclórica del mundo. En los años treinta y cuarenta, Lomax y su padre John fueron los primeros folcloristas en viajar al sur Norteamericano para documentar canciones usando grabadoras portátiles.

Lomax fue el primero en grabar a figuras como Leadbelly, Muddy Waters y Woody Guthrie. Las grabaciones de Lomax y de su padre John de artistas como Guthrie permitieron al mundo conocer los misterios de la música popular norteamericana. La música que se había regado anárquicamente por campos de algodón y que se tocaba en los pórticos de las casas, las prisiones, en los prostíbulos, en las plantaciones, en las cadenas de presos que construyeron las carreteras de la Norteamérica moderna.

Sin las grabaciones de Lomax de canciones como Rollin’ Stone de Muddy Waters, es muy probable que los Stones no existirían.

Tampoco habría sido posible sin las grabaciones de los Lomax de músicos como Woody Guthrie que jóvenes como Robert Zimmerman, más conocido como Bob Dylan, hubieran cogido una guitarra

La colección de Alan Lomax, que contiene más de 5 mil horas de grabaciones de sonido y más de 2540 cintas videográficas, contienen las grabaciones de viajes en el sur, en el caribe, gran bretaña, escocia, Irlanda, España e Italia.

Pero la segregación racial impedía el esfuerzo de Lomax por hacer de estas nuevas y rebeldes formas de música algo legítimo. El norteamericano inmigrante de Europa Occidental no concebía el uso del arte para divertirse o para recrearse. Las artes, según Lomax, habían sido siempre para Norteamérica algo extra. Había que conformarse a las reglas de la sociedad norteamericana. Y la gran amenaza era, por supuesto, el asunto del SEXO. Lomax contaba que la sociedad más puritana del siglo diecinueve había sido la norteamericana.

Para poderse hacer a una clara idea de lo que sucedía - y estaba a punto de suceder en la cultura popular, los Lomax debían graba música secular, muy distinta a la música de iglesia de entonces. Todas estas canciones eran consideradas pecaminosas. Fue una hazaña llegar a este cofre de tesoros de música y lírica norteamericanas, porque la gente tenía miedo a cantar estas canciones. Así que fueron hasta donde estaban los demonios: la gente y los lugares donde la redención del cristianismo no podía llegar. Así, las encontraron en las prisiones y grabaron y grabaron todo tipo de melodías, canciones, discursos y demás.

Con la llegada de la segunda guerra mundial llega también una segunda emancipación del afroamericano. Los soldados alistados en el ejército Yanqui, durante la segunda guerra mundial, se llevaron el blues para Europa. En los campos de batalla, en las peleas junto a los aliados, los negros enseñaron a los blancos la magia, la oscuridad y el poder del blues…El blues le permitió a los negros ser alguien por primera vez, en el tejido de la sociedad norteamericana y en el tiempo de la sociedad moderna.

Pero la tarea en Estados Unidos la harían los comerciantes de la música.

EN 1953 la cantante Big Mama Thornton grabó esta canción, original de dos norteamericanos de ascendencia judía llamados Jerry Lieber y Mike Stoller. La canción fue el primer y único gran éxito de la cantante de Alabama, pero la segregación racial impedía que su interpretación vocal fuera mucho más lejos. Big Mama fue número uno en el listado de Rhythm And Blues en 1953, pero hasta ahí llegaría el éxito de Hound Dog…a menos que la grabara un blanco

3 años después de haber sido grabada por Big Mama Thornton, un hombre llamado Elvis Presley se apropió de Hound Dog, y ésta se convirtió en su canción más vendida en la historia. Al tener acceso a prácticamente todas las radios por ser blanco, Hound Dog de Presley fue numero uno en todos los formatos de radio: en el pop, en el country y en el rhythm and blues. Su hegemonía sobre los listados, su imagen prístina como el color de su piel y su llegada al cine le dieron el apodo de “El Rey”.

Aunque tengo mis dudas.

Pero volvamos a la década de los ochenta y a la influencia de Elvis en la cultura del glam metal.

En 1987 la banda Motley Crue de Los Angeles era la preferida de los clubes de strip-tease y el número uno de ventas con su cuarto disco Girls, Girls, Girls. Curiosamente, el cierre de su álbum se hacía en vivo con una versión de uno de los clásicos más grandes de Elvis Presley, titulado Jailhouse Rock.

Jailhouse Rock, curiosamente, es de Jerry Lieber y Mike Stoller…los mismos que escribieron Hound Dog.

La gira de Girls, Girls, Girls tenía como telonera a una banda que acababa de lanzar un disco que se quedaría por siempre en la conciencia colectiva de los rockeros del mundo. La banda que abría los shows de Motley Crue era Guns n’ Roses.

El bajista de la banda Guns N’ Roses era un hombre de Seattle, Washington llamado Duff McKagan. McKagan había estado en 31 bandas de rock en su nativa Seattle y se cansó de encontrar el éxito, por lo que decidió mudarse a Los Angeles en 1983, donde comenzó la historia de los Guns.

Mientras explotaba el glam, una revolución de rock se tejía junto a una de las prendas más emblemáticas de la cultura popular del siglo veinte: la camisa leñadora a cuadros.

La camisa leñadora es el símbolo de la cultura grunge porque en el siglo 19 los inmigrantes ingleses que viajaron a estados unidos se inspiraron en las mantas escocesas para abrigarse durante su largo viaje y la compañía Pendleton las tomó como referencia empezó a fabricar camisas con estos motivos. Los leñadores y pescadores del estado de Portlando, Oregon y Seattle, Washington las adoptaron como la ropa perfecta para soportar las largas jornadas al aire libre. La camisa leñadora pasó de generación en generación, hasta llegar a la década de los ochenta, cuando se convirtió en el uniforme del grunge, en honor a los trabajadores de la leña, tan representativos de la cultura norteamericana como el rock mismo.

Junto a los tenis converse, las botas Dr. Martens y el frío de Seattle Washington, paralelamente al fenómeno del glam, una escena vibrante de rock and roll comenzó a suceder entre 1983 y 1989.

A comienzos de los años noventa, 4 grupos se constituyeron como la evolución del rock and roll desde el grunge: PEARL JAM, ALICE IN CHAINS, SOUNDGARDEN Y NIRVANA. (Escuche el podcast)

El espíritu del rock de Nirvana estaba conectado a dos fuerzas imparables de rebeldía juvenil: el punk que se había hecho famoso a finales de los setenta y el hard rock, poderoso ente comercial y musical impulsado por la música británica y por grandes representantes de rock que se inspiraron originalmente en el blues para hacerse famosos en el mundo entero.

Pero como todos los grandes fenómenos, incluyendo el del hard rock, el grunge se volvió lo que por lo general se vuelven los fenómenos: una moda.

El número 1 era Michael Jackson. Y entonces...lo destronó 'Smells Like Teen Spirit' de Nirvana.

Nevermind se convirtió en el símbolo de la generación de la camisa leñadora. Su canción Smells Like Teen Spirit, el himno de la generación X. Y con Nevermind, llegó la fama, el dinero, la droga y las giras.

Se especulan muchas cosas sobre las razones del suicidio de Kurt Cobain. Pero una de las cosas que no tenemos en cuenta es que Nirvana se convirtió en el espectáculo de rock más vendido del comienzos de la década de los noventa. Y con las giras, llegó el desgaste de la última alma libre que le quedaba al rock and roll.

Entre octubre de 1993 y marzo de 1994 Kurt Cobain visitó más de 50 ciudades en promoción de su álbum In Utero y tocó incesantemente todas las noches durante treinta y seis fechas. El Grunge Se volvió pop y los conciertos mataron a Cobain.

De la misma forma que el EDM se ha convertido en el pop del mundo actual, y su más grande representante, está al borde de la desaparición a la misma edad de Kurt Cobain, explotado por la industria de la música, la pasión que a ambos los une, independientemente del género. Así como tocó Cobain incansabalemente durante los últimos seis meses de su vida, así mismo lo hace Avicii en 2016.

La historia. En el próximo capítulo.

La revolución industrial de finales del siglo 18 permite la producción masiva de franela extraída de lana para su distribución más allá de las fronteras de Gales.

Los segundos se amontonan con el paso del tiempo que medimos con canciones; pero las canciones, para mi son verdaderamente segundos. Es a través de los segundos que actúan verdaderamente, son los segundos del tiempo del que están hechas los que me producen el pasado y el presente.

Miles de esos segundos están construidos en la era alternativa, en la era de MTV, cuando MTV era la reina de la promoción de artistas de Estados Unidos para el mundo. Dentro de esos segundos están los dedicados a mis primeras canciones de rap, a mis primeras canciones de rock alternativo y a mis primeras canciones de electrónica. Y muchos de esos segundos, consecutivamente, están dedicados en mi vida a indagar sobre la historia de Kurt Cobain.

Kurt Cobain era muchas cosas cuando estaba vivo: era punk pero era estrella pop, héroe pero víctima, junkie y feminista, nerd y vengador, insoportablemente listo, y putamente carismático. Pero ahora, me pasa algo grande con Cobain, que le comentaba hace unos días a un amigo mientras escuchábamos una canción del unplugged y es que 20 años después de su muerte, Cobain es algo muy distinto. Cobain es UN FANTASMA.

Sus canciones suenan en la radio, suenan en los teléfonos de la gente, suenan en la calle, suenan en la tele, suenan en la internet, no con la insistencia de hace 10 años, digamos que su fantasma se ha evaporado. Aunque tuvo la intención de quedarse un rato más, pero con el tiempo los fantasmas van perdiendo sus poderes frente a demonios de carne y hueso hechos de música de los que hablaremos luego, en otra oportunidad.

YOU KNOW YOU’RE RIGHT

Esa canción se publicó en 2002, junto a muchas otras cosas que hicieron de Cobain un fenómeno que iba más allá de la música. Junto a You Know You’re Right se publicó ese año un libro de centro de mesa se publicó con todas sus anotaciones personales en un diario que cargaba consigo y que se volvió un libro best seller en las listas más importantes del mundo, como la del New York Times.

¿Por qué los llamamos segundos? Los llamamos segundos porque en nuestra medición del tiempo son la segunda medición de la hora. Pero para nosotros, en diciembre de 1993, esos segundos, encapsulados en la filosofía del acústico de MTV, conocido como el Unplugged parecen perdurar en el tiempo como una memoria imposible de sacudir de la cabeza: porque a diferencia del fantasma que se evapora con el paso de los segundos frenéticos de un mundo moderno, en el que la internet lo es todo, nosotros vivimos, de alguna forma la vida y la muerte de un símbolo musical. Un símbolo musical que no solo cantaba para nosotros, sino que, de alguna forma, era muy parecido a nosotros. Cercano en todos los sentidos.

Por supuesto, muchos de esos genes rebeldes, retorcidos y violentos de Cobain pasaron a otros artistas en el tiempo. Cobain era zurdo, Eminem es zurdo. La familia de Cobain se había destruido temprano en su vida, la de Eminem también. Cobain tuvo una hija. Eminem también. Cobain reprochó siempre a su mamá. Eminem siempre odió a la suya. Ambos tuvieron matrimonios desastrosos. Ambos amaban componer canciones.

WHERE DID YOU SLEEP LAST NIGHT

ALIVE

MOTHER LOVE BONE

Como un chiste enfermo basado en un copy de comercial de tarjeta de crédito sucedió la muerte de Kurt: Album debut: 606 dólares y 17 centavos. Escopeta Calibre 20 Remington: 308 dólares con 37 centavos. La leyenda: no tiene precio.

El tiempo y la construcción…contextualizados en un tiempo distinto. los segundos son distintos para usted y para mi, igual que para el blues y para el grunge.

La revolución industrial de finales del siglo 18 permite la producción masiva de franela extraída de lana para su distribución más allá de las fronteras de Gales a finales de 1993, Nirvana hizo una versión de una vieja canción folclórica llamada ’in the Pines’.

Su versión más popular había sido una grabada en la década del cuarenta por un foragido hombre de blues llamado Huddy Ledbetter, más conocido como Lead Belly.

Aunque Cobain nunca fue un fan del blues, sí se parece mucho a Lead Belly: su estilo desordenado y anárquico de tocar la guitarra eléctrica se alejaba de la estética de otros grandes guitarristas como Eric Clapton y Jimmy Page, quienes seguían de cerca la historia, el misticismo y el talento del bluesman aparentemente más grande de su época

El grunge nunca fue amante del blues.

Sin embargo, Cobain admiraba a Lead Belly.

Jimmy Page adoraba a Robert Johnson.

Ambos eran grandes blueseros…pero de Johnson se decía que le había vendido su alma al diablo. Por lo que su historia era mejor.

Su historia y su estilo. Johnson era más amante de la guitarra. Lead Belly podía tocar otras cosas. Y era desordenado para tocar la guitarra…como Cobain.

Porque en el siglo 19 los inmigrantes ingleses que viajaron a estados unidos se inspiraron en las mantas escocesas para abrigarse durante su largo viaje y la compañía Pendleton las tomó como referencia empezó a fabricar camisas con estos motivos. Los leñadores y pescadores del estado de Portlando, Oregon y Seattle, Washington las adoptaron como la ropa perfecta para soportar las largas jornadas al aire libre. La camisa leñadora pasó de generación en generación, hasta llegar a la década de los ochenta, cuando se convirtió en el uniforme del grunge, en honor a los trabajadores de la leña, tan representativos de la cultura norteamericana como el rock mismo.

Es un clásico americano, muy arraigada a su cultura, cuyo origen se remonta al siglo XIX proveniente de los inmigrantes de Inglaterra, que viajaron en 1863 a Oregon para unirse a su floreciente industria de lana. La camisa se inspiró en las mantas que trajeron (el reconocido cuadro tartán o escocés) para abrigarse durante su largo viaje y la compañía Pendleton las tomó como referencia y empezó a fabricar camisas con esos motivos. Inicialmente eran de lana porque nacieron para abrigar a los trabajadores de las industrias maderera y pesquera del norte de Estados Unidos y resguardarlos del frío y del viento que debían soportar durante sus largas jornadas al aire libre.

El movimiento grunge asumió esta camisa leñadora (que también se conoce como camisa Pendleton) como su bandera. Fue su uniforme como una forma de rendirle un homenaje a estos trabajadores que son la quintaesencia de la cultura americana. Las usaban de lana o algodón abiertas sobre camisetas blancas y, normalmente, de cuadros rojos y negro o grises.

El look se complementaba con jeans Levi´s 504 (otro clásico americano) o jeans desgastados, viejos y muy raídos. Eso sí, la plancha estaba prohibida.

Los zapatos fueron otro tema importante. Los Converse hechos de lona de algodón aparecieron en la era grunge como parte del uniforme de una imagen que quería mandar un mensaje austero, desaliñado y muy informal. Así que también empezaron a abrirse camino en medio de un look que buscó siempre parecer poco pensado, pero que siempre estuvo muy libretiado. Las mujeres usaban botas de cuero, estilo obrero que también fueron icónicas en su momento y las muy inglesas botas Dr. Martens empezaron a tener un protagonismo inusual entre un grupo de seguidores de la estética grunge, convirtiéndolas en verdaderos objetos de deseo.

 

Por Alejandro Marín

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar