JR tiene 25 años y se caracteriza por trabajar ‘ilegalmente', pues en muchas ocasiones burla la seguridad de los sitios para lograr su objetivo: capturar determinada imagen. Sin embargo, en Río de Janeiro ha contado con la colaboración del fotógrafo Mauricio Hora, quien le ayudó a contactar a los líderes de la zona para que los dejaran tomar imágenes del lugar.
Su intensión no es ofrecer respuestas sino provocar preguntas en las exposiciones efímeras que realiza, ya que el agua y el viento deterioran rápidamente los carteles que pega.
En una entrevista ofrecida al diario español El País, JR expresa que "desde abajo se ven pequeñas barracas sobre la colina, pero no se ve toda la vida que hay dentro de la favela. Estos retratos miran a la ciudad asfaltada. En lugar de ser nosotros quienes les observamos a través de los medios de comunicación, son ellos los que nos observan".
La exposición que hace en Río de Janeiro se llama ‘Las Mujeres son Héroes' y es la tercera etapa del ‘Proyecto 28 Milímetros', el mismo que ha estado en Sierra Leona o Sudán. ‘Retratos de una Generación' y ‘Cara a Cara' se llamaron las dos primeras etapas. La primera presentaba personajes extraños de los suburbios de París en barrios burgueses.
En el mundo de la fotografía empezó por casualidad. Hace ocho años se encontró una cámara en el metro de París, en la estación Charles de Gaulle-Étoile. Dice que "no era gran cosa, pero tenía película", además de darle puntos extra para terminar rápido el bachillerato.
Desde entonces captura diferentes puntos de vista alrededor del mundo y se financia vendiendo sus fotografías, las cuales pueden llegar a costar hasta 25.000 euros cada una.
Una de sus fotografías de formato descomunal se despliega en la fachada de la Tate Modern de Londres con todas las bendiciones oficiales. Su obra se ha presentado ya en la Bienal de Venecia, el Artforum de Berlín o Les Rencontres de la Photographie de Arlés.
En su web, jr-art.net, se puede leer sobre la exposición que realizó en el muro construido por Israel, la que él mismo llama la "mayor exposición ilegal de fotografías de la historia", ya que el grupo Hamás lo había amenazado con un posible secuestro, y la policía palestina y el ejército hebreo le habían dicho que lo expulsarían. En ese país fotografió a israelíes y palestinos con un mismo oficio, para responderse cómo se ve uno al otro.
En octubre editará el catálogo: "Poseo la mayor galería de arte del mundo. Expongo gratuitamente en las calles, atrayendo la atención de las personas que no visitan los museos. Mi trabajo mezcla arte y acción; habla sobre compromiso, belleza, libertad, identidad y límites. Soy un artivista".