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Para descifrar a un genio

El actor británico recuerda que Alan Turing fue un genio desdeñado y al que no se le ha dado su valor real. Habla de esta producción y su colega en el filme, Keira Knightley.

Fabián Waintal
07 de febrero de 2015 - 02:28 a. m.
Benedict Cumberbatch también es reconocido por su papel protagónico en la serie 'Sherlock'. / Romar Media
Benedict Cumberbatch también es reconocido por su papel protagónico en la serie 'Sherlock'. / Romar Media

La categoría de mejor actor en las nominaciones al Óscar es una de las más difíciles de descifrar, con Steve Carell por Foxcatcher, Bradley Cooper por Francotirador, Michael Keaton por Birdman, Eddie Redmayne por La teoría del todo y Benedict Cumberbatch por Código Enigma. Pero justamente Código enigma trata sobre el verdadero británico que descubrió la forma de descifrar otro estilo de código secreto... aquel con el que se comunicaban los nazis. Y si gracias a él ganaron la Segunda Guerra Mundial, tal vez gracias a él, Cumberbatch gane el Óscar.

¿El rol del verdadero Alan Turing, de la película ‘Código Enigma’, tiene el perfil perfecto de héroe y víctima ideal para la nominación de un Óscar, por haber sido condenado como homosexual en Gran Bretaña después de haber ayudado a terminar con la Guerra Mundial con el código Enigma?
Es un personaje muy inusual, un héroe que para nada fue mártir, alguien que siempre conservó la verdad de su personalidad (homosexual). Pero tampoco se veía como una víctima o un héroe. Es alguien que simplemente hizo su trabajo, comportándose tal cual como su naturaleza. Por eso mismo sería la última persona en describirse como un héroe y por eso también me resultó más fácil interpretarlo así.

¿El verdadero Turing, más allá del cine, tuvo muchos más premios que el reconocimiento de un Óscar?
No tantos como debería haber tenido. Con el centenario de la Guerra Mundial lo volvieron a iluminar, con el perdón del Gobierno y la corona real (que lo había condenado por ser homosexual). Hasta el presidente Obama lo puso entre los tres o cuatro científicos británicos más importantes que conocemos, con Isaac Newton y Darwin. Pero como todos sabemos, la fama no importa demasiado. Lo que se necesita investigar es lo que realmente consiguió y ahí sólo hay pequeñas burbujas. Es lo que quiero que la gente sepa con esta película, para que lo conozcan mucho más. Es algo que se conoce en la cultura británica, pero es una historia que muy poca gente conoce en el resto del mundo. Es lo que más escucho de aquellos que vieron la película. Me dicen que no sabían nada de él o no conocían toda la historia.

Y en su caso, ¿cuánto sabía sobre la verdadera historia antes de filmar la película?
Había estudiado el tema en la Universidad y la escuela. Estaba al tanto también de la obra de teatro que habían hecho y llegué a ver la versión de televisión, Breaking the Code. Pero tampoco conocía toda la historia, solamente tenía una idea. Y cuando leí el guión me puse a buscar mucho más material para leer, como una biografía maravillosa de Andrew Hodges y la de David Leavitt. Hay bastante literatura publicada sobre él y hubo gente muy generosa que me brindó su tiempo para hablarme de él, para conocerlo y descubrirlo mucho mejor.

¿El material de investigación ayuda a veces a conseguir una nominación al Óscar?
Por algo está nominado Graham Moore por la mejor adaptación de guión. El libro es extraordinario y a mí también me quitó un peso de encima. Yo lo tomé como un buen punto de partida y traté de averiguar lo más que pude sobre la historia. Como te dije, hablé con dos personas y una de ellas había tenido cierta experiencia con él. La biografía de Hodges de la que te contaba es muy detallada, pero como actor inmediatamente me golpeé con la pared tratando de entender el álgebra y otro lenguaje que lleva una vida aprender con un doctorado en matemáticas. Y con alguien de quien no tenemos filmaciones, sólo hay relatos de la forma como hablaba o como se movía con el lenguaje de su cuerpo, como tomaba a la gente en que confiaba haciendo contacto directo con ellos, siempre en una forma muy cálida y generosa. También era alguien muy tímido y evitaba a otras personas en quienes no confiaba. Y eso se ve perfecto en el guión de Graham.

¿Y qué opina de las otras nominaciones, como mejor diseño de producción?
Maria Djurkovic es la misma diseñadora de producción con la que había trabajado en Tinker, Tailor, Soldier, Spy y es fabulosa para crear un mundo increíble que incluso se siente en el estudio. Les da vida a nuestros personajes y la época. También estuvimos en el mismo lugar donde sucedieron los hechos y eso sólo genera cierta energía especial, mucha más emoción. Los lugares, esos edificios, los mismos espacios tienen un rol histórico, supongo. Fueron días maravillosos, de verdad. Estábamos cerca de Bletchley y todos los terrenos originales que por supuesto habíamos ido a visitar para nuestra investigación o a los que habíamos ido antes con la escuela. Pero volver para interpretar gente que hizo lo que hizo fue maravilloso.

¿Y la nominación de Keira Knightley como mejor actriz de reparto?
Keira es una amiga y una persona brillante. Se llega muy lejos con alguien que conoces bien, porque tenemos un lenguaje en común. Siempre he admirado su trabajo, desde la primera oportunidad que pude compartir una pantalla de cine con ella en Atonement. Y aunque aquella fue una corta contribución a su extraordinaria actuación, fue maravilloso trabajar con alguien a quien veía desde lejos, siendo extraordinaria desde tan jovencita. Con todas las presiones que tiene en este planeta, siempre está enfocada en el trabajo, pero también tiene una hermosa sonrisa. No veía la hora de volver a trabajar con ella. Y fue grandioso.

¿Hay demasiada diferencia entre la interpretación de una verdadera persona y un personaje completamente ficticio?
Supongo que hay diferencia. Cuando hablas de un verdadero superhéroe, hay demasiada presión por las expectativas de lo que uno pueda llegar a lograr con el material, aunque sea ficticio. Y obviamente, las presiones generan cierta responsabilidad de proteger a la persona real. Las presiones siempre son diferentes, pero al final del día, lo importante es tratar de lograr un buen trabajo.

¿Y como actor resulta divertido revivir aquella época y pelear en la Guerra Mundial lejos del frente de batalla?
Me encanta la experiencia de entender aquella época. Es maravillosa. Es una buena forma de educarnos para descubrir ciertos temas. Eso es lo que más me gusta.

¿Qué paralelo cree que pueda haber en la actualidad con el hecho histórico de haber descifrado el código secreto de los mensajes nazis?
Nunca vamos a saber cuántas vidas pudieron haberse salvado minuto a minuto con la prevención de ciertos ataques terroristas o desastres naturales. ¿Quién lo sabe? Supongo que si hay algo parecido es un secreto que nadie nos va a dar. Pero se estima que al haber descifrado el código secreto de los nazis se acortaron dos años de guerra y se salvaron 14 millones de vidas. Es algo extraordinario. Sería difícil encontrar un paralelo parecido hoy.

¿Es pura casualidad que los directores quieran contratarlo siempre para personajes muy inteligentes?
(Risa) Supongo que la pregunta habría que planteársela a los directores o a mis amigos... pero tampoco quiero estar presente cuando la contesten. Por un lado, es muy halagador, pero también es bastante molesto porque estoy muy lejos del nivel de inteligencia que tienen los personajes que tuve la suerte de interpretar. Lo que busco es algo con lo cual el público pueda identificarse o que les pueda interesar esta gente extraordinaria que también ha logrado algo extraordinario. Esa es la tarea más difícil de un actor: humanizar estas increíbles máquinas de ideas que son ciertas personas. No siempre es fácil, pero es un desafío y es lo que yo también disfruto.

¿El hecho de haber recibido el reconocimiento de una nominación al Óscar no lo llevó a pensar en otros héroes históricos que podría llevar ahora al cine?
Lo bueno es honrar a los héroes que menos se conocen. Y en términos de buscar otras historias, sí, supongo que existe un instinto humano natural a mostrar que hay gente que realmente demuestra que podemos mejorar como seres humanos. Es un ingrediente que siempre me interesa. Veremos, tampoco es una prerrogativa, aunque es difícil escapar a la fuerza de gravedad que tienen esas personas extraordinarias.

¿Qué piensa sobre el juego de imitación de la realidad, en el que hay gente que usa su nombre y de repente abre una cuenta falsa de Twitter o Facebook haciéndose pasar por Benedict Cumberbatch?
Tampoco me puse a revisar demasiado y supongo que por lo general es algo benigno, pero me parece bastante cruel pretender que soy yo para tratar de conseguir admiradores míos. Por eso, mis verdaderos amigos que están en Twitter y usan los medios sociales, se encargan de desenmascarar a aquellos que pretenden que soy yo, porque yo no estoy en Twitter.

 

Por Fabián Waintal

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