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Aunque no dudó en acceder a que su pareja Kanye West se encargara de planificar su boda, Kim Kardashian se siente ahora "agobiada" por la idea que tiene su prometido de llevar a cabo una ceremonia repleta de lujos y detalles.
"Kanye se ha hecho cargo de todos los detalles y parece que el diseñador Ricardo Tisci [director creativo de la firma Givenchy] va a ser el que se encargue de los vestidos de la boda. Aunque ella cree que no es nada romántico que el novio vea sus vestidos antes de la ceremonia. La realidad es que está un poco agobiada", desveló una fuente a la revista Grazia.
El artista estaría pensando en sumar a la celebración principal en Los Ángeles tres fiestas exclusivas en Miami, Nueva York y París, eventos que amenizaría con fuegos artificiales. Tales esfuerzos por crear un ambiente exclusivo se debería a la inmensa ilusión con la que afronta casarse por primera vez en su vida -Kim Kardashian estuvo casada previamente con el productor musical Damon Thomas y el jugador de baloncesto Kris Humphries.
"Para Kim esta será la tercera vez que se casa pero para Kanye es la primera. Le ha dicho a Kim que se va a hacer cargo de todo", comentó el mismo informante.