Laverne Cox, ícono de la lucha de los transgénero

La actriz Laverne Cox. / AFP

Laverne Cox aguarda escondida en un rincón del backstage de Desigual, minutos antes del desfile de la firma española en la Semana de la Moda de Nueva York.

Ella es para muchos Sophia Burset, la peluquera transexual de la rompedora serie "Orange is the New Black", pero sobre todo se ha convertido en un ícono en la lucha por los derechos de la comunidad transgénero, que vive un punto de inflexión en EE.UU.: la televisión lo empieza a normalizar, se anuncia que la Casa Blanca ficha a la primera funcionaria abiertamente transgénero y la historia de la juez Phyllis Randolph Frye ocupa la portada de The New York Times.

La visibilidad transgénero pasa por un momento único. ¿Cree que esta explosión es similar a la que vivió la comunidad gay en los años ochenta y los noventa?

Sé que en términos de visibilidad vivimos un momento sin precedentes, pero esa visibilidad no está salvando las vidas de los transgénero que son asesinados o de los que viven unos niveles de discriminación muy altos, así que la visibilidad está ahí, está bien, pero, para cambiar la vida de las personas, las políticas públicas deben hacerse mejor.

¿No cree que esta batalla va a ser más dura que la de los homosexuales?

No lo sé, pero sí sé que el género es algo con lo que la gente está muy conectada, lo primero que se pregunta cuando alguien va a tener un bebé es si va a ser niño o niña. Y hay ideas profundamente arraigadas sobre lo que significa ser hombre o mujer. Así que cuando seamos capaces de desafiar esas creencias de veras es cuándo tendremos más margen para lograr más aceptación.

Usted creció en Mobile, en el estado sureño y conservador de Alabama. Debió ser duro.

Sí lo fue, sufrí bullying y supe que debía marcharme de allí cuanto antes para ser yo misma, pero también hubo cosas maravillosas. Aquella era una gran comunidad y yo era muy lista, muy inclinada al arte y tuve mucho apoyo para ello, así que estoy agradecida.

Cuando tenía 11 años intentó suicidarse. Después de algo así, ¿es obligación o necesidad lo que siente para ser la cara de esta lucha?

Siento responsabilidad por mi comunidad, pero siempre he creído que esto no va de una o dos caras conocidas, sino de múltiples caras y múltiples historias. Y animo a que otros lo hagan. Yo intento ayudar cuanto puedo a los transgénero contando sus historias y viviendo de una forma auténtica.

El personaje de Sophia Burset ha sido inspirador para mucha gente, ¿qué le supuso a usted personalmente? ¿Fue un punto de inflexión?

Desde luego lo ha sido para mí. Durante muchos años me preparé para hacer un trabajo serio como actriz y entonces llegó este personaje maravilloso y esta serie estupenda en la que pude expresar un gran abanico de emociones humanas y experiencias. Es necesario contar las historias de las mujeres que aparecen en la trama. Esta serie me ha dado la oportunidad de hacer lo que más me gusta y también ha cambiado mi vida. Me ha dado reconocimiento, pero es más significativo lo que ha supuesto para la comunidad a la que represento, hablo con personas transgénero en todo el mundo y me dicen que este personaje les ha inspirado para vivir sus sueños de una transición de forma más auténtica. Y ser un medio para cambiar la vida de las personas reales es lo máximo que un artista puede esperar de su trabajo.

¿Qué ve de especial en Burset para llegar a la gente, no solo a la comunidad transexual o gay?

Pues que ella siempre intenta hacer las cosas bien, pero es bellamente imperfecta y la gente cuando ve imperfecciones conecta, porque los defectos hablan de ellos.

Con sus personajes y su activismo, ¿teme quedar encasillada profesionalmente?

No pienso en ello, creo que al final todos acabamos formando parte de categorías y encasillados. Mi labor como artista es hacer frente a eso y mostrar a la gente que soy más que una sola cosa. Y estoy trabajando en ello.