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Miles de ciudadanos despiden a la duquesa de Alba

En el Salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla, la ciudad en la que murió el jueves la aristócrata Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, se instaló su capilla ardiente.

El País
21 de noviembre de 2014 - 02:54 p. m.
El carro fúnebre que lleva el féretro con los restos mortales de Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, XVIII duquesa de Alba.
El carro fúnebre que lleva el féretro con los restos mortales de Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, XVIII duquesa de Alba.

Cuentan que entre las primeras coronas de flores en llegar estaban las del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; la de los humoristas Los Morancos y la del Betis, club de fútbol del que la duquesa de Alba era seguidora. En el Salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla, la ciudad en la que murió el jueves la aristócrata Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, se instaló su capilla ardiente. Miles de sevillanos -muchos con el móvil listo para hacer fotos- desfilaron desde las dos de la tarde frente al féretro en una jornada declarada de luto oficial. (Leer Restos de duquesa de Alba reposarán en el Cristo de los Gitanos).

Tres cuartos de hora antes de que se abriese la capilla, un Mercedes plateado salió de la Casa de las Dueñas, donde la duquesa residió los últimos años. Dentro viajaban sus restos en dirección al Consistorio. Cayeron claveles blancos entre gritos de 'guapa' lanzados por algunos vecinos. En el Ayuntamiento fue recibida con aplausos y entró a hombros de familiares y amigos. (Ver galería La duquesa de Alba, la aristócrata con más títulos del mundo).

Los priostes de la Hermandad de Los Gitanos se encargaron de la escenografía de la capilla ardiente: el féretro cubierto con las banderas de España y de la Casa de Alba, un cuadro del Cristo de los Gitanos, otro de la Virgen de las Angustias y dos cojines en los que reposaban las medallas y títulos que atesoraba.
María Jesús Velázquez, quien el domingo cumple 50 años, fue la primera de los miles de ciudadanos en entrar. Paseaba ayer por el centro de la capital andaluza cuando una amiga le avisó de que la aristócrata había muerto. 'Me he acercado a verla. Era un personaje entrañable de Sevilla', dijo.

De su pertenencia y vínculos con la ciudad habló su confesor y amigo, el sacerdote Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp. 'Ella tenía una espina clavada: haber nacido en Madrid'. Pero, según recalcó este sacerdote, 'para ser un sevillano de los pies a la cabeza uno tiene que morir en Sevilla'.

Sus restos serán incinerados y parte de las cenizas reposarán en una capilla de la antigua iglesia del Valle, sede de la Hermandad de Los Gitanos, de la que era fiel. El templo, situado a unos minutos del palacio de Dueñas, se terminó de restaurar a principios de 1999. Y parte de las obras de la iglesia fueron sufragadas por Cayetana, quien también donó un manto a la Virgen de las Angustias con el escudo del ducado.

Sus seis hijos estuvieron presentes en la capilla ardiente, entre otros familiares. También, los representantes de los grupos políticos del Ayuntamiento, con el alcalde, el popular Juan Ignacio Zoido, a la cabeza. Fue el regidor quien anunció a través de Twitter la muerte de la aristócrata, que tuvo una gran repercusión en las redes sociales. Muchos de los jóvenes que se acercaron al Consistorio no se resistieron a la tentación del autorretrato con el móvil o la fotografía del féretro.

'Esto es histórico para la ciudad y creo que teníamos que estar aquí, en primera fila', argumentaba Ana, a la que le llamó la atención la cantidad de coronas que rodeaban el féretro.

Cristina, quien se confesaba gran admiradora de la fallecida, salía de la capilla ardiente con el móvil en la mano y enseñándole las fotos que acababa de hacer a su amiga Loreto, unas instantáneas que en segundos subieron a las redes sociales. 'He venido por el reconocimiento histórico que creo que hay que darle a esta señora, porque ha hecho mucho por Sevilla', comentaba la joven, que no quería marcharse tan pronto y echaba un último vistazo a la fachada del Ayuntamiento. Ambas quisieron dejar unas palabras en el libro de condolencias: 'Para ti hay vida detrás de la muerte', escribió Cristina.

Está previsto que la capilla ardiente vuelva a abrirse a las nueve de esta mañana. Dos horas después se trasladarán los restos a la catedral, donde se celebrará el funeral, que oficiará el cardenal emérito de Sevilla Carlos Amigo.

Por El País

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