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Simone Simons maneja varias agendas alternas, aunque su pacto de sangre lo tiene con Epica. La banda holandesa ha sido durante más de una década la prioridad para la cantante. Sin embargo, en el último año la crianza de un hijo ha hecho que sus compromisos tengan que ser asumidos con sensatez, planeación y madurez. Por fortuna para ella, tiene el respaldo de su familia y gracias a eso ha podido seguir figurando en la parte delantera de uno de los grupos de mayor reconocimiento en la escena del metal gótico.
Simons, además de Epica y de desempeñar su rol de madre, tiene proyectos diferentes y algunos hobbies que le quitan tiempo, pero que logran multiplicar sus apariciones en los medios de comunicación. Es una apasionada de la fotografía y por eso tiene varias cámaras dispuestas para complacer sus necesidades artísticas. Las arma, les cambia los lentes y sale a la calle en busca de historias visuales que merecen ser expuestas.
También le gusta el jazz y, por complejo que parezca, ha podido asumir el proyecto con su marido a partir del género de las síncopas y lo ha alternado con la exigencia que representa ser la voz principal y, por supuesto, la imagen viva de una banda en la que se fundamenta en Holanda la evolución contemporánea de lo que se denomina rock gótico, progresivo y hasta sinfónico.
“Disfruto mucho en el proyecto de jazz que tengo con mi pareja, pero no tengo demasiado tiempo para ello porque Epica es una banda muy exigente que siempre demanda tiempo, compromiso y pasión. Además, el tiempo libre del que dispongo está dedicado a mi hijo, de modo que no es algo que tenga ahora mucha continuidad, sino más bien una vía de escape puntual que me ha llevado a ampliar el radar y a conocer más sonoridades”, cuenta Simone Simons, quien es catalogada como una mezzosoprano dedicada al estilo rebelde.
Esta cantante es el eje de las miradas masculinas por razones que saltan a la vista, pero también es imán para los ojos femeninos, con los que comparte un blog (SmoonStyle) en el que registra constantemente secretos de belleza, cuenta experiencias intrépidas durante sus viajes de placer o sus giras profesionales, y transforma a las mujeres en cómplices de sus indumentarias personales y de sus respectivos accesorios.
“Me fascina hacer mi blog, pero lo primero es el sonido de la banda, porque la belleza se va algún día pero la voz no. Me encantan el diseño de modas, ir de compras, usar maquillaje y arreglarme el pelo. Me gusta mucho esa clase de cosas (bueno, soy una mujer, creo que a todas las mujeres nos gusta eso), pero mi buen aspecto es un suplemento, ya que hay gente que valora más la música y no me ven como un símbolo sexual. Hay que recordar que también tengo cerebro”, dice sin disimular la risa.
Los seguidores de sus diferentes propuestas individuales, así como los fanáticos de la banda Epica, saben que en ella recae el espectáculo y que dentro del engranaje grupal la mujer de pelo por lo general rojo es una pieza que no puede faltar. Algunos se han atrevido a catalogarla como la “Reina del Metal” por su compromiso, por estar siempre dispuesta y por hacer hasta lo insospechado por el grupo. Sin embargo, Simone Simons no ve por ningún lado la corona. “Hay otras vocalistas que merecen eso más que yo. Doro Pesch, excantante de la banda de metal Warlock, por ejemplo, lleva 30 años en esto, yo solamente 10. Pero me gusta sentirme algo así como una ‘princesa’ del género”.
El grupo Epica está formado por Mark Jansen (guitarra y voz), Simone Simons (voz), Coen Jansen (teclado), Yves Huts (bajo) y recientemente se incorporaron a la nómina el guitarrista Isaac Delahayee y el baterista Ariën van Weesenbeek. El más reciente trabajo discográfico del grupo se llama The Quantun Enigma y fue lanzado desde su propia página en mayo pasado.
“En el álbum tenemos algunas viejas influencias de nuestros primeros trabajos, algunas referencias del álbum Design Your Universe y algunos nuevos elementos que queríamos compartir con el público que nos ha aplaudido desde hace más de una década, pero también pretendemos llegarle a otra gente y que nos conozcan y disfruten nuestra música tanto como nosotros gozamos entrando al estudio o parándonos en un escenario”, cuenta Simone Simons, a quien, a pesar de defender la propuesta del metal gótico y de liderar un formato de jazz con su esposo, no le molesta seguirles la pista a artistas como el brasileño Michel Teló. Incluso un video de la mezzosoprano bailando al estilo del Ai se eu te pego se convirtió en viral, como casi todo en lo que aparece.
Simone Simons es una voz preparada con un respaldo llamativo. En ella, belleza y talento han ido de la mano sin soltarse.
Festival Metal Millenium. Domingo 21 de septiembre, a partir de las 3:00 p.m., coliseo cubierto El Campín, Bogotá. Información y boletería: 593 6300 y www.tuboleta.com.
jpiedrahita@elespectador.com