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La hija de los duques de Cambridge, Carlota de Cambridge cumplía su primer año de vida el lunes 2 de mayo y fue obsequiada con lujosos y originales regalos de todos aquellos que quisieron desearle un feliz día. Uno de los regalos recibido por la pequeña fue un sonajero de oro blanco de 18 kilates cubierto de diamantes, rubíes y zafiros, valorado en 38.000 euros (44.000 dólares), de la joyería Natural Sapphire Company. (Galería Duques de Cambridge celebran el primer año de la princesa Carlota).
No obstante, los padres de la pequeña, Guillermo y Catalina, no se quedaron con todos los regalos.
"La pareja se ha llevado muchos regalos a casa, algunos se han guardado en la Casa Real y otros se han donado a organizaciones que pueden hacer buen uso de ellos", explicaba un portavoz del palacio de Kensington, residencia de los duques Cambridge.
El presidente de Estados Unidos y su esposa, Barack y Michelle Obama, le regalaron un rompecabezas y una versión en peluche de Bo, el perro del matrimonio. Por su parte, el primer ministro británico David Cameron, la obsequió con todo un clásico, una copia de los cuentos de hadas de Hans Christian Andersen.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau le regaló a la princesa un traje para la nieve y un libro, e hizo una donación de 69.000 euros (79.000 dólares) en su nombre a la asociación Immunize Canada, que promueve el uso de vacunas.
De su abuelo, el príncipe Carlos, Carlota recibió un sonajero de sauce hecho por el cestero irlandés Ciaran Hogan, y de parte de su tía Pippa Middleton, pañales biodegradables hechos con tejido natural.
Durante sus viajes oficiales, Guillermo y Catalina también fueron obsequiados con regalos para Carlota y su hermano Jorge, como los abrigos a juego de los reyes de Bután o los ositos de peluche, sábanas y zapatos hechos de lana de Stansborough que trajo el príncipe Enrique de su viaje a Nueva Zelanda.
En su última visita al Reino Unido, el presidente de China Xi Jinping y su mujer Peng Liyuan, le regalaron a la pequeña una colección de figuras de seda que representan el clásico de la literatura china, 'Sueño en el pabellón rojo'.