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Derrick Ashong, nacido en Accra, capital de Ghana, empezó sin saberlo, en su habitación de universitario, en Harvard, un proyecto que está cambiando la vida de todos los artistas que no tienen publicistas ni han firmado contrato con grandes sellos discográficos alrededor del mundo. La idea se materializó en el verano de 2004, cuando un grupo de 20 músicos, artistas, activistas y cineastas se dirigieron a Accra, la ciudad de Ashong, para filmar el video de la canción Sweet Remix, un tema inspirado en el clásico de África Occidental Sweet Mother. El video entró rápidamente al top 5 de los clips musicales que en su momento se estaban reproduciendo en Ghana y se codeó con trabajos de R. Kelly, Usher y Beyoncé. Un año después, y gracias a los fans, la canción sonaba en más de 50 países.
“Esta experiencia —comenta Ashong— lanzó mi carrera en la industria del entretenimiento y me dejó algo muy claro: puedes lograrlo en la música sin un publicista, sin un sello, puedes lograrlo si sabes o no tocar un instrumento, pero jamás podrás lograrlo si no tienes fans”. Y había que encontrar la forma de que el aficionado interactuara con el artista sin ruido de por medio. Por eso nació Amp.it, una plataforma que, en palabras de Stan Jakubowicz, su vicepresidente de contenido y producción, “es una red social que premia a los fans por descubrir y compartir nueva música. Vas caminando, ves a un grupo de tu ciudad tocando en la calle o en el bar, de alguna manera los descubres y los filmas, luego los llevas a la plataforma, les das un ‘amp’, es decir, amplificas su música y su mensaje, y ambas partes ganan”.
Con la plataforma ya estaba creada la base, pero se necesitaba una excusa para moverla. Mientras Jakubowicz y Ashong realizaban un documental sobre Ismael Hernández, el grafitero colombiano asesinado por la descarga eléctrica de una pistola táser accionada por un policía en Miami Beach, se dieron cuenta de que, así como Ashong se había reunido con un par de amigos en su casa de Accra para hacer música urbana, había miles de jóvenes haciendo lo mismo en Estados Unidos, y posiblemente alrededor del mundo. De la música urbana pasaron a la escena urbana y juntos tuvieron la idea de hacer, a través de Amp.it, un concurso en el que el público eligiera a los ganadores. Así nació Take Back the Mic.
La copa mundial del hip hop
En esta copa mundial se encuentran compitiendo tres países: Colombia, Jamaica y Brasil. Por Colombia compite la ciudad de Medellín, por Jamaica compite Kingston, su capital, y por Brasil, Río de Janeiro.
Hay dos modalidades para entrar al juego: como artista o como fan. Los artistas deberán subir sus videos mientras los fanáticos votan. La etapa semifinal tiene dos fases, la primera es la selección —por cada país y con los votos de los fans— de tres artistas que le contarán sus historias al público; en la segunda fase los fans votarán por la historia que más les haya gustado, y así se elegirá un solo representante por país. Éstos elegidos podrán viajar a Miami con todos los gastos pagos a la final que se realizará en la conferencia eMerge Americas, congreso donde la música, los medios y la tecnología se encuentran.
Jakubowicz asegura que el ganador “no tendrá un contrato con una disquera ni le darán un millón de dólares, pero puede estar seguro de que al presentarse en el escenario de eMerge contará con una gran ventana al mundo para convertirse potencialmente en una estrella verdadera. Estamos hablando de los mejores ejecutivos de la música reunidos en un solo lugar. Pero lo más importante es la oportunidad que tendrá el artista de contar su historia, su pasado, su fuente de inspiración. Con esta plataforma queremos que el artista crezca, y crecerá”. Además nos recuerda que es el fan quien va al volante: “Los fanáticos que reporten el mayor número de votos y movimiento en la plataforma Amp.it viajarán junto con los artistas, con todos sus gastos pagos. Aquí premiamos al fan: es lo que nos hace diferentes”.
Los concursantes
Juan Carlos Tobón, creador del grupo musical Narco Poetas, es uno de los concursantes y su historia comenzó en la década de los 90, cuando bailaba break dance. “Para 1991 ya estaba ejecutando mis primeros pasos. Era una época muy marcada por el narcotráfico, por Pablo Escobar. Lo habían matado hacía tres años y las secuelas se sentían por todos lados. Teníamos muchas inconformidades y ganas de gritarle al mundo. Todos señalaban a Colombia, este hermoso país, de corrupto. Entonces decidí que si un poeta era ‘narco’ liberaba lo negativo de esa etiqueta a la cual estábamos sometidos”. Fue así como la mercancía que empezó a comercializar Tobón se convirtió en música, en miles de discos que la gente compraba para apoyarlo y degustar su talento. “Así como existe la poesía nadaísta yo quería crear la poesía narco. Ya hay varios colectivos que entienden esto e incluso han utilizado nuestra idea para crear sus nombres”.
Tobón se convirtió en un agente de cambio a través de la música y el baile. Su red, la gente que lo escuchaba y apoyaba, se amplió de manera inesperada y fue así como se enteró del concurso Take Back the Mic y de la plataforma Amp.it: “Un amigo que había viajado a Miami me mandó el link y yo me encargué de hacerle publicidad, monté el trabajo de mi grupo y comencé a trabajar por los puntos (votos) que quería conseguir. Este concurso significa la oportunidad de seguir expandiendo nuestra crítica y experiencia, de soñar con que el mundo algún día nos va a escuchar”.
Narco Poetas, Nazareno y Crew Peligrosos son los semifinalistas de Colombia en el concurso y se encuentran contando sus historias para ganarse un “amplificado” que extenderá sus voces a todos los rincones del mundo. Sólo basta entrar a www.amp.it y dar un clic por la banda que queremos que represente las historias de nuestros barrios colombianos. De paso, quien más votos haya hecho como fan también logrará un puesto para entrar a la final. Las estrellas no estarían en el firmamento si no hubiese hombres que creyeran en ellas.