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“Trato de no ponerme furiosa”: Charlize Theron

Theron interpreta a Emperatriz Furiosa en la nueva versión cinematográfica de “Mad Max”. Su personaje intenta escapar con un grupo de mujeres de un mundo posapocalíptico.

Fabián W. Waintal
16 de mayo de 2015 - 03:23 a. m.
Warner Bros. Derechos reservados y AFP
Warner Bros. Derechos reservados y AFP
Foto: Jasin Boland

En la ciudad de Benoni, en Sudáfrica, nació Charlize Theron el 7 de agosto de 1975, apenas cuatro años antes del estreno de la primera película de Mad Max. Para cuando salió la tercera película, en 1985, ella ya estaba tomando clases de ballet. Y como no tenía demasiado futuro en su país, probó suerte en Europa y después en Estados Unidos, donde la contrataron en Nueva York para el Ballet Joffrey. Pero una lesión en la rodilla terminó con su carrera de bailarina clásica. En 1994 volvió a probar suerte en Los Ángeles, gracias a un pasaje de avión que su madre le compró... Sin retorno. No le fue tan bien en ninguna de las primeras reuniones con diferentes representantes de Hollywood, pero el destino cambió justamente cuando Charlize fue a un banco para cobrar un cheque de US$500 que le había dado la madre y generó un escándalo cuando no se lo quisieron pagar por no ser un cheque firmado en California. Llamó tanto la atención de un representante de Hollywood que estaba en el banco que le dio su tarjeta prometiéndole que le iba a conseguir trabajo si aprendía bien el idioma. Así fue como consiguió sus primeros trabajos, en una película desconocida. La gran oportunidad se la dio Tom Hanks con una película que él mismo dirigió, That Thing You Do! De a poco se fue destacando cada vez más en películas como The Cider House Rules o The Italian Job, pero la fama internacional llegó con el Óscar que ganó con una historia de la vida, Monster. En 2005 incluso grabaron su nombre en una de las estrellas del Paseo de la Fama en Hollywood Boulevard. Dior tampoco tuvo problema en pagarle US$2 millones anuales para ser la imagen del perfume J’adore, y por el reloj suizo Raymond Weil cobra otros US$2,5 millones. Pero el éxito también lo tiene a nivel personal, porque aunque no quiera tocar el tema, Charlize está emparejada con Sean Penn y tienen un hijo adoptivo llamado Jackson.
 
Ya la habían presentado en el Teatro Chino de Hollywood, pero los estudios de Warner Bros. eligieron el prestigio del Festival de Cannes para el estreno mundial de la fabulosa versión de la película Mad Max, con Tom Hardy en vez de Mel Gibson y la furia de Charlize Theron como la superestrella femenina.
 
Ya que bautizaron a tu personaje con el nombre en español de “Furiosa”, ¿qué la pone furiosa? ¿Ciertas entrevistas, por ejemplo?
 
No, no, para nada. Yo trato de ir por la vida lo mejor que puedo, sin ponerme furiosa. Alguien me dijo que Namibia, el lugar donde filmamos la película, había sido creado cuando Dios estaba realmente enojado. Es como un mito en Namibia. Y lo interesante es que hayamos filmado la película ahí. Viajo bastante y me gusta estar informada de ciertos temas que pasan en el mundo y todo lo que nos hacemos unos a otros, todo el sufrimiento que permitimos; es lo más cercano a ese sentimiento. Es algo que me molesta, pero trato de evitarlo. Soy una persona bastante feliz.
 
¿Se considera una mujer tan fuerte como su personaje?
 
Yo la sentí muy real. Para los actores siempre hay algo que resuena, algo muy humano. Al final del día, aunque las circunstancias sean diferentes, interpretamos a personas y la condición humana se manifiesta en cada circunstancia.
 
¿El corte de pelo fue una exigencia o una elección?
 
Nadie me lo exigió. La producción de la película tuvo muchas idas y vueltas. Y cuanto más tiempo tuve, más informada estaba con la historia. Como actriz, sólo traté de entrar en ese mundo y hay algo maravilloso en el elemento sorpresa. Nunca tratamos de esconderla como mujer, pero así pudo mezclarse en ese mundo donde casi se olvidan de que es mujer. Yo quería que pudiera desaparecer entre tantos hombres. Y no sé si lo hubiese podido lograr con un peinado más largo. Y ahí fue cuando le sugerí al director afeitarme la cabeza. Ni siquiera me contestó, se quedó callado y lo tomé como algo positivo.
 
***
 
En un mundo posapocalíptico donde ya no hay agua ni espacios verdes, la película vuelve a mostrar un solitario Mad Max (Tom Hardy en vez de mel Gibson) atrapado por un grupo dominado por el tirano Immortan Joe, que domina un imperio alimentándose de sangre ajena o extrayendo leche de madres como si fueran vacas. Y es ahí donde Charlize Theron surge como la Emperatriz Furiosa que intenta escapar de ese mundo diabólico con otro grupo de mujeres.
 
¿Cómo aceptó protagonizar la película?
 
Siempre me fascinó la carrera de George Miller como director. Y cuando escuché que tenía este proyecto, fue emocionante que me consideraran. También me encantaron las ideas perdidas que había y todo lo que se hablaba de estos personajes que estaba creando, además de un rol femenino que iba a estar a la par de Mad Max. Eso me intrigó muchísimo. Cuando conocí a George ya no era un mito, y después de una larga, larga, pero muy larga cena me enamoré (risas).
 
¿Nota que poco a poco van surgiendo más roles femeninos en películas de acción?
 
Sí y no. Supongo que es una pregunta bastante complicada de responder. No importa tanto la cantidad como la calidad. Hay mujeres en este estilo de películas, todo el tiempo. Y cuando dijeron que iban a poner una mujer a la par de Max sonó genial, pero es algo que también escuchamos antes. No quería ser la nena linda que se queda siempre atrás como una escenografía. Por eso tuve mis dudas. Las mujeres queremos que nos consideren iguales, aunque tampoco quiero ser mucho más de lo que soy realmente. Simplemente soy auténtica. En el cine solemos ser una buena prostituta o una buena madre. Y por eso es tan bueno cuando una película genera un cambio. Debería haber muchas más películas así.
 
¿En este caso le hubiera gustado tener más diálogos que escenas de acción?
 
Eso lo discutí bastante con el director, porque a él le fascina la acción. Yo hacía tiempo no había estado en un escenario donde debía contar una historia con el cuerpo. Los actores luchamos por tener una frase, por miedo. El diálogo es nuestro bastón de apoyo. Pero al ver la película, era evidente que así teníamos que filmarla.
 
¿Cuál fue la escena de acción más difícil de filmar?
 
Me costó filmar la escena en la que Max se cae del auto y lo tengo que sostener. No podía hacerlo. Empecé a inclinarme hacia el lado de afuera de la ventana y pensé que todo iba a terminar mal. Por supuesto me preocupaba que Tom (Hardy) también se cayera al suelo, pero creí que me iba a caer con él. Estábamos casi atados. Ese día tuve mucho miedo, no lo puedo negar.

Por Fabián W. Waintal

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