Brasil tendió la "alfombra roja" al régimen iraní, según el diario Washington Post, que critica en un editorial al presidente Luiz Inácio Lula da Silva por la visita del mandatario iraní, Mahmud Ahmadineyad.
"El pasado lunes Lula literalmente le dio un abrazo de oso al presidente iraní, con el que constató el mayor avance en su esfuerzo por apuntalar su dudosa situación nacional e internacional" , dice el editorial.
Según el Post, la administración del presidente Barack Obama, al igual que la de su predecesor George W. Bush, mira a Brasil como una "superpotencia emergente cuyo dinamismo económico y democracia " relativamente estable" le hacen un " aliado natural" de Estados Unidos.
Sin embargo, según el diario, el potencial de Brasil " se ha sobreestimado frecuentemente" y parece que " siempre será el país del futuro".
El diario critica la " cálida bienvenida" del presidente de Brasil al de Irán, en un momento en el que " incluso Rusia discute públicamente nuevas sanciones contra Teherán", mientras que " el Gobierno brasileño firmó 13 acuerdos de cooperación con el régimen" iraní.
Asimismo lamenta que Lula " no tenga algo que decir sobre la sangrienta represión de los movimientos iraníes prodemocráticos o la negación que hace Ahmadineyad sobre el Holocausto y el derecho de Israel a existir".
Sin embargo, Lula " declaró que Irán tiene derecho de tener su programa nuclear".
" Ahmadineyad, de vuelta, apoyó la puja de Brasil por conseguir un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU", una vieja aspiración del país suramericano.
Los defensores de Lula, según el diario, indican que invitó al presidente iraní porque " aspira a mediar en el conflicto de Oriente Medio". Pero si así fuera, agrega, el mandatario brasileño " simplemente demostraría su ignorancia en la región".
" El apoyo de Lula a Ahmadineyad no cambiará el fanatismo (del líder iraní) , sino que le hará más fuerte. Lo que asegurará que cualquier intento de Brasil de mediar en Oriente Medio será rechazado por Israel y los principales países árabes".
El diario califica de " patética" la gira internacional de Ahmadineyad, que le ha llevado a visitar Gambia y Senegal, en África, y Venezuela, Bolivia y Brasil, en América Latina.
" La gira de Amhadineyad ha sido patética y ha servido para subrayar el creciente aislamiento de su camarilla, si no fuera por la cálida bienvenida de Brasil", dice el diario.
Según el Post, si Brasil quiere tener influencia mundial tiene que decidir entre " apoyar a parias como Ahmadineyad o tratar de posicionarse entre el occidente democrático (...) y asegurarse de que sigue siendo el país del futuro".