Discovery Channel presenta a uno de los asesinos más temidos de Colombia

‘El Monstruo de los Cañaduzales' es el primer capítulo de la serie ‘Instinto Asesino'.

El Espectador
05 de febrero de 2010 - 02:10 p. m.

Manuel Octavio Bermúdez, un vendedor de helados de 56 años de edad protagonizó a principio de 2000 una historia similar a la de Luis Alfredo Garavito, ‘la bestia' que asesinó a más de 100 niños en el país.

Bermúdez, luego de varios años, fue investigado por la justicia por haber causado entre 1999 y 2003 la muerte de 21 niños, aunque sólo se encontraron los cuerpos de 17 de ellos en los cañaduzales de Palmira, Pradera, Yotoco y Tuluá, en el Valle del Cauca.

Desde entonces, este vendedor de helados fue conocido como ‘El monstruo de los cañaduzales', uno de los asesinos en serie de los que ha sido víctima Colombia.

Su historia será contada a Latinoamérica por Discovery Channel a través de la serie ‘Instinto Asesino' el próximo lunes 8 de febrero a las 9:45 de la noche.

El episodio titulado ‘El monstruo de los cañaduzales' revelará que muchas veces los asesinos en serie siguen las conductas de otro psicópata, tal como hizo Bermúdez al seguir los pasos de Garavito.

Pero ‘Instinto Asesino' no presentará sólo con el caso colombiano. En seis capítulos de una hora cada uno exhibirá a los más sanguinarios asesinos de América Latina y analizarán los actos que convirtieron a estos personajes en los homicidas más temidos de su tiempo, así como las investigaciones que llevaron a su identificación y captura en diversos países de la región.

Los televidentes podrán conocer o recordar el caso mexicano de Juana Barraza, alias la Mataviejitas, y del brasileño Francisco de Assis Pereira, mejor conocido como el Maníaco del Parque, entre otros.

Los asesinos latinos más temidos

- La Mataviejitas (México), 15 de febrero a las 9:45 p.m. En la Ciudad de México, entre 2002 y 2006, aparecieron cadáveres de ancianas a las que se había dado muerte en sus propios domicilios. Todos los cuerpos presentaban signos de estrangulamiento provocado con elementos que el asesino tomaba de la misma escena del crimen, tales como medias o cables, lo cual hacía suponer que se trataba de un individuo dotado de gran fuerza física.

Sin embargo, varios testigos aseguraban haber visto a una mujer vestida de enfermera rondando a sus víctimas. Ante la desconfianza y el temor crecientes de la población de la tercera edad, se planteaban varias interrogantes: ¿Quién podía ser tan despiadado como para ultimar indefensas mujeres mayores? ¿Cuál era su móvil?

- El Maníaco del Parque (Brasil), 22 de febrero a las 9:45 p.m. El caso de Francisco de Assis Pereira figura en las crónicas policiales brasileñas como el de uno de los peores psicópatas de la historia de este país, ya que, entre 1997 y 1998, privó de la vida a once mujeres después de violarlas en un parque de las afueras de la ciudad de San Pablo.

Su modus operandi era exactamente el mismo en todos los casos: encontraba jóvenes en supermercados o paradas de autobús, y se presentaba como un cazatalentos en busca de bellezas para agencias de modelos. Sin embargo, comete un error fatal y deja una marca en uno de los cuerpos. Después de una cacería humana de 23 días que se extiende de Brasil a Argentina, el mundo conoce la identidad del asesino y se termina su siniestra carrera criminal.

- Masacre escolar (Argentina), primero de marzo a las 10:00 p.m. El 28 de septiembre de 2004 a las 7:30, ‘Júnior', de 15 años, entró a su aula de la escuela Islas Malvinas, en Carmen de Patagones, provincia de Buenos Aires, y apuntó a sus compañeros con una pistola Browning 9 milímetros.

El saldo de la tragedia escolar fue de tres muertos y cinco heridos, dos de ellos de gravedad. Todo ocurrió en menos de 2 minutos. El caso fue comparado con la masacre de Columbine, en Estados Unidos, y es el único crimen de este tipo registrado en Latinoamérica. Aún ahora, este caso presenta más enigmas que explicaciones, y marcó la vida de todo un pueblo y sus habitantes.

- El Padrino (México), 8 de marzo a las 10:00 p.m. En 1989 el hallazgo de una serie de brutales asesinatos cometidos en el estado mexicano de Tamaulipas conmovió al mundo. En el rancho Santa Elena, refugio de una banda de narcotraficantes ubicado en las afueras de la ciudad de Matamoros, yacían los cadáveres mutilados de 12 personas, entre ellos el estudiante estadounidense Mark Kilroy.

Los cuerpos estaban descuartizados, y se les habían extirpado el corazón, el cerebro y la espina dorsal como parte de sangrientos rituales del culto afrocubano, Palo Mayombe, efectuados con el fin de obtener protección sobrenatural para importantes narcos mexicanos ahijados de Adolfo de Jesús Constanzo, ‘El Padrino'. Los medios los llamaron a la secta de Constanzo, los Narcosatánicos y las autoridades federales de México y Estados Unidos comenzaron una búsqueda sin cuartel. Cuando ‘El Padrino' y sus cómplices son ubicados y cercados en un departamento de la Ciudad de México, inicia la batalla final.

- El Vampiro de Niteroi (Brasil), 15 de marzo a las 10:00 p.m. A comienzos de los años noventa los cuerpos sin vida de varios niños aparecían sin cesar en las calles de Río de Janeiro. Un salvaje asesino en serie actuaba con total impunidad. Captaba a los menores en las zonas marginales, ofreciéndoles comida, golosinas o dinero. Los mataba a golpes y los violaba.

Finalmente, compraba los periódicos para ver si habían sido hallados. En algunos casos había bebido la sangre de sus víctimas, y otros cuerpos fueron encontrados decapitados o les había arrancado el corazón. Se trataba a todas luces de la obra de un demente extremadamente peligroso, pero ¿quién era?

Por El Espectador

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