Betty, la fea que enamoró a los colombianos

"Yo soy Betty, la fea", llega al teatro. / Cortesía

La divertida fealdad de Betty marcó una época importante en la televisión colombiana. Fernando Gaitán, el responsable de esta creación, la tuvo clara desde el principio. Desafió y rompió paradigmas con una historia que posicionaba el atractivo de la mujer como el tema principal y dejó en tela de juicio los estereotipos comunes.

Su risa, su vestimenta, sus anteojos y sus brackets eran el complemento perfecto para una Betty que, a pesar de no contar con un atractivo físico, tenía una gran inteligencia, aunque no era suficiente para lograr sus metas. Este personaje fue tan icónico, que consiguió que la televisión colombiana lograra mostrar que la más bonita no siempre es la que gana, y que más allá de atractivo, se necesita inteligencia.

Un mensaje que puede caer en el cliché, pero que fue muy significativo en su momento, abrió una discusión importante sobre el tema de la belleza y que después de 17 años de estar ausente en la pantalla, regresa para llenar de nostalgia a toda una generación que creció viendo el carácter fuerte de “don” Armando, la antipatía de Marcela, la envidia de Patricia Fernández, la gracia de Hugo Lombardi y los chismes de todo el “cuartel de las feas”. Aunque regresa, lo hará en un formato diferente: el teatro.

Natalia Ramírez, quien le da vida a Marcela, manifestó que no fue nada fácil coordinar este proyecto por cuestiones de disponibilidad, pero que aun así está feliz de haberlo logrado. “Es un sueño de hace 17 años, realmente siempre pensé que no podía quedarse así. Cuando nosotros hicimos Betty, en mi caso, yo no pude disfrutarla. Quisimos volver a retomar, y duré más de una década tratando de convencer a Fernando Gaitán, hasta que lo logré”.

Incluso, el propio Gaitán admitió que al principio nunca estuvo interesado en hacer otra versión distinta, y mucho menos en teatro. No le motivaba la idea. “Las propuestas teatrales se manifestaron una y otra vez sin que me generara un entusiasmo particular. Lo más curioso de todo es que en ninguna de las propuestas se habló de tener al elenco original; siempre se habló de una versión distinta y con nuevas interpretaciones. Después de más de 15 años de haberse lanzado la telenovela, el elenco había tomado su camino; Ana María Orozco y Paula Peña se habían radicado en Argentina muchos años atrás. Los demás estaban en el día a día de su trabajo”, dijo Gaitán.

Betty no solo fue importante para los televidentes colombianos, sino también para su elenco, que estuvo día y noche durante varios meses haciendo la producción que más adelante se convertiría en el referente de otras historias que se reinterpretaron en países como Brasil y México. El reencuentro entre la familia, que duró más de una década en caminos aparte, para ellos fue indescriptible.

“Volverlos a ver fue una celebración, porque yo recuerdo que cuando hicimos Betty, no estábamos ni ocho horas en nuestra casa, incluso éramos más nuestros personajes que nosotros mismos. Siempre fue muy divertido estar con ellos y compartir tiempo juntos; volverlo a hacer después de tanto tiempo ha sido una de las experiencias más gratas de mi vida”, comentó Ana María Orozco, quien encarna a Betty.

Para Ana María, este personaje ha sido uno de los más importantes de toda su carrera, porque caracterizó a una mujer que llegó para quedarse y con la que miles de mujeres se identifican. Su crecimiento tanto personal como profesional fue tan grande, que ella desearía que Betty fuera inmortal.

Orozco se devolvió en el tiempo y quiso recordar esa primera vez que estuvo en el set de grabación presentando el casting para el papel que le cambiaría la vida. “Yo hice como dos meses de casting. Fue todo un proceso y había mucha gente detrás de eso. Yo sé que no fue fácil, pero cuando leí la sinopsis del personaje me encantó, me pareció divertidísimo para mí como actriz caracterizar a Betty; estaba loca por hacerlo. Disfruté mucho cada momento”.

Aunque Betty pase a las tablas, seguirá conservando su esencia al pie de la letra, y nada puede dar mas fe de eso que el hecho de que todos los actores son los mismos de hace 17 años. Un reencuentro artístico que está dispuesto a hacer reír y llorar de nostalgia a todos sus asistentes.

Pasar al teatro significó para todo el elenco llevar el drama de Ecomoda a otro nivel, que también representó un reto para los actores, sobre todo porque la obra tiene elementos que para muchos fueron nuevos, en el caso de Ana María, tener que bailar fue algo que la sorprendió. “Me tomó por sorpresa la propuesta, pero me le medí, y como la obra tiene sus toques de musical yo lo disfruté mucho. Ha sido un reto lindo e inesperado”, confesó.

La obra de teatro es toda una máquina del tiempo, que viaja hasta principios de siglo para traer de vuelta una historia que dejó huella en los hogares colombianos, sobre todo porque justo en esa época, el país estaba atravesando por una situación difícil en la presidencia de Andrés Pastrana, y la novela era el “momento feliz” del día a día.

Tanto los actores como los asistentes a Betty la fea. Teatro vivirán de nuevo este espacio, pensado para revivir los sentimientos que envolvían a las familias colombianas cada vez que el programa comenzaba. “Este reencuentro es único. Es un evento que no se pueden perder; es una obra muy divertida. Se van a emocionar como nosotros en el escenario. Se van a reír mucho y van a pasar un rato inolvidable lleno de nostalgia, amor, una avalancha de sentimientos”, concluyó Ana María, conmovida y alegre a la vez.

“Betty la fea. Teatro”. A partir del viernes 25 de enero, segunda temporada en el Teatro Cafam (Bogotá). Funciones: viernes, sábados y domingos. Información y boletería en Pintiket.