La fibra de Pepa Pombo

En 1978 la diseñadora colombiana fundó un negocio familiar que lleva su nombre. En 2002 designó a su hija Mónica Holguín el cargo de directora creativa de la marca. Al cierre de la feria de moda más importante de Colombia, hablamos con Pepa.

Natalia Piza - Enviada Especial
29 de julio de 2017 - 09:20 p. m.
Mónica Holguín y Pepa Pombo en la inauguración de Colombiamoda 2017.
Mónica Holguín y Pepa Pombo en la inauguración de Colombiamoda 2017.

París de Asia es la colección que la marca "Pepa Pombo by Mónica Holguín" presentó en la inauguración de Colombiamoda. Una serie de prendas de tejido de punto, con bordados inspirados en la cestería de hoja de palma, acompañados con estampados y patrones de tulipanes y lotos. Estos elementos se mezclaron con rayas y texturas repujadas en tonos naranja, rojo, negro, amarillo oro, azul y blanco. El tema central de esta colección fue la mujer en el arte y la influencia en la manera de vestir que tienen los viajes a Europa y Asía. Mónica hizo un homenaje a su mamá, Pepa Pombo, una diseñadora formada en la pintura. 

La herencia de Pepa

El proceso de entregar la marca Pepa Pombo a su hija fue lento porque “desde que nació estuvo metida en la industria, la fábrica y el taller. Me acompañaba a todo”, contaba Pombo. “Creo que no fue una entrega, fue una herencia. Una delegación que durante mi vida fui pasándole”. 

Aunque veía venir que Mónica sería la persona que heredaría su trabajo, no lo aceptaba. “Yo le decía que estudiara una carrera de verdad como medicina, derecho o arquitectura”. Para su época el diseño no era pensado como una carrera, su papá le decía “hija bohemía no voy a tener”. Tuvo que trabajar desde muy joven para estudiar pintura y diseño textil en la Universidad de Los Andes, donde conoció a su gran amiga Maripaz Jaramillo. 

“Tengo videos de un desfile que hicimos en México. Mónica, de nueve años, sale coordinando a las modelos”. Cuenta que cuando Holguín era niña se sabía todos los movimientos de cada pasarela y para cada desfile escogía vestirse con una combinación idéntica a la que llevaba una de las modelos.  

Pepa recuerda que Armani le vendió un traje personalmente y emocionada lo vistió una noche para ir a cenar. Su hija, se atravesó en la puerta y le dijo “no mamá, tú así no sales”. “Por qué, amor”, le preguntó. A lo que respondió, “¿es que te vas a ir en pijama?”. Desde entonces no volvió a usar dicho traje. “Directa o indirectamente la influencia de Mónica siempre me ha acompañado. Durante toda su vida, ella ha tenido una manera muy original de vestir”. 

Nuevas formas y color, caracterizan la era de Mónica Holguín 

“Yo me limitaba a las prendas para abrigar, chaquetas o sueters". Los pantalones, overoles, blusas, camisas y la gran oferta de piezas en tejido llegaron con Mónica. “La creatividad se desbordó con ella quien incluyó nueva maquinaría y nuevas técnicas como estampados y plisos”.

“Yo no trabajaba tanto color. Sí lo use pero en mi época era lanzadísimo haber sacado un palo de rosa o un verde hoja”. La innovación del color es de Mónica, quien vivió casi dos décadas en México. 

El arte de Pepa 

Recuerda a su generación universitaria como un grupo de personas que querían ser diferentes. Hoy son consumados artistas colombianos, entre ellos están Mónica Meira, Maria de la paz Jaramillo, Cristina Córtes, Eugenia Cardenas y Luis Caballero. “Yo creo que en las escuelas de arte nos recibían porque éramos buenos y nos sacaban porque éramos malos”. 

Le duele no seguir pintando. Entre sus maestros estuvieron David Manzur, Juan Cárdenas, Antonio Roda y su gran amigo, Caballero.  A los 17 años tuvo una exitosa galería de arte que le dio sustento para pagar su carrera. Se llamaba “Galería Arte Pepa”, estaba en Bogotá en la calle 82 con 15. “Ahí eché a andar mi imaginación. Lo que vendía lo hacía yo”. 

También fue profesora de pintura del colegio Gimnasio Moderno, entre sus alumnos estuvo Fidel Cano, director de este diario. “Me emociono cada vez que me van a entrevistar de El Espectador porque lo recuerdo con cariño”. Pepa tiene recortadas todas las notas que este periódico ha hecho de su trabajo. En especial, guarda una página completa donde se publicaron fotografías de los materiales que creó en una hilandería que alguna vez compró.  “La conservo como testimonio de que yo también fui hilandera. Yo misma creaba las fibras”. Hacía mezclas que “parecían absurdas” como las aplicaciones de gamuza sobre tejido, que puso en furor. O usó el chenil, con el que tapizan muebles, para hacer chaquetas.

Sobre el tejido 

A los diez años cosía con dos agujas y presentía que lo suyo sería el diseño textil. El tejido de punto Pepa Pombo es una técnica creada por ella. Una técnica que consiguió luego de muchos años de investigación y que se diferencia por su forma y su textura. 

Es difícil confeccionar con el tejido porque no se puede cortar, es complicado coserlo y se va como una malla de media. “Como no tiene volumen, hay que creárselo con pinzas. No tiene ninguna similitud con la tela, “de hecho en tela no sé hacer nada”, dice Pepa. En los casi cuarenta años de la marca, se han usado técnicas de tejido como croché, dos agujas, telar manual, de cintura o industrial. 

A pepa le encanta el trabajo que las nuevas generaciones están haciendo con el tejido pero los ve muy recientes. “Yo les he dicho que esta es una carrera muy larga y de pura investigación. El tejido no es fácil”. 

Por Natalia Piza - Enviada Especial

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