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“Las ideas en la guerra” y la longevidad de las Farc

Jorge Giraldo, filósofo y catedrático, reflexiona en su obra sobre la forma cómo los discursos del odio han alimentado la persistencia de la violencia.

Redacción Ipad
03 de diciembre de 2015 - 03:53 p. m.

“Un tipo que no ha cambiado en 30 años está en la olla”. Con este comentario de su hijo mayor cuando veía una entrevista que hace dos décadas le hacía el periodista Darío Arizmendi al jefe guerrillero de las Farc Alfonso Cano, comienza Jorge Giraldo Ramírez sus reflexiones sobre la forma de explicarse la longevidad de las Farc. Es el punto de partida de su obra “Las ideas en la guerra”, que circula por esto días con el sello editorial de Penguin Random House. 
 
El trabajo promovido por uno de los integrantes de la “Comisión histórica del conflicto y sus víctimas”, establecida entre el proceso de paz entre el Gobierno y las Farc  desarrolla una análisis histórico sobre la evolución de la lucha armada en Colombia, para demostrar múltiples inconsistencias ideológicas. De manera paralela a las Farc, en toda América Latina proliferaron grupos armados que no tuvieron el mismo desenvolvimiento por razones particulares. 
 
En los años 60, recalca en su libro Jorge Giraldo, prevalecieron las líneas maestras de la política soviética, es decir, la entronización de la lucha contra el imperialismo norteamericano, la enemistas con los valores y las potencias de occidente y la llamada coexistencia pacífica. En esa medida, en América Latina, y particularmente en Colombia, los partidos comunistas fueron generadores de la lucha propagandística originada desde la URSS. 
 
Con base en el modelo desarrollado por el catedrático de la universidad de Georgetown, el profesor Timothy Wickham–Crowley, el libro clasifica las olas de grupos guerrilleros que se fueron formando en América Latina. La primera, entre 1956 y 1970, que tuvo como inspiración el movimiento 26 de julio en Cuba y su revolución; y la segunda a partir de 1970, con un ápice fundamental que fue el triunfo de la revolución sandinista en Nicaragua. 
 
En ambas olas se advertía características particulares. Sin duda la primera ola está muy marcada por el triunfo de Fidel Castro en La Habana; mientras que en la segunda hay una notoria influencia del movimiento de liberación nacional Tupamaros en Uruguay. En esta segunda ola, recalca Jorge Giraldo se aprecia el auge que tuvo el M-19 en Colombia, cuyo máximo líder, Jaime Bateman, admitió que su primer modelo fueron los Tupamaros. 
 
Giraldo Ramírez evalúa en su libro “Las ideas en la guerra” de qué manera Colombia se insertó en esa evolución guerrillera y cuáles fueron sus principales dilemas políticos. En un momento dado, de qué manera se vieron dos visiones diferentes sobre la lucha armada de origen comunista. El modelo desplegado por Juan de la Cruz Varela en la región del Sumapaz, y el aplicado por Manuel Marulanda Vélez que llevó al nacimiento de las Farc. 
 
De manera conceptual, con un importante contexto que lo explica, el trabajo se detiene en entender que significó la premisa de la combinación de las formas de lucha desarrollada por la izquierda armada y cuáles fueron las ideas y confusiones surgidas desde distintos movimientos políticos para desarrollar una actividad insurgente que fue cayendo en formas irracionales sin perder su obsesión por la lucha contra el Estado. 
 
El autor extiende sus reflexiones hacía la búsqueda de los lugares comunes que permitieron lo que él denomina “Una rebeldía sin pueblo”.  Es decir una serie de esquemas mentales y persistencias ideológicas que quedaron estancados en el tiempo y que protagonizaron en diversos momentos como el Frente Nacional o las décadas de los años 80 y 90.  En otras palabras la forma como siempre se le dio alguna justificación al ejercicio de la guerra. 
 
De manera detallada, el filósofo de la Universidad de Antioquia y decano de la Escuela de Humanidades de la Universidad Eafit detalla algunas tesis que en su momento han marcado tendencias ideológicas contemporáneas. El civilismo conservador de Cayetano Betancur, el táctico de Francisco Mosquera, el estatal de Carlos Jiménez Gómez, el de izquierda de Estanislao Zuleta, el democrático de Jorge Orlando Melo, el católico de Francisco de Roux o el social de Antanas Mockus. 
 
La obra de Jorge Giraldo concluye con una apropiada reflexión titulada “Proyecto abierto”, para significar que más allá de las críticas o de la repetición de conceptos, la persistencia de la guerra en Colombia tiene mucho que ver con la cultura política y con la forma con la que los intelectuales y las empresas ideológicas contribuyeron a moldearla. Es decir, una crítica al autoritarismo y a los discursos del odio que todavía tienen impacto en la búsqueda de la paz que hoy se discute en La Habana entre el Gobierno y las Farc. 
 

Por Redacción Ipad

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