El Magazín Cultural

La verdadera diáspora

Esta novela, publicada en 2006, refleja las inquietudes de un grupo de inmigrantes. Hiriente y directa, su trama recuerda una difícil realidad, llena de esperanza y tropiezos.

Isabel-Cristina Arenas/ Barcelona
13 de marzo de 2014 - 05:42 p. m.
La verdadera diáspora

Nadie sabe cuántas realidades hay porque solo se vive la propia. Inventarse una, temporal o para siempre, puede ser una estrategia para soportar la vida.

'La nieta del señor Linh' (Salamandra, 2006) es un libro que se lee fácil, pero no por eso lo es. La novela fluye, las escenas se ven. No es necesario describir la ciudad o las guerras a las que se refiere el autor, ni a la nieta que es la clave de la narración. Son imágenes cronológicas con algunos saltos hacia atrás que tienen el secreto de su aparente facilidad de lectura. El escritor, Philippe Claudel (Francia, 1962), también es guionista de cine y televisión; por tanto la facilidad con que logra transmitir las historias se evidencia a través del señor Linh, Sang Diu y Bark, protagonistas de la novela.

Dos inmigrantes de algún país de Asia, quizá Vietnam, llegan a una ciudad cerca del mar en donde se habla francés, nunca se especifica el país y no es necesario. El señor Linh y su nieta bajan de un barco después de seis semanas de viaje, todo a su alrededor es desconocido: la lengua, el olor de la ciudad. Hasta ese momento la historia es similar a la de los inmigrantes que se ven en las calles de Barcelona, solo que muchos no llegan en barco sino saltando una malla en El Tarajal para llegar a Ceuta (España). Algunos solo alcanzan a tocar el Mediterráneo y mueren ahogados. La diferencia está en la realidad de cada uno y las razones por las que decidieron dejar atrás lo que tenían o no tenían y bajar, saltar o nadar.

Los inmigrantes que saltan la frontera para llegar a España, cameruneses en estos últimos meses, se reúnen en cuevas cerca de la frontera y cazan para sobrevivir. Son un grupo que se comunica, se consuela y planea la mejor estrategia para cruzar y esquivar las pelotas de goma que la Guardia Civil les dispara o que solía hacerlo hasta hace muy poco tiempo. El señor Linh de Philippe Claudel está en una casa para refugiados ubicada en su nuevo país, vive con Sang Diu su nieta quien todavía no habla, tiene comida, calefacción, y hasta un paquete diario de cigarrillos que le regala a su amigo el señor Bark, este último con una historia de soledad parecida a la del protagonista.

Entre el señor Linh y Bark hay dos palabras en común: "Bonjour" y "Taolai" que utilizan para todo, saludos, despedidas y confesiones sobre el pasado. Son suficientes; la conversación es verosímil y conmovedora. La novela está construida como si el lector fuera una cámara de seguridad con la capacidad de registrar pensamientos y de enfocar la vida de cada uno de los personajes.

"El cine se ha convertido en el arte más importante de mi vida", dijo Philippe Claudel a finales de 2013 en una entrevista en el diario La Tercera de Chile, a propósito de su visita al Festival Puerto de Ideas de Valparaíso. Como cineasta ha dirigido 'Hace mucho tiempo que te quiero' (2008) y 'Silencio de amor' (2011); la primera puede verse completa y con subtítulos en español en YouTube. Como escritor ha obtenido el Premio Goncourt de novela por 'Petites mécaniques' (2003) y el Premio Renaudot por 'Almas grises' (2005). Claudel también ha sido profesor en colegios, cárceles y universidades en Francia. Dulce, sobrecogedora, inquietante, sencilla y emocionante son algunos de los adjetivos que la crítica ha utilizado al referirse a sus novelas.

Respecto a 'La nieta del señor Linh' el adjetivo que la describiría es hiriente. Duele la humildad y la transparencia del señor Linh. Él, su amigo Bark y Sang Diu son personajes de la ficción, los africanos que mueren ahogados son reales y los que logran cruzar el Mediterráneo se ven a diario, muchos de ellos atraviesan la ciudad recogiendo chatarra en carros de supermercado. La diferencia entre el señor Linh y los 80.000 subsaharianos que según el Ministerio del Interior esperan poder entrar a España, está en las fronteras, en la estricta geografía. Sin importar de dónde vienen casi todos tienen hijos y hermanos iguales a Sang Diu y por eso crean la misma realidad del señor Linh para sobrevivir.
 

Por Isabel-Cristina Arenas/ Barcelona

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