Morgan Freeman vuelve a la pantalla de NatGeo para presentar la segunda temporada de "La historia de Dios", programa que durante tres capítulos aborda diferentes miradas de las principales religiones del mundo, la ciencia, la antropología y la arqueología.
La entrega comienza el 2 de abril a las 10 de la noche con "El elegido", un capítulo dedicado a aquellas figuras cuyos fieles creen que fue elegida por Dios. Uno de los invitados es un niño de 9 años que es considerado por monjes tibetanos como la reencarnación de un lama budista que ha regresado en diferentes cuerpos durante casi quinientos años. Freeman recorre varias partes del mundo para intentar dar respuesta a la necesidad de la gente de tener estos "elegidos" para orientar la fe.
"Una de las cosas que más nos gusta cuando hacemos esta serie es encontrar las interconexiones que todos los seres humanos comparten a través de las diferentes ideologías, religiones y culturas a la hora de encontrar la respuesta a los grandes misterios de la vida", dice el actor y presentador del programa.
Es por eso que, en el segundo episodio, "Cielo o infierno" emprende una búsqueda para averiguar el modo en que estos lugares nunca vistos han cambiado la forma de vida de algunos seres humanos, y llega al inframundo indígena norteamericano antiguo, investigando fenómenos de exorcismos y el don de lenguas, y entrevistando a una mujer que cree haber visto el cielo.
"Prueba de Dios", el capítulo de cierre, reflexiona sobre la presencia de Dios en la vida moderna. Morgan Freeman se encuentra con un hombre que sintió la presencia de Dios el 11 de septiembre, aprende cómo los musulmanes oyen la voz de Dios en el Corán, descubre una tribu cuyos miembros creen que pueden canalizar el poder curativo de lo divino y se encuentra con un físico que tiene fe en que la ciencia lo conducirá a Dios.
"Espero que esta serie continúe no sólo entreteniendo e informando, sino también abriendo el diálogo que nos permita entender a nuestros semejantes tanto en los Estados Unidos como en el resto del mundo", agrega.
"La historia de Dios" también incluye visitas a algunos de los lugares más sagrados del mundo, incluyendo las cuevas submarinas, o "cenotes" de los mayas en México quienes creían eran las puertas de entrada al cielo y al infierno; Angkor Wat en Camboya, construido en el siglo 12 como modelo del paraíso Hindú, la Torre del Diablo en Wyoming, que la tribu de los Lakota cree es uno de los puntos de energía de su culto,; un extraño acceso dentro del Templo Dorado en Amritsar, India, el santuario más sagrado de la fe sij, y la celebración de Meskel en Etiopía que conmemora el descubrimiento que hiciera Helena madre del Emperador Romano Constantino de la verdadera Cruz.