Shakira presume de los 'ojitos azules' de Gerard Piqué

Shakira y Gerard Piqué (Twitter de Shakira).

Shakira lleva varias semanas demostrando en público que los rumores sobre el posible distanciamiento de su pareja, el futbolista Gerard Piqué, no tienen fundamento alguno, pero por si todavía quedaba alguna duda del profundo amor que ambos se profesan, la artista ha decidido halagar una vez más al padre de su hijo Milan a través de las redes sociales. A través de una emotiva foto en la que ambos aparecen sonrientes y felices, la cantante ha encontrado la oportunidad perfecta para alardear de los intensos ojos azules del hombre de su vida.

"Qué no haría yo por esos ojitos azules", publicó en redes sociales, haciendo énfasis en la nostalgia que siente al estar alejada de los "dos amores" de su vida.

"Estoy volando sobre los Alpes y al mismo tiempo extrañando mucho a mis dos amores", publicó poco antes junto a una foto de las cumbres nevadas que tomó desde su avión.

El ataque de melancolía que ha sufrido la artista se explica por el prolongado encierro en el estudio de grabación que ha experimentado en las últimas semanas, donde ha estado dando los últimos retoques a un esperado nuevo disco de estudio que, como era de esperar, va dirigido principalmente a la persona con la que mantiene una de las relaciones más estables de la crónica social.

"En mi nuevo álbum hay canciones con mucho sentimiento que reflejan el amor y todo lo que ha aportado Gerard a mi vida. Básicamente el disco habla de todo esto, y de lo que significa para mí el amor verdadero. Es cierto que no he escrito todas las canciones, pero las mías se las dedico enteramente a él", revelaba la diva del pop a la revista People En Español.

Una buena muestra de la estrecha relación que mantienen Shakira y Piqué se refleja también en el terreno de juego, ya que en los años que la colombiana lleva instalada en Barcelona varias han sido las ocasiones en las que se ha dejado caer por el Camp Nou -el estadio del F.C. Barcelona- junto al adorable Milan para apoyar al futbolista en sus exigentes partidos.