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Hace dos años se sancionó la Ley Rosa Elvira Cely, ¿se han visto resultados?
Sí, porque han sido condenados más de 50 feminicidios. Ya hablamos del tema y ha sido un aporte a la política pública para dar un mensaje a la sociedad. El marco normativo en Colombia es importante, hay unos cuantos vacíos y unas cosas por fortalecer. Pero, la misión está en los funcionarios y servidores públicos, que deben estar actualizados de las leyes, porque ellos tienen en sus manos las herramientas para salvar vidas.
Con este marco normativo, ¿las mujeres están completamente protegidas?
Sí hay leyes, lo que hay que revisar es su conocimiento e implementación. En un estudio de Tolerancia Social Institucional sobre las violencias nos rajamos, porque sigue presentándose la revictimización por parte de algunos servidores que atienden los casos y en la sociedad civil hay situaciones preocupantes, hombres a los que les molesta que la mujer vaya a una cita médica sin pedirles permiso. Hay que seguir trabajando por el cambio de la cultura patriarcal, machista y violenta que cosifica a las mujeres.
¿Qué tanta culpa tiene en el feminicidio el machismo que hay en la sociedad?
Mucha, por eso hay que seguir en campañas que erradiquen los imaginarios de violencia. Incluso, desde los mismos medios hay que reaccionar ante los mensajes errados. Hace poco, la portada de un periódico titulaba: “Exnovio mandó a Estrella al cielo, la mató a bala”, eso no puede seguir presentándose. Es un tema de todos.
¿En el país se ha hecho la pedagogía suficiente sobre la violencia de género?
Aún falta. Queremos hacer campañas con la Vicepresidencia de la República para “salir hasta en la sopa” con los derechos fundamentales de las mujeres. Todo va hacia la prevención y buscar estar preparados para reaccionar ante la violencia de género. Hay que promover el buen trato y el respeto por la diferencia. En este proceso, las instituciones educativas son fundamentales.
¿Cómo hacer pedagogía por fuera de las escuelas, a mujeres y ancianas?
Las cifras muestran que los hijos y nietos son los mayores maltratadores de las adultas mayores, por eso la radio es fundamental para llegar a ese público. Las mujeres adultas escuchan |emisoras por tradición, cadenas que la gente joven no conoce.
¿Ser mujer en una sociedad como la colombiana es una desventaja?
Uno siempre escucha que las mujeres colombianas son berracas. Considero que construir país hoy está en manos de las mujeres, es cuestión de cambiar los imaginarios, algo que toma tiempo. He visto toda la transición, antes era un tabú y ahora evolucionamos porque la realidad no se puede tapar.
¿Desde el Gobierno se está cumpliendo el porcentaje de la Ley de Cuotas?
Es el 30 % y se cumple. En el departamento de función pública nos entregan siempre las cifras y se están cumpliendo. Incluso en cargos directivos. Necesitamos que mujeres indígenas, gitanas y afros se lancen a participar en política e intervengan por sus regiones.
¿Qué se necesita?
Nuevas generaciones de hombres sensibles, completamente respetuosos, responsables y conscientes con las mujeres de todas las edades y que sean garantes de los derechos de la mujer. Eso es algo que empieza desde la casa.