“Los sueños son para hacerse realidad": Mauricio Salazar

Mauricio Salazar quedó en el puesto 18 de la ultramaratón que corrió en EE.UU. / Mauricio Alvarado

¿Qué hacía antes de que el deporte entrara a su vida?

Estuve 15 años desarrollando mi empresa de tecnología. Hace dos años estaba muy agotado porque tenía jornadas larguísimas y aunque los resultados eran muy buenos, sentía que no eran suficiente. Llegué al deporte cuando empecé a buscar algo para sentirme motivado y que pudiera canalizar mejor mi energía.

¿Por qué se interesó en las competencias de alto rendimiento?

Arranqué hace dos años y desde cero, cuando conocí el triatlón gracias a un amigo. Ese deporte me llamó mucho la atención y quise ponerme metas muy ambiciosas. En ese momento, al terminar mi primer año de entrenamiento, quería haber corrido mi primera carrera Ironman (3,86 km de natación, 180 km en bicicleta y 42,2 km a pie).

¿Cómo empezó su preparación?

Al comienzo todo fue muy empírico: busqué en internet “cómo correr tu primera maratón” y, como era de esperarse, mi técnica era desastrosa y los resultados también (risas). Terminaba las carreras, pero sólo cuando tuve un entrenador y un plan de trabajo claro, pude seguir avanzando como deportista aficionado.

¿Qué le permitió empezar a tomarse el deporte más seriamente?

Por más que entrenara, mis competidores, que habían sido ciclistas o nadadores profesionales, me sacaban una ventaja que no podía recortar. Supe que no sería el más rápido ni alcanzaría algún podio, pero decidí que iba a terminar cada carrera. Para mí eso es lo mismo que cada uno puede hacer con sus propios sueños.

¿Así nació #reborntoday, su iniciativa en redes sociales?

En la medida en que me iba poniendo retos más ambiciosos, me di cuenta de que lo que hacía podía inspirar a otros . Empecé a utilizar el hashtag #reborntoday para compartir mi experiencia.

¿Cuál es el mensaje que quiere transmitir a sus seguidores?

Empecé en el deporte a los 35 años. Cuando supe que la velocidad no era lo mío, decidí ampliar la distancia y mi meta fue participar en Ultramán, una carrera de tres jornadas con un total de 515 km. Logré completarla y por eso creo que si alguien soñó con ser violinista cuando era niño, puede empezar ya. Tal vez no llegue a la Filarmónica, pero si persevera, puede llegar a ser muy bueno.

¿Qué lo hacía perseverar mientras corría la carrera Ultramán?

Por más preparado que se esté, uno nunca entiende a qué se enfrenta hasta que está allá. Creo que la motivación que tienes en el día es que debes ser lo suficientemente fuerte para ser tu salvavidas en los momentos de crisis.

¿Cuál era su motivación?

En primer lugar, la oportunidad de ser el segundo colombiano en convertirse en un ultramán, después de Edwin Vargas, que sí era un atleta profesional. La otra motivación fue mi pareja y mi familia, que habían llegado de sorpresa y me esperaban en la meta. No me imaginaba nada diferente a terminar la carrera, porque tenía mucha presión (risas).

¿Por qué siempre termina sus carreras?

Tengo el vicio de meterme en carreras en las que sé que voy a quedar de último pero para mí, el logro no está únicamente en ganar, también está en terminar lo que uno se propone. Todos nos enfrentamos a obstáculos y más si nuestras metas son muy ambiciosas, pero quien gana no es el que menos obstáculos tuvo, sino el que los superó.

¿Por qué lo sacaron de los Juegos Nacionales de Aguas Abiertas?

Estaba en una carrera de 10 km y cuando llegaba el primero, daban 30 minutos antes de cerrar la competencia. Cuando eso pasó, llegó una lancha de la organización y me dijo que debía salir del agua. Decidí seguir y nadé sin jueces ni competidores hasta que terminé. Quedé desclasificado, pero lo importante para mí era terminar y tener la satisfacción y la tranquilidad de haberlo hecho.

¿Qué otras competencias tiene en mente?

Quiero terminar las cinco carreras de ultradistancia más difíciles del mundo. La que corrí fue la primera. Hay otra que consiste en cruzar a nado el estrecho de Gibraltar, la Maratón de Sable, que dura siete jornadas y tiene lugar en el Sahara, y la Titan Desert, que es una carrera de ciclismo en el desierto que dura una semana por etapas.

¿Cuál es su consejo para quienes se sienten inspirados por su historia?

Les digo que todas las historias extraordinarias que uno escucha empiezan de cero. La página donde se escriben esas historias amanece en blanco y somos nosotros mismos quienes decidimos si escribimos en ella o no. Decir que no tenemos la edad adecuada o que no tenemos los suficientes recursos, son excusas que nos alejan de llevar a cabo las cosas.