Potenciar pasiones, la clave de ayudar

Fernando Cortés es el presidente de la Fundación Bolívar Davivienda. Desde allí promueve diversos programas filantrópicos.

Redacción Un chat con
04 de julio de 2017 - 02:00 a. m.
Fernando Cortés McAllister es magíster en administración internacional, amante del fútbol y el tenis. Se inspira en principios de Ghandi para ser solidario. /Óscar Pérez - El Espectador
Fernando Cortés McAllister es magíster en administración internacional, amante del fútbol y el tenis. Se inspira en principios de Ghandi para ser solidario. /Óscar Pérez - El Espectador

¿Qué lo motivó a ser director de la Fundación Bolívar Davivienda?

Lo puedo resumir en una frase de Gandhi: “Ser lo que quiero ver”. Si logramos, entre todos, generar una dinámica con la que todos tratemos de ser mejores personas, aunque sea difícil, se logrará en algún momento.

La Fundación tiene diversos programas para apoyar al país, ¿cómo miden su impacto?

Uno de los problemas del sector social es saber qué tanto transforman las intervenciones realidades. Nosotros tenemos un equipo de personas que se encarga de la evaluación de impactos de los proyectos para cuantificar este tema. Para lograr impactos, el mundo social le está apostando a trascender las solas actividades para buscar transformar realidades.

¿Cómo lograr un equilibrio para no caer en un asistencialismo prolongado?

Lograr el equilibrio es una de las cosas que uno debe buscar hacer. La metodología que tenemos nosotros en la Fundación es buscar apoyar las pasiones de la gente para que pueda florecer en todo el mundo. Hay que desarrollar capacidades para que la pasión florezca. Si apoyamos a alguien para que haga lo que más le gusta, habrá más resultados.

¿Cómo se construye el país?

Desarrollando el talento de las personas, las comunidades y las organizaciones, porque este es la capacidad para que puedas seguir por tu cuenta en el futuro. Para desarrollar talento, según los estudios científicos, necesitas diez mil horas. Hay que buscar ser referente en algo por ser bueno. Desarrollar la ética y la moral también es muy importante para nosotros.

Uno de sus proyectos es la Filarmónica Joven, ¿por qué decidieron apoyar a estos músicos en el país?

Apoyamos la Filarmónica porque nos pareció el siguiente paso de la música en Colombia; el objetivo era visibilizar todo lo que está haciendo el país en la música sinfónica. Decidimos hacer una orquesta porque esa es la forma de tener una experiencia en gran formato para los jóvenes a partir de la que desarrollan. La orquesta es una especie de selección Colombia sub 24 de músicos.

¿Por qué solo personas entre los 16 y 24 años?

Capacitar y desarrollar talento en jóvenes tiene grandes beneficios porque ellos son el futuro. Los nuestros tocan en un nivel de clase mundial y le apostamos a que tengan oportunidades y experiencia. Queremos que se inspiren y sean motivo de inspiración.

¿El arte es transformador de realidades?

Sí, porque es lo que nos hace trascender a los seres humanos. Por ejemplo, en la Comuna 13 de Medellín cuentan una historia a través del grafiti y el hip-hop, que es su arte. En este caso, la música es el elemento que hace trascender al ser humano.

¿Cómo están apoyando la niñez?

Tenemos un programa que se llama Aflora, que desarrolla el talento y las capacidades en organizaciones sin ánimo de lucro. Apoyamos a 90 entidades que trabajan con niños y tienen alrededor de unos 250.000 niños. También tenemos programas en prevención del embarazo adolescente y en la protección de los niños; les queremos enseñar a cuidarse.

 

Por Redacción Un chat con

 

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