Un baterista hecho cantante

¿Cómo llegó a la música?

Conocí la música a través de mis padres, sobre todo de mi papá que es melómano y tenía una colección bastante amplia de música y muy fanático de los Beatles. De ahí vino mi gusto por la música británica, porque no sólo era eso, también eran los Rolling Stones y un poco de Queen. Por otro lado mi mamá, que es paisa, nos inculcó el chucuchucu y la raspa. Además, mi papá tenía una batería y un órgano como de iglesia y, cuando él se iba a trabajar, me gustaba tocarlos. Ya en el colegio empecé a tocar batería y a encaminarme en la música.

Nació en Cali, pero creció en Bogotá. ¿Qué le queda de su ciudad natal?

Sólo el bailado de la salsa.

Era una locura ir y escribir, y poder generar una catarsis de lo que estaba viviendo, eso fue muy especial y fue un poco más en mi vida. Cuando salió del colegio entró a estudiar comunicación social. ¿Por qué se retiró?

Entré a estudiar comunicación sin mucha convicción. Lo hice porque mi papá es publicista y sentía que la comunicación podría darme unas bases para que después eventualmente si algo fallaba pudiera ejercer en la publicidad, pero no tenía la convicción suficiente. Cuando entré me encontré con algo que no me generaba pasión y en contraparte sí me encantaba la idea de ser músico y componer canciones y eso fue lo que al final influenció para que me dedicara a la música.

¿Qué pasó con el fútbol?

Era mi gran pasión y mi prioridad en el colegio. De hecho, pude representar al país en un campeonato de fútbol aficionado en 1996, pero nunca lo tomé como una profesión. Uno de mis compañeros entró a Millonarios y lamentablemente la realidad es que las diferencias sociales hacían que uno pensara dos veces en luchar por entrar a un equipo de fútbol y por otro lado pesaba mucho la música. En un punto era más fuerte que jugar fútbol.

¿En qué momento venció su timidez y se motivó a cantar?

No la he vencido. Sigo siendo muy tímido, porque no es fácil ser un frontman, pero creo que por obligación cuando entré a Sin Ánimo de Lucro (SADL) me tocó enfrentarla y superarla.

Tras la separación de SADL han hecho reencuentros. ¿Cree que puedan volver a hacer algo juntos?

Los cuatro estamos haciendo esfuerzos cada vez mayores por volver a tocar juntos en ciertos momentos, pero hay una dificultad, y es que cada uno tiene sus proyectos, pero pienso que cabe la posibilidad en unos años. Esto es una carrera cíclica que podría funcionar y venirle bastante bien a la música con la experiencia de los que hemos acumulado.

¿El tropipop murió?

No, pero la tendencia juvenil que la seguía sí se afectó mucho. Todas las bandas de alguna manera se vieron afectadas por la diatriba del tropipop, pero no murió como tal, porque su principal exponente es Carlos Vives, y le siguen Fonseca y Cabas, entendiendo el género como música tropical popular. Creo que es uno de los pocos géneros masivos hecho en Colombia que seguirá escuchándose en el país.

¿Por qué incluyó el género urbano en su última canción, “Pensando en ti?

Ha sido como un primer acercamiento del pop que generalmente hago a lo urbano. No es necesariamente reguetón puertorriqueño, pero me pareció muy entretenido hacer algo con lo que está permeando la música. Creo que vienen más cosas por ese lado.