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Carolina Cruz, una reina emprendedora

Luego de haber participado en el Concurso Nacional de Belleza y de estar durante trece años en la televisión colombiana como presentadora, la vallecaucana está dedicada a su empresa de accesorios. Asegura que no ha descartado la posibilidad de ser mamá.

El Espectador
10 de diciembre de 2015 - 09:03 p. m.

¿Cómo llegó a ser Señorita Valle?

Me empezaron a llamar desde los 17 años para participar en Señorita Valle, pero nunca me vi como reina. Mi mamá fue Señorita Antioquia en el 73 y fue a Miss Mundo en Londres y quedó como primera princesa. Pero yo nunca me vi como reina, nunca crecí con esa mentalidad. Sin embargo, cuando tenía 19 años me llamó el gobernador, Gustavo Álvarez Gardeazábal, y propuso darme la corona por decreto, y dije que sí.

El reinado le abrió muchas puertas.

Sí. Fue una experiencia que me ayudó a madurar, que repetiría mil veces en mi vida, porque fue maravillosa y no solo me dio la oportunidad de darme a conocer al país sino que descubrí cualidades que tenía, porque nunca había pensado en ser reina, modelo o presentadora.

¿Qué proyectos tenía para su vida?

Había pensado en ser veterinaria, porque tengo una debilidad muy grande por los animales. También pensé en ser arquitecta, porque tengo la habilidad de dibujar, o administradora porque siempre me gustaron los números. Antes del reinado había estudiado comunicación, por el lado organizacional, pero después del reinado comencé en la presentación.

Ha dicho que le dio duró no haber ganado la corona ¿qué pasaba por su cabeza en esos momentos?

A los 20 años uno no entiende muchas cosas, porque la gente piensa que las reinas a esa edad tienen que ser muy maduras y saber mucho. En ese momento no fue fácil no ganar, porque a uno no le enseñan qué hacer cuando pierdes.

¿Para el reinado se realizó alguna cirugía?

Me hice una rinoplastia funcional, no estética, porque tenía el tabique torcido y no respiraba bien. La hice antes del reinado, cuando tenía 18 años. También me aumenté el busto para participar en el reinado, pero después me arrepentí y me lo quité. Estoy a favor de las cirugías. Quien las pueda pagar que las pague, el que se las quiera hacer que se las haga. Si eso a la gente le da seguridad, yo digo que estoy totalmente de acuerdo y la chuleo, desde que sea con un buen profesional.

Luego del reinado vino la presentación...

Sí, pero no tenía en mis planes presentar. Cuando salí del reinado y estaba como virreina me llamó Jorge Barón para que hiciera el Noticiero del Espectáculo. En ese tiempo vivía en Cali, así que viajaba una vez a la semana a Bogotá y grababa, ahí empecé con un teleprompter, que no es nada fácil.

Pero aún así llegó a la franja del entretenimiento en “Noticias RCN”.

Sí, me llamó Andrea Serna, que estaba en RCN, pero no éramos amigas ni nos conocíamos. Me ofreció hacer un programa, que en ese momento ella no podía hacer. Se llamaba Comandos, que era del Ejército y con el que también viajaba una vez al mes a Bogotá. Luego, en 2002, me llamaron para hacer parte de Muy buenos días, que fue el programa que me dio a conocer y que hizo que aprendiera muchísimo a pensar y adquirir esa habilidad mental para estar en directo cinco horas al día.

¿Cuándo supo que había cumplido un ciclo como presentadora en “Muy buenos días”?

Me canso de la zona de confort. Me aburre levantarme y no sentir pasión, no sentir como esas ganas de hacer lo que estoy haciendo. Entonces cuando me está pasando o siento que me va a pasar, busco salir de un sitio por la puerta grande y no cuando se aburran de mí. Cuando sentí que eso me estaba pasando, tomé la decisión de renunciar a Muy buenos días y después de muchos años renuncié al canal para dedicarme a mi empresa, a mi marca y relajarme un poquito de tanto trabajo.

Ha logrado descansar y compartir más con su familia, sobre todo con su sobrina Gabi.

Gabi ha sido una experiencia maravillosa, porque uno piensa que ya ha conocido el amor cuando se enamora de un hombre, pero el verdadero amor es con su familia, en mi caso con mis sobrinos. Cuando Gabi nació, a mí se me despertó ese instinto maternal, pensé que me iba a enamorar solamente de ella, pero cuando nació Emiliano, hace dos años, también me enamoré perdidamente. Gabi siempre ha sido muy apegada a mí, además ella se siente la más orgullosa de ser mi sobrina y eso es algo muy lindo y muy particular, pero además es una señorita, es exageradamente juiciosa, es superfemenina, entonces digamos que eso ha sido muy lindo, porque me lo he gozado al máximo.

Y, con esa experiencia, ¿ha pensado en tener pronto hijos?

Sí, ese es un proyecto de vida que hemos tenido Lincoln (Palomeque) y yo y es algo que está más cerca que lejos. Lo que pasa es que los dos tenemos claro que llevamos siete años juntos, pero también que queremos aprovechar nuestra época laboral. Él está atravesando un momento maravilloso laboralmente en México y Estados Unidos, entonces sería un poco egoísta frenarle ese proceso. Hay que comenzar a organizar la agenda para que sea un proceso en el que estemos juntos y no uno por un lado y el otro por el otro. Pero creo que ese espacio está próximo a llegar.

Y mientras tanto, ¿cómo hacen para verse?

Ha sido muy duro, porque Lincoln está protagonizando una serie en México. Ha estado allí por cinco meses, de lunes a sábado, así que sólo le quedaban libres los domingos y le es imposible venir muy seguido. Pero los dos somos muy maduros, nos conocimos siendo lo que somos y respetamos los espacios. Es importante que haya mucho respeto y confianza. Creo que cuando eso existe se puede manejar con mucha madurez.

Ahora está en su faceta de empresaria...

Sí, pero sigo trabajando con muchas marcas de las cuales me siento orgullosa de ser imagen. Con mi empresa estoy trabajando la línea de accesorios con jóvenes y mujeres cabeza de familia. Todo es hecho a mano. También estamos con toda la línea de salud y belleza que se hace en Barranquilla, toda la marca Carolina Cruz es colombiana. Ahora estamos tratando de darnos a conocer a nivel internacional.

¿Cómo es el proceso de creación?

Lo hacemos en mi oficina desde el diseño que se dibuja, hasta que llega al local, entonces estoy empapada de todo. Todo es hecho a mano, lo que hace que uno esté más enamorado de su producto y de su marca.

Finalmente, ¿cuál es la alianza que su marca tiene con la revista Vea?

Es una colección exclusiva, llamada Equilibrio. Lo que tienen que hacer los lectores es comprar la revista, recortar el cupón y más 19.900 pesos pueden reclamar en los puntos de Servientrega nuestra colección de collares: protección, amor o armonía. Lo que queremos es que la gente lleve la colección completa, que sea un buen regalo de Navidad.

Por El Espectador

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