La champeta, de la mano con la cocina

Justo Valdés fue quien juntó los tambores de Palenque con la guitarra eléctrica, el bajo y la batería, y creó lo que en un principio se llamó terapia y que hoy se conoce como champeta. / Cortesía

¿Es realmente usted el creador de la champeta?

En la década de los 80 comenzó a llegar a Cartagena la música africana y eran los grandes éxitos de los picós. Me di cuenta de que había gran parecido con la música que mi papá y mis tíos tocaban con el Sexteto Tabalá y la misma que yo interpretaba, así que comencé a componer temas en los que acompañaba los tambores de palenque y los coros, con guitarra eléctrica, bajo y batería.

¿Con sus composiciones ganó concursos?

Sí, gané dos festivales de Música del Caribe y la gente comenzó a llamar ese baile terapia.

¿Fue una música para jóvenes?

Comenzaron a llegar muchachos a las rumbas de los picós que usaban pantalones y camisas grandes, a los que denominaban champetú, y por acomodo a lo que bailaban lo denominaron champeta, pero era la misma terapia que impuse en el Festival de Música del Caribe. Ahora tenemos la champeta folclórica, que aún tiene de nuestras raíces africanas, y la champeta urbana, que está imponiendo con gran éxito Mr. Black, un joven y talentoso cartagenero.

¿Y hay alguna diferencia entre su champeta y lo que está haciendo Mr. Black?

Primero que todo la promoción, porque, sin demeritar a Mr. Black, que es un gran talento, tengo entre mis 102 composiciones temas que hoy también serían éxitos si las cadenas radiales y la televisión las promovieran y una disquera internacional me las grabara, pero como en nuestro país todo lo que sea hecho por promotores del folclor como yo, es como si fuera de segunda.

Es decir, ¿que se olvidan de la champeta urbana?

Sí. Se olvidan que la champeta urbana no existiría si yo no hubiera abierto el camino, todo lo cual no quiere decir que Mr. Black no sea un gran artista. Pero también quiero pedirles a los medios que no se olviden de quienes como yo llevamos más de 40 años promoviendo la música palenquera en el mundo.

¿Cuáles han sido sus grandes éxitos?

El sapo, La arepa asá, El tu manye —que lo grabó Joe Arroyo—, La caleta, el Himno de Palenque, entre otro temas.

¿Es verdad que usted viajará de San Basilio de Palenque a China?

Aprendí a leer y escribir ya viejo con la Fundación Transformemos, que adelanta un programa en Palenque denominado “Son ri tambo” (son de tambores), en el que nos enseñan a leer, escribir y permite que jóvenes y adultos culminen su bachillerato. Bajo la dirección de Rodolfo Ardila, director de la Fundación, decidimos hacer un libro de cocina palenquera tradicional y acompañarlo con la música del Sexteto Tabalá y mi grupo Son Palenque. Este libro es hoy uno de los diez mejores de cocina del mundo y yo soy el artista invitado a la gala de premiación en la capital de China, donde voy a poner a bailar champeta a medio mundo. Definitivamente, uno no es profeta en su tierra; espero que las disqueras se pellizquen.

¿Música y comida palenquera en Beijin?

Además de un extenso repertorio musical, vamos a presentar el libro Comida palenquera para el mundo. Lo hicimos con 38 recetas de comida típica palenquera, como el arroz con Bleo, carne a la Catalina Luango, los dulces palenqueros y los arroces. Son las delicias de este rincón de África en América que fueron escritas por palenqueros que como yo no sabíamos leer ni escribir. Con el dinero recolectado de la venta del libro va a viajar una delegación de palenqueros a recibir el premio del Mejor libro de cocina del mundo.