Se ha referido al World Business Forum como un spa mental. ¿A qué se refiere?
Es un espacio para abstraerse del mundo de los negocios de una forma totalmente diferente, sin los problemas del día a día de una empresa. Es tomarse dos días para nutrir el cerebro con nuevas ideas, con historias que inspiran, con diferentes puntos de vista. Eso es lo que queremos que pase con las personas que asistan al World Business Forum en Bogotá los días 7 y 8 de junio, en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.
¿Y de qué tipo de resultados han sido testigos?
Muchos de ellos se han animado a hacer proyectos nuevos, han transformado el proceso interno en sus compañías a partir de las ideas que han concebido en los encuentros y han lanzado nuevos productos o han abierto nuevas compañías.
¿Las empresas están preparadas para recibir experiencia mas no cartones universitarios?
El que está buscando a alguien con experiencia está equivocado, porque las experiencias son totalmente diferentes en cada persona, la experiencia se hace en el día a día. Hoy existe una gran demanda de gente formada y con entusiasmo. Las nuevas generaciones están cambiando mucho. Antes soñábamos con trabajar toda la vida en la misma empresa y no nos arriesgábamos. Hoy en día los jóvenes no se ven seducidos por esa idea y tampoco por trabajar en las grandes compañías; se ven seducidos por las empresas que tengan un propósito, porque ellos también están buscando su misión en la vida.
En América Latina, la mayor parte del emprendimiento es para satisfacer necesidades básicas, son pequeños negocios para poder sobrevivir. ¿Cómo dar el gran salto a emprendimiento de alto impacto?
La respuesta está en la visión de la compañía, no en el producto, que con el tiempo puede caducar. En el caso de las empresas automotrices, no están exclusivamente dedicadas a ensamblar coches, sino que hacen parte de la industria del transporte y por tal motivo están sumando a sus productos aplicaciones como Mytaxy con el objetivo de no quedar por fuera de la industria de la movilidad. A partir de la visión, las empresas se pueden reinventar.
El gran problema de las empresas nacientes es el capital. Hay talento, buenas ideas y ganas. ¿Qué mensaje les da para que no se desalienten?
Lo que sobra en este mundo es dinero. Hay muchos grupos de inversionistas que están buscando dónde invertir, pero lo que hace falta son buenas ideas y gente que las sepa ejecutar. Cuando los inversionistas ven en qué proyecto invertir, también fijan su mirada en una persona que sepa transmitir esa energía, que crea en el proyecto y que esté dispuesta a hacerlo.
¿Cuál es su opinión de las conferencias Ted?
Aunque ellos están enfocados en todos los temas, son un gran ejemplo para nosotros. Es un foro donde la gente puede compartir ideas: son disparadores de ideas.
¿Cree en el autoaprendizaje a partir de las experiencias de otros?
Sí, totalmente. Más allá del autoaprendizaje, es la autoinspiración. Vamos a un público que tiene en común la curiosidad, las ganas de aprender y las ganas de hacer. Somos disparadores de ideas, mas no entregamos manuales para hacerlas realidad.
En su caso, ¿cómo se reinventa?
Rodeándome de gente interesante, gente más inteligente que yo, y leyendo buenos libros.
¿Qué libro le cambió la vida?
The Long Tail y Makers de Chris Anderson.
¿De qué fracaso ha aprendido?
En 2006 trabajaba en México y me asignaron para colaborar con la apertura del World Business Forum en Nueva York. Dejé a una persona encargada en México, pero con el tiempo se estancó y tuve que volver. Infortunadamente generé seguidores y cuando me fui no supieron qué hacer. Entendí que cada persona de mi equipo es un líder y que las compañías no pueden depender de personas.
¿Un ejemplo de líder?
Barack Obama.
¿A qué líder le gustaría tener en el World Business Forum?
A Barack Obama y Malala.
¿Para qué le sirvió estudiar arquitectura?
Para trabajar en equipos e identificar las fortalezas de cada uno.
¿Qué es lo más argentino que tiene?
El acento.
¿Una excentricidad?
Gasto mi dinero en viajes y en darles una buena educación a mis hijos.
¿En qué país le gustaría vivir?
En Australia. A pesar de que queda lejos de todo, no me molestaría, sobre todo por la calidad de vida.
¿Un viaje inolvidable?
Haber conocido África. Nunca había estado tan cerca de la naturaleza. Me sentí insignificante frente a esa belleza de paisaje, además porque estás a merced de que te pueda comer un animal.
¿En qué gastó su primer sueldo?
En un reloj para mi mamá. Fue una forma de agradecer todo su apoyo.
A los argentinos les gusta ir al sicólogo. ¿Ha ido?
Sí he ido, pero fui en México. Es la necesidad de que alguien te ayude a resolver los problemas y de que te escuche. Además, los argentinos vivimos quejándonos de todo.
¿Y cómo le va con los asados?
Mi familia dice que me quedan bien. Disfruto sentarme con ellos a la mesa, comer un buen trozo de carne y conversar.