El Banco Interamericano de Desarrollo lo anunció como ganador del primer premio del concurso de caricatura contra la corrupción. ¿Cómo surgió la idea de la caricatura que lo llevó a ganar?
Tenía una caricatura que hablaba de la corrupción, pero sólo tenía el personaje de la izquierda, el que tiene el pájaro en la cabeza con mucho dinero, pero el concurso nos retaba a buscar cómo combatir la corrupción, entonces me pareció interesante colocar el otro personaje con una paloma de la paz, para crear un diálogo entre ellos y no quedarnos sólo en la corrupción. Finalmente la idea se concretó con el título: “El cambio comienza en la cabeza”.
¿Los dos personajes representan a alguna figura pública en particular?
No, a nadie. Lo interesante es que, por ejemplo, el personaje de la izquierda no es ningún político o empresario, sino una persona que mueve mucho dinero o alguien del común que no está exento de ser corrupto en cualquier situación o área de su vida.
¿Inició en la caricatura o en el camino se encontró con ella?
Llevo treinta años dibujando. Les hacía caricaturas a los profesores y se las regalaba a mis amigos del colegio. Cuando salí del bachillerato tenía claro que quería estudiar algo que estuviera relacionado con el dibujo, porque siempre fui regular en otras materias, así que estudié artes plásticas en la Universidad Nacional. Pero mi primer contacto con la caricatura fue pintando las personas en vivo, en diferentes ferias, cosa que hago hasta el día de hoy.
¿Recuerda cuál fue el primer concurso en el que participó?
En el Portocartoon World Festival, celebrado en la ciudad de Oporto, en Portugal, que realiza el Museo Nacional de la Imprenta y lo hacen cada año. Para ese año los caricaturistas debían hacer alguna ilustración que representara la libertad, igualdad y fraternidad, y también realizar la caricatura del escritor José Saramago y del director portugués Manoel de Oliveira. Envié una caricatura de Saramago y obtuve el primer lugar.
¿O sea que su trabajo es reconocido a nivel internacional, mas no en Colombia?
Sí, ha tenido más visibilidad a nivel internacional. En Colombia no he publicado en prensa, salvo algunas excepciones como en la revista Rolling Stone, en la que he publicado algunas caricaturas.
¿Cuántos premios ha ganado a nivel internacional?
Alrededor de 15 premios.
¿Con algún tinte político?
En algunas ocasiones sí. La política en Colombia da para tanto, que el caricaturista aprovecha para hablar de todo. Las primeras que realicé fueron sobre música para algunos artículos. Pero, el año pasado, en época de elecciones, hice una caricatura de Juan Manuel Santos y Óscar Iván Zuluaga.
¿Cuál es el deber de un caricaturista?
Expresar el sentimiento de las personas o de la sociedad sobre temas de los cuales no se pueden expresar fácilmente. Si por ejemplo es un tema político y quiero que las personas reflexionen del tema, tengo que involucrar ese sentimiento.
Entonces, ¿la caricatura: revela una opinión pública o la construye?
Tiene de las dos, porque puede que yo tenga una opinión al respecto de algún tema, pero también trato de entender el sentimiento popular hacía un tema. Cuando muestro mi caricatura al público espero también construir o darle forma a esa opinión.
En su caso, ¿cuáles son los temas en los que más le gusta generar esa reflexión?
No creo tener un tema en particular. Mi trabajo de humor gráfico siempre ha estado encaminado a concursos internacionales, entonces muchas veces se está sujeto al tema que establezca el concurso, pero en temas libres no tengo una afinidad por alguno en particular.
Ha mencionado humor gráfico. ¿De esta manera los caricaturistas también son humoristas?
Más o menos, pero el caricaturista tiene que ir más allá de hacer reír al lector con el dibujo. Debe generar una reflexión con respecto a una situación o un tema.
De acuerdo con lo que ha mencionado, ¿se podría considerar que la caricatura es un género periodístico?
Por supuesto. En Latinoamérica la caricatura ha tomado una fuerza impresionante que muchos medios no son impresos, sino digitales y ellos están adoptando la caricatura como un medio de expresión, muchas veces por encima de una columna de opinión.
¿Cuáles son los tres elementos más importantes que debe tener en cuenta un caricaturista?
Que tenga pasión por lo que hace, que esté muy bien informado de lo que pasa en el país, de la historia y de muchos otros temas, porque finalmente eso es lo que se verá reflejado en la caricatura, y tratar de conocer muy bien al público al cual le estás enviando el mensaje.
¿Cuáles son las dificultades que presenta un caricaturista a la hora de plasmar las ideas en el papel?
Infinidad. A veces se tiene claro el tema que quieres tratar, pero no sabes cómo representarlo. Muchas veces las ideas se acaban, por eso llevo conmigo una libreta de apuntes, porque pueden surgir en cualquier momento y no se puede desaprovechar.
¿Se puede vivir de la caricatura?
Sí, por supuesto. Actualmente vivo de la caricatura y no me quejo. Cualquier persona que le apasione su profesión puede vivir de ella. En mi caso, me ha dado el dinero, pero también el tiempo para dibujar y participar en concursos. Pero también trabajo como caricaturista en Andrés Carne de Res los fines de semana y entre semana trabajo como ilustrador freelance.
¿De qué se trata su trabajo en Andrés Carne de Res?
Allá estoy, durante el día, en la zona de recreación y sólo dibujo a los comensales. Esa es la otra faceta del caricaturista, está el de opinión y el que dibuja en eventos, en este caso he logrado permearme de las dos.
¿Y le han devuelto algún dibujo?
Hay personas que te dicen lo que no les gustó del dibujo, sobre todo las mujeres, si te pasas un poco el tamaño de la nariz te reclaman. Nunca me han devuelto el dibujo. Igual la gente entiende que es una interpretación que se hace.
Finalmente. ¿Cuáles son los caricaturistas que más admira?
De Colombia el maestro Calarcá; cuando tuve clase con él me quedó gustando el tema de la caricatura fisionómica. También está el maestro Ómar Figueroa Turcios que vive en España. A nivel internacional Sebastián Krüger, de Alemania, Jota Leal, de Venezuela. Ellos tienen características similares, hacen caricaturas hiperrealistas. En cuanto a caricatura de opinión están los cubanos Ángel Boligán y Ares.