¿Por qué escribir poemas sobre el golf?
Porque a nadie se le ha ocurrido hacerlo. Hay libros de técnica de golf o de enseñanza, pero no sobre las emociones que genera. Me eduqué en España, aunque soy norteamericano, y recuerdo que en el colegio hacíamos poesía, así que me puse en la tarea y ahora tengo más de 100 poemas. Luego le mostré al presidente de la Federación Colombiana de Golf, Lázaro Pérez, y le encantó, de hecho, fue él quien hizo el prólogo.
Desde la pasión por el deporte, ¿cómo lo describe?
El golf es un deporte sadomasoquista, por eso llamé a uno de los poemas 50 o más sombras de golf, porque los golfistas estamos en un tobogán de emociones, pasamos de la frustración a la satisfacción en sólo cuatro horas. Este es uno de los pocos deportes que se basan en la honradez de la persona, o sea que si mientes nadie te va a tener en cuenta para jugar.
¿Para leer “Golf en poesías” se debe tener conocimientos previos de este deporte?
No necesariamente, porque son conceptos universales de emociones. Obviamente, los golfistas lo disfrutarán más; de hecho, he recibido muy buenos comentarios, porque nadie había escrito algo parecido.
¿A qué edad comenzó su gusto por el golf?
Aprendí a pegarle a la bola cuando vivía en Barranquilla, a los 12 años. Luego me fui a España, allí estudié derecho y, por temas de tiempo, no volví a jugar hasta que regresé a Colombia y ya llevo 25 años en este deporte. Ahora juego dos veces por semana en el Club Los Lagartos y en el Club Payandé.
O sea que siente que llegó tarde a este deporte.
Sí, lo ideal es practicarlo desde muy joven, por ejemplo Tiger Woods le pegaba muy bien a la bola desde niño. De viejo no se aprende, por ejemplo mi hándicap, que es el promedio de número de golpes en el golf, es de 17, e decir, estoy en la mitad.
Según su experiencia, ¿cuál cree que es la diferencia entre la cultura del golf en Estados Unidos, Colombia y España?
El golf en Estados Unidos es muy popular, lo juega todo el mundo, desde el que hace mantenimiento en un edificio hasta el presidente de una compañía. En Colombia no pasa lo mismo, el mejor golfista que tenemos es Camilo Villegas, quien salió del Club de Medellín y casi todos los jugadores que son los mejores del mundo han sido caddie, que es quien acompaña al golfista. En Colombia no hay oportunidad de que los ellos surjan. Mientras que en Europa, a pesar de no ser tan popular, hay campos públicos.
Esa podría ser una de las razones por las que se afirma que el golf es un deporte elitista.
Desafortunadamente en Colombia sí es un deporte elitista, porque hay pocos campos públicos. En otros países, como Estados Unidos, hay muchísimos campos, lo que hace que sea un deporte más popular. La Federación Colombiana de Golf ha intentado volverlo más público con el Centro de Alto Rendimiento, en el que se pueden tomar clases, pero no hay suficientes campos.
Un campo difícil.
El nuevo fairway del Club Los Lagartos. Para los amateur es difícil, porque está muy protegido, hay bastantes árboles y el lago está muy cerca, lo que ocasiona que la bola caiga allí. Además es difícil que la bola llegue al green.
¿Y uno fácil?
Los Pacos y Fabios, del Country Club, que son más amables y no tienen tanta protección.
Su campo favorito.
El del Valderrama Golf Club, en España.
Un compañero para jugar.
Mi hijo, a quien le gusta bastante este deporte.
Una manía.
Siempre llevo dos bolas en el bolsillo izquierdo: una que saco cuando juego y la otra de repuesto. En el bolsillo derecho siempre llevo la tarjeta donde voy anotando los resultados, que es el score, y en el bolsillo derecho de atrás, cuando no conozco el campo, llevo una tarjeta con la distancia y la dificultad de cada hoyo. Es más una organización mental.
¿Qué más lleva en su talega?
Agua, un sombrero, bloqueador solar, sombrilla y una culebra de madera, porque dentro del golf hay un juego que se llama la culebra, entonces apostamos. Quien haga tres putts en el green se lleva la culebra.
Su golpe favorito
El tiro de 80 a 100 yardas, en ese tengo bastante precisión.
¿Y uno por mejorar?
El drive, que es más de 200 yardas.
Si pudiera elegir un torneo para ganar, ¿cuál sería?
El Master de Augusta.
Finalmente, ¿el jugador que más admira?
Quizá por tener el mejor récord, Sam Snead, y Jack Nicklaus. Aunque el que más me gusta es Jordan Spieth, quien tiene 23 años y se destacó el año pasado en el Abierto de Estados Unidos y en el Masters de Augusta.