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¿Tiene Colombia un gran potencial creativo?
Nos propusimos ser un país destacado a nivel de creatividad y lo logramos. Hay países que son brillantes porque culturalmente han estado expuestos a cosas muy fuertes, pero tenemos todo para ser una potencia.
¿Qué destaca de la publicidad colombiana?
Sus ideas frescas. Somos latinos, tenemos un enfoque diferente y más desparpajado para contar las cosas. Lamentablemente no se ve mucho cuando enciendes el televisor.
¿Y lo que le hace falta?
La publicidad colombiana va en evolución, esto es cuestión de consistencia y pasión.
¿Somos como sociedad un reflejo de la publicidad?
Antes la publicidad nos vendía estereotipos, hoy trata de ser lo más realista posible. No todas las campañas son así, pero hay algunas que muestran la mugre como algo bueno, porque los niños aprenden ensuciándose. Esas nos dicen que hay una vida real y no es la que vemos normalmente en las pantallas.
¿Cuál es el mayor problema de los clientes?
La competencia en cualquier categoría está muy fuerte, las marcas necesitan diferenciarse, ganarse un espacio en el corazón de las personas, y en eso las agencias de publicidad contribuimos.
¿Y el de los creativos?
Tener ideas frescas todo el tiempo. Cada vez hay menos tiempo para trabajos complicados.
Fue presidente del jurado en el Wave Festival, ¿qué características tiene en cuenta al calificar publicidad?
La originalidad, que cale el mensaje perfectamente y toque alguna fibra.
¿Que toque alguna fibra?
Cuando una idea es muy buena, se siente rico en el estómago. No la tienes que analizar, sino que te transmite un sentimiento.
Un ejemplo.
La idea de las madres que alientan a sus hijos que terminan siendo campeones, de P&G, transmite energía. Los comerciales de Axe me dan mucha risa, son comerciales buenísimos y los de Coca Cola me encantan.
¿El tipo de campañas que le disgusta?
Como las de Doña Gallina. Deben ser muy efectivas y vender muchísimo, pero para mí son hasta irrespetuosas. Cuando en 30 segundos repites la marca hasta 20 veces, creo que es ya un abuso hacia el consumidor, pero bueno, son otras técnicas.
La que más le ha gustado de su grupo de trabajo.
Por ahora me siento muy satisfecho con ‘Deliciosa amenaza’, la campaña del pez león. No sé si es que estoy muy sensibilizado hacia lo social, pero me parece que Colombia tiene muy buenas ideas desde ese punto. Estamos plagados de problemas por solucionar.
¿De dónde sale toda la inspiración?
De los viajes, cuando uno viaja está expuesto a muchas cosas: la forma como la gente se transporta, se comunica, lo que come, el arte, su historia, todo te va alimentando sin darte cuenta, pero sale en el momento de una creación.
Aparte de diseñador gráfico o publicista, ¿qué le hubiese gustado ser?
Futbolista, pero me faltaron tres cosas: pique, velocidad y gambeta, de resto tenía todo para ser un gran futbolista (risas).
Comercial de la infancia que recuerde.
El comercial de Gudiz... “con mis Gudiz soy feliz, porque son de maíz...” (risas).
¿Y el que menos le gustaba?
El de Dolorán. Me parecía muy patético, pero hoy en día me parece muy simpático.}
Revista colombiana que más le guste.
Proyecto Diseño... y desde luego me tienen que gustar Soho y Don Juan (risas).
¿Cuál cree que es el mejor medio de comunicación?
Estar frente a frente. La tecnología no va a superar nunca el encontrarse con alguien o abrazarlo, pero soy fanático del celular. Si me quedo sin celular, siento que estoy en una isla desierta.