"El que se enamora es estúpido"

El padre Linero en su libro más reciente ‘Qué tiene ella que no tenga yo’ habla sobre la infidelidad y la falta de herramientas para enfrentarla.

El Espectador
20 de diciembre de 2012 - 10:00 p. m.
El padre Linero asegura que la felicidad es una relación plena que tiene que ir más allá de las emociones. / David Campuzano
El padre Linero asegura que la felicidad es una relación plena que tiene que ir más allá de las emociones. / David Campuzano

¿De qué se trata su libro “Qué tiene ella que no tenga yo”?

Herramientas psicológicas y espirituales, para enfrentar y vencer el tema de la infidelidad.

La infidelidad se ha vuelto un tema muy común. ¿A qué se debe eso?

A que los seres humanos no sabemos amar y andamos siempre en la lucha entre el deseo y la ley. Nunca estamos conformes con lo que tenemos, con lo que queremos y andamos siempre buscando otras posibilidades.

¿Por qué tanto interés en escribir un libro sobre este tema?

Porque en mis 19 años de cura me he encontrado con demasiadas personas que sufren por el tema de infidelidad, pues en el trabajo que hacemos en el confesionario, encuentro que es un tema demasiado urgente, demasiado presente y siento que hay escasez de herramientas para enfrentar la situación.

¿Qué se considera una infidelidad?

En principio ser infiel es traicionar la confianza que el otro me da. La infidelidad fundamentalmente es traición, es engaño a la confianza que el otro ha depositado en mí, es el concepto que quiero tener claro.

¿Cuáles son los síntomas de cuando una persona es infiel?

Siempre hay síntomas, pero los síntomas no son fórmulas que uno puede pillarse fácilmente; muchas veces, los síntomas nos pueden llevar a conclusiones equivocadas y podemos meternos en líos.

¿Qué es lo que busca un hombre en una mujer distinta de su pareja?

Eso lo trabajo en el texto bien. Primero, creo que el hombre busca siempre sentirse deseado. Tal vez por la manera como nos han construido culturalmente. Segundo, nos gusta poder alardear de eso, poder contarles a los otros varones que hay unas viejas detrás de nosotros, pues eso siempre genera un cierto prestigio. Tercero, por insatisfacción en la relación.

¿Cuando hay infidelidad es aconsejable volver con la pareja?

Aquí no hay fórmulas. Yo distingo bien entre perdonar y reconciliarse. Una cosa es perdonar, que es recuperar la paz perdida, sanar la herida interior, y otra cosa es reconciliarse. Entonces, perdonarse siempre, pero para reconciliarnos creo que sí hay que revisar que se den unas condiciones mínimas.

¿Cuáles serían esas condiciones?

Que la persona esté arrepentida, no estaría bien reconciliarse con alguien que no esté arrepentido; que dé muestras objetivas de cambio; que la persona me ame y lo demuestre, por último, que esté dispuesta a reconstruir todo.

¿Es posible recuperar la confianza o no?

Sí es posible. Todo en las relaciones humanas es posible. En algunos casos, hasta se tiene una mejor relación que la que se tenía anteriormente a esa experiencia traumática.

¿Es cierto el dicho “el que la hace una vez, la hace dos veces”?

Si no se soluciona la causa de por qué está haciendo eso, seguramente lo seguirá haciendo. El perdón no se tiene que trabajar en términos del efecto, sino de la causa, es decir, por qué es infiel, eso es lo que hay que trabajar.

¿Este libro va dirigido solamente a mujeres?

En principio yo lo pensé para mujeres, porque son las que de alguna manera por el machismo en el que vivimos sufren más y tienen menos herramientas, pero esta lectura está recomendada para cualquier ser humano que quiera entender el problema, es decir, no tengo que estar pasando una experiencia de infidelidad para leer el texto .

¿La culpa de una infidelidad es solamente del infiel?

La culpa es de los dos, las culpas en las relaciones de pareja siempre son de dos. Lo que no sé es cuál es el porcentaje, pero seamos claros, el infiel es infiel, porque lo decidió no porque alguien lo obligó a serlo.

¿Cuando existe riesgo de infidelidad es mejor darse un espacio en la relación?

Es mejor hablarlo, enfrentar el problema, reconocer que la relación no está bien y buscar soluciones, para que mejore y sean felices los dos. No haces nada evitándolo.

¿Cuándo se está enamorado?

El amor es una decisión que parte de la realidad, prefiero a esa persona, prefiero tanto a esa persona que mi felicidad está conectada a ella, sé que tiene defectos, pero sé que tiene muchas virtudes, y por tanto me llena.

¿Hay que enamorarse de los defectos?

Lo que hay es que dejar que pase el enamoramiento y ser capaz de entender por qué esa persona me está gustando tanto. Hay que ser un poco racional, el escritor argentino Jorge Bucay dice que “hay que enamorarse con los ojos abiertos”, y yo creo eso, uno tiene que enamorarse, pero ser inteligente e ir comprendiendo la razón de ese amor.

¿Qué tan cierto es que el que se enamora es débil?

El que se enamora no es débil, es estúpido. El enamorado ha perdido el sentido de la realidad. Un tipo enamorado es capaz de cambiar un millón de dólares por dos pesos ¡eso es estupidez!

¿Qué libro está leyendo ahora?

“Cincuenta sombras de Grey” de la autora británica E. L. James.

¿Qué le preocupa de la vida?

Me duele la intolerancia, el marginar a la gente, me tiene ofendido que en la calles hay más violencia que en el monte.

¿Qué es la felicidad?

Es algo que va más allá de las emociones es una realización plena.

¿Qué le genera esperanza?

La juventud. Me encanta la manera libre como los jóvenes viven, no tienen tanta intolerancia como nosotros, a menos que los afectemos como es el caso del matoneo, que es pura influencia adulta.

¿En qué momento una persona deja de ser joven?

En estos días mi papá me dijo “¿Viste la muchacha esa?”, y yo volteé y era una señora de 76 años. Ese día entendí que es viejo quien tiene 10 años más que uno. Uno dejar de ser joven cuando deja de ser rebelde, cuando deja de romper los paradigmas que lo atan.

Un consejo.

Que sean felices que se acepten tal cual son, se amen como son, que acepten y valoren al otro tal cual es y que tenga siempre la capacidad de trascender espiritualmente.

Por El Espectador

 

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