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El sonero del piano

El compositor y arreglista cubano Pepe Rivero cree que el sonido de su país siempre está en su música, que el piano es su musa y el jazz es la mejor forma para sentirse libre.

Un chat con...
30 de abril de 2016 - 04:05 a. m.

¿Qué encuentra en el jazz que no le dan otros estilos musicales?

Ser libre.

¿Existe alguna característica que identifique a los pianistas formados en el Instituto Superior de Artes de La Habana, donde usted estudió?

La característica principal es que todos los graduados salen con un nivel profesional muy alto y preparados no sólo para ser solistas, sino, además, para ejercer como profesor o pianista de una orquesta.

¿En qué le ha servido la académica para afrontar estilos populares, como el jazz?

Creo que tener una formación clásica es importante para el dominio del instrumento y el conocimiento de la obra de los grandes compositores; el jazz y, en general, toda la música popular se ha nutrido de los compositores clásicos desde siempre.

¿Cuál fue la principal enseñanza que recibió de compartir escenario con Celia Cruz?

La principal enseñanza fue que la grandeza del artista no sólo está en el talento, sino en ser humilde. El escenario debe disfrutarlo desde la sinceridad. Cuando Celia se subía al escenario era como si su cuerpo fuera tomado por un ser lleno de energía que nos la transmitía a todos.

“Paquito D’Rivera & Pepe Rivero Live in Barcelona” es uno de sus trabajos discográficos que, además, fue realizado al lado de una de sus influencias, ¿cómo fue la experiencia de grabar al lado del saxofonista?

Para mí ha sido un sueño cumplido del cual no quieres despertar nunca. Paquito es uno de los músicos más extraordinarios que he conocido, trabajar con el es un reto muy grande, ya que cualquiera no puede tocar el piano como él. Hay que estar muy bien preparado. Su repertorio lo abarca todo y he tenido la suerte de haber grabado ya dos discos, “Paquito D´Rivera & Pepe Rivero Live in Barcelona”, nominado a los Grammys Latinos y el “Jazz meets the Clasics” grabado en directo en el prestigioso Club de Jazz Dizzy Coca Cola de Nueva York, donde estoy como artista invitado. Este disco ha ganado el Latin Grammy como Mejor Álbum de Jazz Latino 2015.

¿Qué responsabilidad tiene para usted ser pianista de un país con tantas figuras musicales?

Cuba ha sido una tierra de grandes músicos en general y donde los pianistas han destacado como compositores y grandes intérpretes desde siglos atrás. Poder destacar es complicado, dado que figuras como Bebo Valdés, Chucho Valdés, Gonzalo Rubalcaba o Hernán López Nussa, y la lista sería muy grande si me pongo a mencionar todos los de mi generación que están por el mundo haciendo una carrera brillante y obviamente por decirlo de alguna manera con un camino abierto por todos estos grandes músicos que han contribuido para que la pianística cubana sea conocida a nivel mundial.

¿En su música actual qué elementos hay del guaguancó, el chachachá y la guajira?

Esos elementos siempre están y estarán en toda mi música, es algo que sale espontáneamente y se pueden manifestar en las melodías o en el ritmo, son mis raíces.

¿Qué tanto mantiene de la idea original con la que formó su agrupación en 2001?

El objetivo era tocar mi música con grandes músicos y amigos. Hoy es igual, aunque ya con diferentes formatos, desde una Big Band hasta un dúo.

¿Qué elementos comunes ha encontrado entre el bossa nova, el flamenco y jazz latino?

El ritmo es uno de los elementos fundamentales seguido de las melodías y giros armónicos que compartimos en nuestro folclor.

De los formatos instrumentales con los que ha tocado, ¿con cuál se siente más cómodo?

Todos los disfruto mucho, aunque en el formato de trío siento una mayor libertad.

¿Qué hay en el piano de su casa que no encuentra en ningún otro piano del mundo?

En mi piano está la musa, siempre aparece cuando estoy con él.

¿Cuál es su función dentro del “Clazz” Latin Jazz Festival en España?

En el Festival mi función es la de director musical, que junto con Óscar Gómez, director y uno de los grandes productores de España y del mundo. Para que te hagas una idea, fue durante muchos años el productor de Celia Cruz con la que ganó varios Grammy. La idea de hacer el Festival fue suya y juntos nos embarcamos en este maravilloso sueño que va para seis años. ¿De qué manera su labor docente y pedagógica contribuye a su desarrollo como artista?

Creo que finalmente siempre aprendo mucho más de mis alumnos de lo que ellos puedan imaginar.

¿Cómo ha cambiado la industria a partir del auge de lo digital y de las redes sociales?

Lo veo muy positivo, ya que ahora puedes mostrar tu trabajo de una manera muy rápida, donde puede ser visto en todas partes del planeta.

¿Cuáles son sus proyectos ahora?

Estoy preparando Las cuatro Estaciones de Vivaldi para estrenarlas en México y Madrid. Es un reto muy grande, ya que es una obra muy conocida, por supuesto siempre con mucho respeto. La idea es como si cada estación hubiese sido escrita en América. Cuba es “La Primavera”, en Brasil “El Verano”, en Argentina “El Otoño” y en Nueva York “El Invierno”. El piano será protagonista junto a dos violines solistas y donde se enfrentarán la obra original y lo que pudo haber sido si Vivaldi hubiera visitado Cuba, Brasil, Argentina, Nueva York, en general Las Américas. La formación es un Quinteto de jazz junto a una orquesta de cuerdas, pero esta vez en clave de Latin jazz y donde la improvisación será protagonista.

Por Un chat con...

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