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'El Tiple' suena con fuerza hoy en Polonia

La historia de Pastor Moncada y su tiple ya trascendió fronteras. En cabeza de su director, Iván D. Gaona, fue ganador en el pasado Festival Internacional de Cine de Cartagena y hoy espera serlo en Europa.

El Espectador
16 de octubre de 2013 - 10:00 p. m.
El director santandereano Iván D. Gaona llegó a la historia de Pastor Moncada por su anterior cortometraje, ‘Los retratos’.  / Cortesía La Banda del Carro Rojo
El director santandereano Iván D. Gaona llegó a la historia de Pastor Moncada por su anterior cortometraje, ‘Los retratos’. / Cortesía La Banda del Carro Rojo

¿Qué lo enamora del cine colombiano?
La inquietud genuina de la mayoría de nuestros realizadores de crear y buscar un universo propio que plasme su punto de vista de un país tan complejo como el nuestro, y que algunas producciones sean honestas y muestren un pedacito de país que nunca fue contado. Y vibrar con nuevos personajes que permanecían en la sombra de nuestra historia audiovisual.

¿Y qué le disgusta?
Que la profesión no sea asumida de manera responsable por algunos realizadores, que la pasión de la creación pase a un segundo plano porque otras variables, a veces económicas o de carácter egoísta, cobren vida para convertir lo bonito en basura, y que en una joven y naciente “industria” cinematográfica no seamos conscientes de la importancia del papel de creadores de identidad, cultura y prosperidad.

¿El cine debería transformar, entretener o informar?
El cine es todo. Es un veredicto de nuestra sociedad. Es un reflejo del caos, de la belleza y del cotidiano de una generación. Debe entretener, mover, conmover, inspirar, humillar, aplaudir, cuestionar, reír. El cine es como barrer la casa mientras se baila oyendo una emisora de música romántica y se escuchan noticias de última hora entre canciones.

¿Qué tan fuerte está sonando ‘El tiple’ en Varsovia?
Esas doce cuerdas están retumbando en el auditorio de la Kinoteka, en donde será presentado hoy jueves 17 de octubre a las 6 p.m., en el marco de la competencia oficial de cortometrajes del Warsaw Film Festival. Es la premier mundial de nuestro cortometraje.

¿Qué historias cuentan los otros cortometrajes que ha visto de los países en competencia?
Es un panorama mundial. Van desde la complejidad de los problemas internos de una sociedad europea hasta el despelote social del mundo latino. Es refrescante y alentador ver el trabajo de esta nueva generación de realizadores serios que usan nuevas herramientas digitales y de captura para crear el mundo verosímil de sus relatos.

¿Qué cuenta de Colombia la historia de Pastor Moncada, más allá de la música y la tradición?
Es la historia de cualquiera de nosotros. Pastor tiene que vender su viejo tiple para comprar las inyecciones que pondrán mejor a su esposa. Para él es su tiple, para mí puede ser una cámara, para mi vecino puede ser su vieja moto. Nuestra tradición es fuertemente familiar, y eso hay que rescatarlo.

Un largometraje colombiano que lo inspire...
Cóndores no entierran todos los días, de Francisco Norden.

¿Colombia va por buen camino para convertirse en industria cinematográfica, o qué falta?
El camino está trazado. Si está bien o no, será un comentario de generaciones venideras. Trabajo y seriedad con la creación es lo que debe liderar este proceso creativo. Diría que el trabajo con la emoción y los actores es lo que hace mucha falta en los trabajos de dirección de muchos realizadores. La técnica se puede soportar en un equipo, pero la emoción debe buscarse, trabajarse, plasmarse. Emoción es lo que falta.

¿Les va a apostar a los largometrajes?
Sí. Trabajaré junto con el equipo de La Banda del Carro Rojo en un largometraje que tendrá de escenario el universo del sur de Santander. Particularmente la provincia de Vélez y el municipio de Güepsa, en donde hemos desarrollado nuestros proyectos de cortometraje. Debo decir que soy oriundo de allí y que la gente del pueblo y la región se ha comprometido con nuestros proyectos y nos ha dado una mano amable y constante para el buen desarrollo de los mismos.

¿Qué nueva historia le quiere contar al país?
La historia de mis abuelos y sus hijos. Los hijos del municipio de Güepsa, Santander, y la provincia de Vélez. Las historias de amor, odio y violencia que han acompañado a sus habitantes a lo largo de tres generaciones difíciles para nuestro país. La historia de un mundo en donde el bien y el mal se han relativizado y los héroes cinematográficos han cambiado.

Por El Espectador

 

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