¿De qué se trata “La historia ilustrada del sexo”?
Es una obra en la que Adán y Eva cuentan la historia del mundo a partir de las posiciones sexuales, cómo el sexo ha determinado la historia y no la historia al sexo. Pasando desde la creación, la época clásica y medieval, el renacimiento, la revolución industrial y la posmodernidad.
¿Cuál fue la época histórica donde más se exploró la sexualidad?
En igual proporción, sólo que de acuerdo con la época uno se va ajustado y buscando otras formas de vivir el sexo. En la época del medievo, por ejemplo, era muy difícil porque la Iglesia tenía todo controlado y ahí vienen posiciones que tratan de darle la vuelta a la Iglesia y buscar el placer entre las parejas.
¿Cuál fue la incidencia del sexo en la Revolución Industrial?
La llegada del primer vibrador, en 1840. Las posiciones van evolucionando con la tecnología, el surgimiento de la burguesía y el capitalismo.
La evolución histórica ha pasado de la represión a las libertades. ¿El sexo está hoy en su máximo nivel de liberación?
Para nada. Hay muchas cosas para aprender, explorar y descubrir. Lo rico de la sexualidad es que nunca se agota. Hace 20 años nosotros no hablábamos de sexo virtual ni de crossdresser, hombres que tienen la necesidad de vestirse de mujer para excitarse y eso no significa homosexualidad. No sabemos lo que está por venir, en 20 años, quizás, el sexo dejará de ser algo de lo que las personas puedan disfrutar y llegará una nueva modalidad. Hay un chiste que dice que en 100 años el diccionario va a decir “Lengua: órgano sexual que los antiguos usaban para hablar”.
¿Cree en la historia de Adán y Eva?
Soy en la obra Eva, y Fernando Solórzano es Adán. Yo soy atea, pero la historia de la creación está y todos aprendemos.
Primera vez que se prueba como actriz. ¿Qué ha sido lo más difícil de esta faceta?
La cosa que más me asustaba era la memorización de los textos, nunca en mi vida he memorizado nada. Me tocó copiar 30 veces cada diálogo, repetir y pegar post en toda mi casa. Por fortuna, creo que me ha salido bien. Otra dificultad han sido las palabras, nunca he estudiado español. A veces veo a mi pobre director, Dago García, bastante estresado porque tengo que decir “jugo” y no “yugo”, “columna” y no “coluna”. Él me las dice 30 vece s y me toca grabarlas y repetirlas.
Las palabras más difíciles.
Inverosímil y empezar.
Usted ha dicho que las mujeres sufren más con la tusa, pero se recuperan más rápido que los hombres. ¿Cuál ha sido su peor tusa?
Tenía un novio a los 13 años del que estaba muy enamorada, pero me dejó por otra. Sufrí mucho, pensé que nunca más iba a enamorarme, pero lo rico del amor y la vida es poder entregarse de cuerpo y alma cada vez. Después de muchos años lo busqué en Facebook, vi que tenía una barriga, que estaba calvo y que tenía dos hijos tan feos que me sentí victoriosa. La venganza es mirar en Facebook a esas personas por las que sufriste y sentirte mejor que ellas.
¿Ese fue su primer novio?
No, el primero fue a los 11 años.
¿Cómo se les debe hablar de sexo a los hijos?
Con la boca, sin tabús, más hoy cuando tenemos tantos predadores que están dispuestos a coger a nuestros hijos y tenemos enfermedades que matan. Estamos bombardeados de sexo en las revistas, periódicos, televisión y hasta en las películas infantiles, y tenemos que aprovechar esos momentos y traer esos temas a colación y discutirlos.
Una fantasía sexual pendiente por cumplir.
Actuar.
¿Qué excita a Flavia?
Una buena conversación.
¿Y lo que la ruboriza?
La violencia.
¿Qué extraña de Brasil?
La playa.
¿Ha fingido un orgasmo?
Claro, la mujer que diga que nunca ha fingido un orgasmo está negando a su madre.
¿Monogamia o poligamia?
Poliamor.
¿Tacones o tenis?
Tacones siempre, nací en tacones.
Un plato afrodisíaco.
La pareja.
Lo imperdonable en el sexo.
El egoísmo.