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Julian Arango, infiltrado

El actor protagoniza 'Los Infiltrados' del Canal Caracol.

El Espectador
01 de septiembre de 2011 - 12:05 a. m.

¿Le gustan las series policíacas?

Sí, por el suspenso y porque lo ponen a uno a pensar quién es el asesino.

¿Cuáles son sus preferidas?

Criminal Minds y CSI.

¿Alguna vez ha sido un infiltrado?

Ser actor requiere siempre infiltrase en la vida de los personajes.

¿Cómo construyó el personaje del mayor Ramón García?

Me basé en dos perfiladores, uno psicológico y otro forense. Estuvimos viendo cómo trabajaban, analizaban los casos y armaban la película de cada asesinato mientras reconstruían los hechos, y eso es lo que hace Ramón García.

¿Un término policíaco de risa?

Flagrancia.

Policía, delincuente, gay, mujeriego, ¿qué personaje le falta interpretar?

Un curita sería bueno.

¿Cuál es su clave para ser tan versátil en la construcción de sus personajes?

El humor que le trato de impregnar a todos, para que sea un goce convivir con ellos.

La adaptación que más le guste de ‘Betty, la fea’.

No, yo soy súper envidioso, a mí Betty no me la copien que sólo acepto la colombiana.

¿A quién le ha dicho ‘No más excusas’?

A Antonio Sanint.

¿Aún recibe regalías por las campañas que se siguen haciendo sobre su idea de “Estar en el lugar equivocado”?

Nunca he recibido... y la palabra regalías, se la regalo.

¿Cuál es el momento en el que más se ha sentido en el lugar equivocado?

Una vez estaba en calzoncillos, bailando al estilo Tom Cruise en Negocios peligrosos, y al lado estaban una cantidad de niñas de colegio y yo no me había dado cuenta. Ahí sí dije: ¡huy no!

¿Ha vuelto a pensar en campañas publicitarias?

Claro, le estoy dando ahorita a una... pero no puedo contar.

¿Colombia aún vive ‘Tiempos difíciles’?

Nunca dejaremos de vivirlos.

¿Qué asuntos del país le preocupan?

En este momento sé que hay cosas muy graves, pero me preocupa profundamente el destino de la Selección Colombia.

¿Cree que Bogotá tiene arreglo?

La embarraron hace rato. Debieron planearla más grande. Algunos sectores sí tienen arreglo, pero a Bogotá la deberían dividir en varios estados independientes.

¿Cree en nuestros gobernantes?

Hay buenos y malos, como los actores y los futbolistas.

¿A quién le daría el voto para la Alcaldía de Bogotá?

A Petro; él hace un muy buen personaje, y para mí se trata de eso, es más... a veces no entiendo qué dice pero le creo.

¿Cree en el cine colombiano?

Totalmente, somos unos berracos para hacer cine, lo que pasa es que falta infraestructura, pero estamos llegando a un punto de producción, actuación escenografía y vestuario muy alto. Cada vez nos estamos especializando más y sé que me van a llamar para muchas películas… ¿Esto último me lo puede poner en negrilla? (Risas).

Su director colombiano favorito.

Mario Ribero Ferreira (El embajador de la India).

¿Qué le gustaría ver en el cine nacional?

Hemos visto narcotráfico y el drama de los desplazados, pero falta explotar la comedia, el humor, la mamadera de gallo colombiana.

¿La última película colombiana que recomendó?

Los viajes del viento.

El superhéroe que lo marcó de niño.

El chapulín colorado.

¿Qué lo saca de casillas?

Iker. Y para el que no la coja, me saca de casillas que no entiendan los chistes.

¿Qué lo hace reír?

Las bobadas, las estupideces.

¿El mejor cómico que ha dado latinoamérica?

Son muchos: de México, Roberto Gómez Bolaños, Cantinflas, Tin Tan; de acá no puedo dejar de lado al Gordo Benjumea, a Don Chinche y al Culebro Casanova.

¿Qué le han entregado las stand up comedies?

Estar seguro de que siempre voy a estar inseguro.

¿Lo mejor de hacer de galán?

Prefiero mil veces ser actor de reparto, mil veces. Trabaja uno con mujeres bonitas, pero las escenas de cama son incómodas y jartas.

¿Y de malvado?

El placer de ser lo que no se es.

Por El Espectador

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