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La lucha de Ati Seineken

El documental, dirigido por Claudia Fischer, narra la historia de esta indígena arhuaca y su hermana, quienes tuvieron que esperar cuatro años para acceder a la universidad.

Redacción Un chat con...
24 de noviembre de 2014 - 02:14 a. m.
Ati Seineken, que significa madre tierra en arhuaco, dice que fabrica sus  collares y que éstos representan la armonía con el corazón. / Pamela Aristizábal - El Espectador
Ati Seineken, que significa madre tierra en arhuaco, dice que fabrica sus collares y que éstos representan la armonía con el corazón. / Pamela Aristizábal - El Espectador
Foto: PAME ARISTI

¿Cuál es el objetivo del documental?

Mostrar todo el recorrido que hicimos cuando terminamos la secundaria y la lucha para poder ingresar a la educación superior.

¿Cómo conoció a Claudia Fischer?

Por un amigo que conocí a los 14 años. Un día lo llamé y él vio mi situación, que estaba mal y que quería estudiar, entonces dijo que conocía a unos amigos que tenían una fundación donde trabajaban con artesanías en Sopó y que podían darme trabajo. Lamentablemente no nos pudieron ayudar, pero días después llamó Claudia y nos dijo que quería grabar nuestra historia para que las personas conocieran nuestra situación.

¿Qué tan difícil fue decidir participar en el proyecto?

No sabíamos en qué nos estábamos metiendo. Mi hermana me decía que no se sentía bien, pero una cosa es tu situación y otra que te están dando algo. A veces vale la pena arriesgarse.

¿Qué tan difícil es para una mujer indígena acceder a la educación superior?

En las comunidades no hay interés de apoyar indígenas jóvenes para que estudien. Las personas que salen de allá es porque quieren, no porque los impulsan, y muchos se han regresado porque puede que te den une beca del 100%, pero hay muchas barreras: dónde vivir, qué comer, transporte, etc.

Finalmente, ¿cómo logró acceder a la universidad?

Buscamos en varias universidades como la Nacional, el Colegio Odontológico, en la Cooperativa y en la San Martín, pero muchas veces sólo les interesaba el que tenía para darles, para pagar. Un día Claudia me dijo que llamara a la Universidad del Bosque y uno de los fundadores, Eric Besson, habló por mí. Presenté el examen y la entrevista, y me dieron media beca. Fueron cuatro años en el proceso.

¿Por qué cree que se le cerraron tantas puertas?

Por no tener apoyo. Llegas a un lugar donde te consideran un inmigrante y por el lenguaje. El español es bastante complicado, más cuando lo aprendes escuchando. Entonces hay mucha competencia entre los indígenas mestizos y los nativos, es buscar un sueño y que nadie te entienda lo que quieres decir.

Si sólo le otorgaron media beca, ¿cómo superó las otras barreras?

Me ha dado duro. Primero, mantener el promedio es difícil porque hay muchas limitaciones en el español. La mitad de la beca la pagaba un amigo de mi hermano, que es suizo, George, pero ahorita está en una situación económica difícil; y el arriendo, los materiales y el transporte me lo da Claudia Fischer; y lo que me gano vendiendo mochilas.

¿Cuál fue su motivación para estudiar odontología?

Por mis papás. Allá vendían cajas de dientes y mi mamá fue una de las que sufrió con ellas. Mi abuela y mi tía tenían problemas dentales y mi hermano hizo un curso de higiene oral.

¿Qué es lo más difícil de adaptarse a la ciudad?

Todo. La multitud de las personas y los semáforos, que no puedes cruzar tranquilo porque todo te limita.

¿Cuál es el rol de la mujer en los arhuacos?

Cocinar, lavar, criar a los niños, tejer, mantener al esposo, algo que no termina, algo muy rutinario. Desde la parte espiritual, representa la fuerza femenina y tiene la última palabra porque se considera lo total y puede hacer cualquier cosa por sí sola. El hombre se considera incompleto y siempre necesita de una compañía.

¿Cómo influyó el género a la hora de buscar educación superior?

A las mujeres no las limitan para que estudien, el problema es que llegan a la secundaria, se casan y tienen hijos. No es problema de la comunidad, sino de las mujeres, que no quieren avanzar y ver más allá de lo cotidiano.

¿Cómo es la confrontación entre la parte espiritual y la ciencia?

Es bastante chocante y complicado de entender. Se dice que las palabras de los mamos no tienen pruebas, pero que la ciencia sí, pero cuando no pueden descubrir más, se habla de Dios.

¿Qué puede aplicar de la sabiduría indígena a su carrera?

Que la enfermedad no es física, abarca la parte espiritual y emocional.

¿Qué representa la forma de vestir de su comunidad?

El collar es la armonía del corazón y el cinturón es la energía que se recibe del cielo y de la tierra, y que se centra para neutralizar ambas energías.

En español su nombre es Ana Milena Villafaña, pero en arhuaco es Ati. ¿Qué significa?

Ati es la fuerza femenina y Seineken es la fertilidad; y juntos significan madre tierra.

¿Cuáles son sus proyectos?

Terminar la carrera, trabajar y hacer una universidad en la Sierra.

Por Redacción Un chat con...

 

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