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"La música me sigue moviendo la aguja"

Andrea Echeverry habla de su más reciente disco, ‘Ruiseñora’, un trabajo que “es de género” y en el que finalmente “encontró su musicalidad”.

Óscar Güesguán
04 de marzo de 2013 - 09:59 p. m.
La cantante Andrea Echeverry asegura que su agrupación insignia se reunirá  en 2015. / Cortesía
La cantante Andrea Echeverry asegura que su agrupación insignia se reunirá en 2015. / Cortesía

¿Por qué el nombre de su nuevo trabajo, ‘Ruiseñora’?

Simbólicamente hago alusión a un pájaro y al canto. También me pareció bonito porque contiene la palabra “señora”, además del asunto del recorrido que hace un ave, y si usted ha hecho un recorrido tiene cosas que decir y un aprendizaje que compartir.

¿En qué se inspiró?

Me encontré un libro de Florence Thomas que se llama Conversaciones con Violeta. La historia de una revolución inacabada. Fue un libro clave en un momento en el que me quería independizar. Muchas de las palabras del libro permearon canciones. Finalmente, el disco se volvió de género.

¿Eso quiere decir que no se lo recomienda a los hombres?

Ellos son los primeros que tienen que escucharlo porque el asunto de la liberación femenina, de lograr el equilibrio y el yin y el yang, es pura complicidad. Debemos tener una relación igualitaria, porque el machismo es una “boleta” y hay que exterminarlo.

Decidió producirlo usted. ¿Es más arduo el trabajo?

Fue superrico. Me encerré sola en el estudio, me escuché a mí misma, me imaginé cómo quería que sonara. El resultado es bien particular, diferente de lo demás, muy femenino, fuerte y maduro.

¿Qué encontró luego de esa introspección?

Fue muy especial encontrar mi musicalidad, porque no había participado en esa parte del proceso. Fue muy enriquecedor.

¿De dónde salió el “rock semilla”?

Lo llamo “rock semilla” o “roca de altiplano”. Roca porque es el femenino de rock, y altiplano por el lugar donde estamos ubicados. De la otra expresión, “semilla” es porque no usamos batería y la mayoría de instrumentos tienen semillas.

Usted es una de las abanderadas de la lucha contra el maltrato a la mujer. ¿Cómo ve esa situación?

Es una tristeza en un país en guerra, porque las mujeres, además de que somos el objeto sexual, somos las protagonistas de todo tipo de publicidad y el botín de guerra, entonces en el conflicto se violan mujeres.

¿Qué ha pasado con Aterciopelados?

Estamos de receso. Dejamos un par de años para que los dos proyectos solistas, tanto el de Héctor, que se llama Conector, y el mío, tuvieran espacio. La idea es reunirnos en 2015.

¿Ha cambiado la gente que va a sus conciertos?

Uno ve gente que va y que viene, otra que se queda. Mi público es variado.

¿Cómo le fue en su trabajo con Esteman?

Hemos hecho cosas chéveres, los dos cantamos bonito y el tono de ambos me gusta porque él es como delicado y yo no tanto.

¿Qué opina de la movida musical colombiana?

Mis favoritos son Velandia y la Tigra, Pernett, Sidestepper y Victoria Sur. La música colombiana se está interesando por sus raíces y todo lo que tenga que ver con lo tradicional me gusta.

¿Por qué retomó su trabajo con cerámica?

Llevaba un tiempo haciendo cosas de a poco y este año me comprometí y quiero echarle más tiempo y energía.

¿Qué recuerda de sus primeros conciertos?

Hay una misma intención de acercarse a la armonía, a la raíz, a lo que usted es, a su verdad y a no tener miedo de expresarlo. Eso fue desde el principio y sigue siéndolo de diferentes maneras.

¿Cómo se define?

Como un ser contradictorio que va creciendo, equivocando, amando y aprendiendo. Soy una artista y las referencias al pasado son raras para mí, porque estoy en el presente. La música me sigue moviendo la aguja.

Lanzamiento: viernes 8 de marzo, en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán.

Por Óscar Güesguán

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