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Nairo, ¡qué buena papa!

Esta vez no habló de ciclismo. Se puso la camiseta por los campesinos colombianos e invitó al país para que coma más papa, pues se han visto afectados por el cada vez menor consumo.

El Espectador
20 de noviembre de 2013 - 10:59 p. m.
Con la voz tenue y expresión serena que lo caracterizan, el ciclista boyacense Nairo Quintana se unió a la campaña ‘Ser buena papa’ para apoyar a los campesinos del país. / David Campuzano - El Espectador
Con la voz tenue y expresión serena que lo caracterizan, el ciclista boyacense Nairo Quintana se unió a la campaña ‘Ser buena papa’ para apoyar a los campesinos del país. / David Campuzano - El Espectador
Foto: DAVID CAMPUZANO 2012

Esta vez no habló de ciclismo. Se puso la camiseta por los campesinos colombianos e invitó al país para que coma más papa, pues se han visto afectados por el cada vez menor consumo. Asegura que es económica, nutritiva e incluso rompió el mito de que engorda.

¿Qué fue primero, la bicicleta o la papa?
Primero fue la papa, porque aunque cogí la bicicleta de pequeño, el alimento que nunca faltó —ni falta— en la mesa de mi casa fue la papa. Desde el vientre fue nuestro alimento.

¿Cómo prefiere comerla?
Al desayuno, el caldo de papa es sagrado.

Supongo que en el tour de Francia y en las giras extraña ese caldo...
Sí, bastante. Sí la como, pero en otras presentaciones: a la francesa, al horno o en tortillas. Nuestro caldo es muy original.

¿Su familia la cultivaba?
Claro, también maíz, arveja, pero principalmente papa, por lo que Boyacá es un gran productor.+

¿Y usted de pequeño se metía a los cultivos para ayudarle a la familia?
Sí, generalmente cuando salía del colegio me iba con mi papá para aprender y ayudarle.

¿Qué tan buena papa es Nairo?
(Risas) Lo que dice la gente es que soy muy buena papa.

Según Fedepapa, el consumo de los colombianos del tubérculo ha disminuido notoriamente, ¿eso qué implica para los campesinos y la nación?
Primero, que la economía del país, y especialmente de los campesinos, se vea afectada; dos, que de alguna manera perdamos nuestra identidad gastronómica, porque es un producto muy colombiano, y tres, que nos perdamos de comer un alimento delicioso.

¿Por cuáles otras razones cree que la gente está dejando de comerla?
Porque hay muchos mitos alrededor de ella, como que engorda.

¿Y eso qué tan alejado de la realidad está?
Mucho. Lo digo como deportista. Se sabe que si no se come de manera balanceada y no se hace ejercicio, uno puede acumular grasa, pero, aunque es un carbohidrato, tiene muchísimas menos calorías que, por ejemplo, el plátano o los cereales y es una fuente natural de proteína.

O sea que comerse al desayuno un caldo de papa puede ser más saludable y liviano que un plato de cereales?
Mucha gente acostumbra a comer los cereales al desayuno, acompañados con yogur. Y lo hacen tal vez porque es más rápido, práctico y porque nos han vendido la idea de que es más light, pero podría decir que ese desayuno engorda más.

¿Qué ha pasado con los campesinos después del paro agrario?
Se han perdido cosechas porque no las pagan bien. Esto, porque es muy caro producir y muy económico vender.

¿Y qué han hecho frente a eso?
Muchos se han tenido que ir a la ciudad a buscar otras alternativas y han abandonado sus cultivos.

¿Cómo podemos contribuir?
Primero, ser conscientes de lo que está pasando y la manera de aportar es incluyendo en el mercado diario, y ahora en la temporada navideña, la papa. Lo otro es que a través del Ministerio de Agricultura y Fedepapa se está organizando un concurso para que los niños —entre 8 y 16 años—, que viven en zonas productoras, envíen un dibujo contando lo que significa el cultivo de papa en sus familias. La información se encuentra en www.serbuenapapa.com.

Por El Espectador

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