'Nani' da la cara

Empezó imitando a cantantes como Shakira y Rocío Dúrcal y hoy recrea personajes propios como la gomela Lulú, la niña Nani y Dania en ‘Voz pópuli’ de Blu Radio.

El Espectador
17 de enero de 2014 - 04:10 p. m.
Desde Blu Radio, donde graba el programa ‘Voz pópuli’, Diana Galindo dice que lo mejor de su oficio es hacer “noticias chéveres”. / Liz Durán - El Espectador
Desde Blu Radio, donde graba el programa ‘Voz pópuli’, Diana Galindo dice que lo mejor de su oficio es hacer “noticias chéveres”. / Liz Durán - El Espectador
Foto: LIZ DURAN/EL ESPECTADOR - LIZ DURAN

¿Cómo fue su acercamiento a los medios? ¿Por qué llegó a Blu Radio?

Llegué porque estaba trabajando en un programa parecido que se llama La Escalera, con Guillermo Díaz Salamanca y el grupo Salpicón. Salí de allá y me quedé acá para hacer los primeros pilotos de Voz Pópuli.

¿Cómo define lo que se hace en ‘Voz Pópuli’?

Se trata de informar. No sólo mamamos gallo; informamos de manera diferente, de una manera entretenida. Porque todo lo que se hace aquí es de la realidad nacional e internacional. Pensamos en lo que otros no piensan y explicamos cosas que a veces la gente asume que todo el mundo sabe. Son las noticias de una manera más chévere.

A las 4:00 pm empieza la transmisión de programas con este mismo formato. ¿Cuál es la diferencia de ‘Voz Pópuli’ con respecto a los de las demás emisoras?

Muchas. Lo que más nos distingue son los titulares musicalizados. Lo otro es que tenemos imitación de personajes que existen, pero tenemos muchos personajes que son nuestros, creados aquí y nacidos aquí, como Tarsicio Maya o la oyente despistada.

¿Cómo empezó su faceta de imitadora? ¿Cómo se dio cuenta de sus dones?

Eso viene con uno. Yo quería ser cantante y me entrevistaba sola en un espejo. Empecé con imitaciones de cantantes. Imitaba a Rocío Dúrcal, Ana Gabriel y Shakira, que fue mi primer personaje fuerte. Empecé dando la hora en la radio, después dando noticias, pero afuera, mientras esperábamos que terminara el programa, yo recochaba mucho, empezaba a molestar y a burlarme de los que estaban adentro. Otro programa me descubrió; ahí hacía una niña que se llama Nani.

Usted es también libretista. ¿Cómo es esa labor?

Es hermosa y deliciosa, aunque también dura y extenuante. Hacer los personajes es muy divertido, pero la parte escrita es compleja porque hacemos un humor político muy pulido. Necesitamos estar enterados de todo, oyendo noticias desde las 5 de la mañana. Lo otro es buscar que la gente se identifique con los personajes. Se trata de observar y de escuchar lo que charla la gente. Ver que la gente se entera, pero se ríe, es hermoso.

Las personas que imitan personajes corren el riesgo de quedarse estancadas en uno. ¿Cuál es la mejor manera de ser versátil?

Hay que estar enterado. Hay cosas que funcionan en radio, hay otras que funcionan en tarima. Hay personajes que no pasan de moda, por ejemplo Betty la fea o Natalia París. Aunque ya se tienen otros personajes nuevos, por ejemplo Mariana Pajón. Lo que va saliendo se va haciendo.

Hay personajes que usted imita porque le gustan, pero ¿le imponen personajes?

Sí, la mayoría.

¿Cómo se adapta a esos personajes? ¿Ha dicho alguna vez que no?

No, nunca. Tengo que decir que ¡claro! Para mí es un don de Dios, pero ese don hay que trabajarlo. Donde trabajas hay unas necesidades.

¿Qué debe tener un imitador?

Los modismos los tengo, porque todo imitador los tiene que tener, pero hay que buscar el tono, la melodía, la voz, si tienen algún cantadito. Hay personajes que tienen algo especial que los identifica; hay otros que son muy planos.

¿A qué personajes ha renunciado?

A Marbelle. Me la pidieron una vez que estuvo en auge, la traté por todos los medios y nunca la encontré, y creo que nadie la tiene, ninguna de las imitadoras la ha logrado. Es bien difícil. Hay personajes a los que me niego, no porque no me gusten, sino porque no tienen nada especial o mi voz no da.

¿Alguna vez se vio por fuera de los medios?

Siempre quise ser cantante o actriz. Pero la vida me dio toda la vuelta. Llegué a radio, cine y televisión. Probé en televisión y no me gustó; les tengo fobia a las cámaras. No me quieren. Lo que pasa es que la radio tiene la magia de lo que te imaginas y como te lo sueñas. Yo tengo muchas personas de todas las edades, de muchos estratos, y siguen siendo yo y la gente las ama. Pero cuando hay una imagen de las cosas, no es igual. Yo tengo una Nani que es mía, como yo me la imagino acá, y cada ser humano, cada colombiano, tiene una Nani. Si yo salgo, daño todo el encanto.

Entonces, nadie la reconoce...

Diana Galindo tiene un nombre y me conocen porque hago esta labor. También me conocen como Nani, pero mi cara no la conocen y para mí eso es lindo porque me permite seguir con la magia. También me permite salir con mis hijos y comerme un helado sin que me critiquen. Eso me encanta. No soy de estar saliendo en todo lado, pero con ustedes hago la excepción (risas).


 

Por El Espectador

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