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'Quería regresar a los medios'

John Jairo Ocampo asegura que ese cargo ha sido uno de los más duros de sus 22 años como periodista y que en su nueva etapa como subdirector de la FM espera que los oyentes reciban información con mayor análisis.

El Espectador
20 de enero de 2013 - 07:54 p. m.
El periodista económico John Jairo Ocampo asegura que el presidente Juan Manuel Santos es un ‘buen jefe’. / David Campuzano - El Espectador
El periodista económico John Jairo Ocampo asegura que el presidente Juan Manuel Santos es un ‘buen jefe’. / David Campuzano - El Espectador

¿Qué tal la experiencia en la Casa de Nariño?

Es la experiencia más enriquecedora en mis 22 años como periodista. También fueron los dos años más duros.

¿Cuál fue el momento más crítico?

El 25 de diciembre de 2010 hubo un derrumbe en Nariño, donde murieron diez personas, y el presidente decidió ir. Yo no estaba acostumbrado a eso, ir a ver semejante drama, un salón comunal con los cuerpos y las familias destrozadas. Sentí mucha impotencia.

¿Y el más gratificante?

La noche en que se supo de la caída de Alfonso Cano. Estábamos en Cartagena, en la Casa de Huéspedes, y el presidente nos notificó.

¿El presidente Juan Manuel Santos es un buen jefe?

De los jefes que he tenido, es el más decente, nunca recibí un mal trato. Es una persona muy calmada y estratégica.

¿Por qué fue elegido para el cargo?

Nunca he sido amigo íntimo del presidente; lo conocí cuando él era ministro de Hacienda. Me gané un espacio y él me destacó como un buen reportero. Lo consultaba mucho para los temas de mi fuente. Seguramente, la experiencia que uno tiene y la fama de buen trabajador hicieron que me escogiera.

¿Qué dijo Santos de su labor?

En los últimos días me felicitó por la lealtad, el compromiso con el trabajo y porque no filtraba información. Yo nunca beneficié a nadie con una “chiva”, porque también fui reportero y sé que dar ese beneficio a una persona en contra de otra no es justo.

¿Fue más duro de lo que se imaginó?

Sí, claro. Hay que estar conectado los siete días de la semana, las 24 horas, porque las exigencias del Gobierno son altas. Si me iba a una “rumbita” y me levantaba un domingo más tarde de las 8 ya me sentía “chiviado”. Me angustiaba que me llamara el presidente a preguntarme lo que salía en un periódico regional o una columna de opinión, y no saber. Una situación muy aburridora.

¿Qué quedó pendiente?

El desarrollo de un gran proyecto de televisión que está a mitad de camino. La Presidencia de la República va tener el más moderno sistema de producción de televisión en América Latina, porque cuando yo llegué todavía existían equipos con placas de Inravisión, una empresa que se liquidó hace más de doce años.

¿Por qué decidió encargarse de la subdirección de la FM?

Desde que salí de los medios siempre supe que iba a volver y que si me ponían a escoger entre irme al exterior con un cargo diplomático o dirigir un medio, la decisión era clara: yo me quedo en Colombia dirigiendo medios.

La política tiene fama de ser corrupta. Usted, que ya estuvo de ese lado, ¿qué puede decir?

La gran mayoría de personas que están en el Gobierno y en el Estado son honradas y están trabajando por un mejor país. Seguramente habrá una minoría que sí piensa en sus intereses propios y son corruptos.

¿Cuál será su aporte en la FM?

Quiero que haya una mejor información, con más contexto, con mayor análisis para entender mejor los fenómenos. A la gente aún le faltan muchos elementos de juicio para saber qué le conviene y qué no.

¿Cómo cree que los colombianos van a recordar al presidente?

Yo creo que por el tema de la paz. Él le tiene toda la fe puesta al proceso de paz, y si se concreta sería muy positivo para Colombia.

Su maestro del periodismo.

Aída Luz Herrera, Q.E.P.D., con quien trabajé en Radionet y aprendí el sacrificio, la rigurosidad y la entrega en el tema periodístico. Y también encontré en Mauricio Vargas a una persona que me enseñó a entender la información y hacia dónde se mueven las noticias.

El secreto mejor guardado en Presidencia.

El tema de la paz con la guerrilla de las Farc y la salud del presidente. Yo siempre pedía que eso no se fuera a filtrar, porque si se sabía algo el culpable siempre iba a ser prensa.

El mejor viaje.

El de China. La experiencia de conocer ese país fue muy interesante.

El peor.

Davos (Suiza). Era muy frío, se me perdió el iPad, el presidente decidió adelantar el regreso, casi no dormimos.

Por El Espectador

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