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En octubre reemplazó a Mónika Wagenberg en la dirección del Festival de Cine de Cartagena. ¿Con qué sorpresa se encontró?
Desde hace mucho tiempo conozco el Festival desde adentro y creo que la mayor sorpresa fue tener la oportunidad de ver más cosas y encontrar un cine colombiano muy saludable, poderoso, vital y sobre todo diverso.
¿A qué se refiere con un cine colombiano saludable?
A un cine que tiene posibilidades en muchos ámbitos y conecta con el público, tiene un gran nivel técnico y narrativo. Además, ya tiene una proyección internacional.
El cine chileno tuvo una gran aceptación en la reciente Berlinale. ¿Cree que Colombia puede llegar a ese punto?
Sí, porque estamos en un nivel similar. En la Berlinale también había una película colombiana, lo que demuestra que en los últimos diez años nos hemos posicionado más a nivel internacional.
¿Cuál es el toque especial que le dará a la edición 55 del Ficci?
No sé, creo que es una respuesta que la gente tendrá después del 17 de marzo. Por ahora siento que es el espíritu y direccionamiento del Festival el que hace que el programa corresponda a una intención de innovación, de mirar el lenguaje cinematográfico más allá.
¿En qué consiste el homenaje a Gabriel García Márquez de este año?
Buscamos películas que hayan marcado su gusto cinematográfico, le dedicaremos la retrospectiva “Gabo, las películas de mi vida”. Además, tendremos la fortuna de cerrar el Festival con una película, Last days in the desert, de su hijo Rodrigo García.
¿Cómo es el detrás de cámaras de estos siete días de Festival?
Es un poco dramático, porque queremos que el esfuerzo de todo el año se vea, pero en medio de todo es muy feliz, las personas que trabajamos aquí adoramos el Festival y somos como una familia, no nos importan los esfuerzos con tal de sacar adelante este sueño.
¿Por qué cambió la ingeniería química por el cine?
Cuando tenía 16 o 17 años no sabía qué hacer con mi vida, entré a ingeniería porque como me iba bien en matemáticas y química en el colegio, creía que me iría bien, pero desde siempre he sentido amor por el cine y la música.
Como productora, ¿cuál es la diferencia entre un hombre y una mujer en el momento de hacer una película?
Creo que las mujeres tienden a ser un poco más compasivas con sus personajes y exploran otros lados de la sensibilidad, y los hombres no son tan cercanos a esto. Sin embargo, algunos también se han animado a hacer cosas muy femeninas.
¿Cuál es su límite en el momento de producir?
No haría una película que vulnere mis principios éticos, las películas que hago es porque me gustan, no son un negocio y no tienen que ver con eso.
Además del cine, ¿qué otro arte sigue con entusiasmo?
La música. Tengo épocas en las que puedo escuchar un mismo tema o disco durante un mes, porque lo ligo con recuerdos o cosas que quiero en ese momento.
¿Qué escucha por estos días?
Un poco de salsa para estar contenta.