Empezó en el modelaje a los 16 años por unas fotos que se mandó tomar. ¿Cómo fue eso?
Para mi cumpleaños le pedí a mi mamá un estudio fotográfico y escogimos el mejor fotógrafo de la época. Él me llevó a una agencia de modelaje y desde ahí siempre trabajamos juntos. Empecé en Colombiamoda. Hice muchas campañas, catálogos y fotos para diferentes revistas. Era por estos medios por los que una modelo se daba a conocer y era muy importante estar en ellos.
¿Qué fue lo más grande que hizo como modelo?
Creo que todo fue importante, porque de todo se aprende. Tanto de los diseñadores nacionales como internacionales tienen su estilo y su forma de hacer las cosas. Obviamente haber salido tres años consecutivos en revistas me ayudó mucho, porque conocí muchas pasarelas del mundo y eso también fue importante para Colombia en el mundo de la moda, porque en ese momento llegaron al país diseñadores de gran talla que antes no venían.
¿Qué le dejó para su vida esa etapa?
Todo. Viajé, compartí con muchas personas y aprendí mucho de todo lo que pasa detrás de un desfile. Ir a una audición en Nueva York a donde van 250 modelos son cosas que uno no vive aquí y han sido experiencias muy buenas.
Que fue lo más difícil del modelaje?
Hubo momentos difíciles en cuanto a audiciones muy largas o esperas eternas. Cuando uno se iba de trabajo a Nueva York, a Miami o a países donde te tocaba ir dos veces y no te escogían, pensaba en que podría haber utilizado ese tiempo en otra cosa. A veces uno se preguntaba ´que hace uno modelando, pero era lo que quería en ese momento y si me escogían todo era felicidad y una motivación más para continuar.
¿Cómo ve el modelaje hoy?
Creo que nosotras ayudamos a abrir las puertas a muchas niñas que ahora están en ese circuito, porque antes eso no se veía. Antes las modelos nacían acá, se quedaban acá y no pasaba nada más. Creo que el tema de las comunicaciones ha avanzado tanto que todo es más fácil y te pueden contactar por correo electrónico, pero creo que mi generación ayudó a crecer el tema de la moda en cuanto a que los diseñadores vinieran y que asimismo fueran.
¿En qué momento decidió dedicarse al diseño de interiores?
Nunca tuve ese momento, siempre hice las dos cosas. Mis hermanas me colaboraron en la tienda mientras viajaba y fue así que me di cuenta de que me gustaba el tema de la decoración, porque siempre quería traer cosas para mi casa y andaba con lámparas de arriba para abajo. En realidad paré cuando tuve a mis hijos y pensé en dedicarles más tiempo.
¿Cuál es su principal inspiración para crear?
Con Romanza comencé a tener un poco de sensibilidad con las cosas que la gente quería y buscaba. Hay tendencias de la moda que he seguido, hubo un momento minimalista y ahora para mí el tema de la naturaleza es muy importante.
Hay algo particular que siempre esté en sus diseños?
Llevo años haciendo pájaros, es un tema que me gusta mucho y que la gente lo recibe con muchas ganas. Los colores de las flores y las mariposas son muy llamativas y así lo hago ver en las cajas que hice para los Familia.
¿Qué diseñadores la inspiran?
Me gusta mucho cómo Jonathan Adler maneja el dorado, no me gustan las cosas muy simples, sino las cosas recatadas. Hay otros que manejan muy bien el tema de exteriores y me encantan. Mi inspiración también depende de las necesidades que la gente va buscando.
¿Cuál ha sido el cambio de modelo a empresaria y mamá?
El tiempo ha pasado y ahora tengo otras prioridades en mi vida, que es estar más tiempo con mis hijos. Siempre pensé en que cuando los tuviera les iba a dedicar tiempo y así lo hago ahora. Trabajo menos en la tienda y ahora con mi línea de decoración no le dedico tanto tiempo como antes.
¿Ellos la acompañan en su trabajo?
Totalmente. Antonio y Luis identifican lo mío de lejos, incluso opinan. Tienen esa sensibilidad y eso me encanta.
¿Sigue alguna rutina de las que hacía cuando modelaba?
Ahora solo hago una hora de ejercicio diario. Creo que también uno va mostrando lo que tiene adentro y si uno es feliz y vive contento, todo eso se refleja.