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Un arquitecto del sonido

El músico inglés Alan Parsons, quien trabajó con Pink Floyd y The Beatles, mostrará en el Festival Internacional de Música de la capital antioqueña una fusión de música clásica y rock progresivo.

El Espectador
29 de agosto de 2013 - 10:00 p. m.
Alan Parsons.
Alan Parsons.
Foto: NOTIMEX - LUIS FERNANDO MORENO

¿Cómo recuerda el trabajo con Pink Floyd?

Ya me han hecho esa pregunta bastantes veces en cuarenta años (ríe). Me sentí muy afortunado y feliz. Fue muy importante para mi carrera. Si no lo hubiera hecho, quizá sería muy diferente. Ya habíamos hecho juntos una grabación antes (‘Atom Heart Mother’) y quisimos trabajar en una más.

Cuando lo invitaron para producir un nuevo álbum, ¿por qué no aceptó?

Rechacé la oferta porque iba a encargarme de la producción de otros artistas, Pilot y John Miles, que me ofrecieron un trabajo de tiempo completo. Aunque me arrepiento de no trabajar con ellos (Pink Floyd) de nuevo, no aceptar la oferta fue mi decisión.

¿Y del trabajo con The Beatles en sus dos últimos álbumes?

Mi trabajo allí estuvo específicamente orientado a la ingeniería de sonido.

¿Qué diferencias encontró entre el trabajo de cada uno de ellos?

Como decimos aquí, eran como ‘chalk and cheese’ (“como agua y aceite”). Dos grupos muy diferentes. La única similitud es que ambos buscaban experimentar y explotar la tecnología al máximo.

Trabajó en ‘Let it Be’ con The Beatles. ¿Cómo percibió la relación entre ellos: era amistosa o tal vez había muchas diferencias?

En el momento en que lo grabamos, creo que había frustraciones entre ellos. No vi ninguna pelea. Estaban algo descontentos. No querían hacer lo que estaban haciendo. Paul (McCartney) estaba tratando de motivar a la banda para que hicieran un álbum en vivo, pero los demás no querían.

En 1976 decidió crear The Alan Parsons Project. ¿No tuvo dificultades por no contar con un equipo fijo de trabajo?

Teníamos la ventaja de tener parte de la alineación de Pilot para el primer álbum. Pero en esa alineación siempre escogíamos diferentes personas para cada lugar, no teníamos el mismo cantante nunca, etc. Y eso permitía tener diferentes estilos.

Su música ha tenido influencias literarias de la obra de autores como Edgar Allan Poe e Isaac Asimov. ¿Por qué le llamaron la atención?

Le doy el crédito a Eric Woolfson, quien trajo la idea de basarse en Edgar Allan Poe y ‘Yo, robot’ (obra de Isaac Asimov). Son dos tipos de escritores muy diferentes.

Poe es un clásico poderoso, muy macabro. Era un escritor oscuro y el álbum era oscuro. ‘Yo, robot’ no era el soporte del álbum, pero le daba algo de su filosofía.

Probablemente de haber tenido el permiso de Asimov habríamos adaptado la historia a nuestra música. Lo hicimos de manera implícita. No seguimos la historia. La filosofía de Asimov era que los robots nunca tendrían permitido herir a los humanos. La nuestra era que, poco a poco, se volverían inteligentes y sobrepasarían a los seres humanos.

La presentación de mañana en Medellín tendrá una mezcla de rock progresivo y música clásica. ¿Qué resulta de esta fusión?

Considero que es lo que hacemos, y lo que haremos este sábado con la orquesta. Estoy muy emocionado, nunca he tocado con una orquesta. Por lo general sería imposible hacerlo porque es financieramente inviable.

¿Qué planes tiene a futuro con su proyecto musical?

Uno de los problemas de ser un músico de rock clásico es que nadie compra tus nuevas producciones. Todos quieren lo viejo, material de entre 1976 y 1979. Eso está bien (ríe). Lanzaremos un disco doble en vivo. En septiembre saldrá también un nuevo álbum doble, con ‘bonus tracks’, y una reedición de ‘I Robot’ , por los 35 años de su primer lanzamiento. Tengo un sencillo que se lanzará pronto, pero ningún plan para un nuevo álbum. La gente escucha hoy una canción, no diez.

Por El Espectador

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