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"No soy un masoquista de la Política"

El aspirante del Polo a la alcaldía de Bogotá, Aurelio Suárez, es el más solitario de los candidatos en materia de presencia en las encuestas y los medios.

Cecilia Orozco Tascón/Especial para El Espectador
02 de octubre de 2011 - 02:00 a. m.

A pesar de que se le reconoce como uno de los mejores participantes de la campaña. Habla sin pelos en la lengua de la cuenta de cobro que le están pasando por culpa de la administración Moreno.


Cecilia Orozco Tascón.- Le tocó la tragedia de ser el candidato del Polo en el peor momento histórico de su partido ¿Cómo enfrenta política y emocionalmente esta situación?


Aurelio Suárez Montoya.- Políticamente no es tragedia. Éste es un encargo que como militante de varias décadas en la izquierda asumo con entereza. O ¿solo estamos para cuando todo esté color de rosa? Así la vida sería un fandango. Aquí apenas ha sido fácil para quienes se han alimentado de las mieles del poder nacional por siglos. Emocionalmente no me ha afectado porque estoy muy curtido en la vida. Tanto propios como extraños pueden dar fe del aplomo que he tenido en la campaña en donde tenemos un lema: nunca decir una mentira; si no se sabe algo, decir “no sé” y nunca alterarse.


C.O.T.- ¿Por qué aceptó ser candidato en condiciones tan desfavorables?


A.S.M.- Porque tengo el respaldo de un partido. Yo no reuní 200 amigos en un salón en el centro de Bogotá y les dije “quiero ser alcalde”. Este es un partido con tres representantes a la Cámara por Bogotá: Iván Cepeda, Germán Navas y Alba Luz Pinilla; cerca de 10 escaños en el Concejo, más de 50 ediles y 20 coordinadoras locales. Además tiene un gran aparato político, muchas organizaciones sociales y sindicales, una lista al Concejo con muchos y muy fuertes renglones y 180 aspirantes a las juntas locales. Por si fuera poco, cuenta con prestigio en muchos sectores por sus políticas sociales y si bien todo el mundo sabe de las circunstancias que rodean el caso de Samuel Moreno, el balance es mucho más positivo que negativo. Agréguele lo de Clara. En definitiva, no soy un masoquista de la política que deba inspirar compasión.


C.O.T.- ¿Qué responde cuando le piden decir un mea culpa partidista por la administración de Samuel Moreno?


A.S.M.- A mí no me pueden pedir un mea culpa porque no tengo responsabilidad personal por los hechos de la administración. El partido tiene una responsabilidad colectiva que ya ha expresado por distintos canales.


C.O.T.- Mucha gente opina que al Polo le faltó autocrítica y “pellizcarse” en materia de denuncias ¿Le atribuye a estos hechos el 1% de intención de voto en las encuestas?


A.S.M.- Las declaraciones que ha dado el Polo muestran que las contradicciones con Samuel Moreno fueron discutidas en su momento. Por ejemplo, en febrero se hizo explícita la decisión de someter a todos sus militantes al examen de los organismos competentes. Y en otros campos, varias veces aprobamos resoluciones contra la privatización de la ETB que la administración Moreno estaba promoviendo. O, por ejemplo, también discutimos que él no estaba gobernando con el partido. Una cosa es que las contradicciones se hayan ventilado y otra que por las contradicciones hubiera que llegar a un rompimiento. Ese rompimiento lo hicieron quienes tenían una agenda personal y no colectiva.


C.O.T.- ¿Piensa que Petro, a quien usted se refiere en la última parte de su respuesta, ha debido denunciar a Moreno pero permanecer en el Polo?


A.S.M.- Pienso que si hubiera tenido una agenda colectiva, habría actuado así.


C.O.T.- Si usted llegara a la alcaldía y encontrara evidencias de actos o decisiones del reciente pasado que no le parecieran transparentes que haría: ¿Los denunciaría públicamente? ¿Los denunciaría ante las autoridades judiciales pero no lo informaría a la opinión? O ¿los echaría para atrás silenciosamente?


A.S.M.- Actuaré de conformidad con las leyes y siempre con la incuestionable y reconocida conducta de defender los intereses de la población, de Bogotá y de Colombia. Ratifico que la izquierda es incompatible con la corrupción y el dolo. Los funcionarios deberán ser y parecer honestos y no debe haber sombra de duda sobre nadie.


C.O.T.- Además de actuar conforme a la ley, insisto: ¿denunciaría públicamente los casos de corrupción o no?


A.S.M.- Me he caracterizado por denunciar públicamente lo que he encontrado mal. Usted sabe y si no le cuento, que yo fui casi el primero que denuncié a los Nule en mis comentarios de prensa y también a Alma Mater. En una de mis columnas describí cómo los Nule y los Ríos Velilla se tomaron las empresas de servicios domiciliarios y los contratos públicos como fuente de liquidez para esos grupos. De la misma manera denuncié a las 12 familias dueñas de Transmilenio y lo que ha pasado con la Empresa de Energía en Bogotá. Y podría seguir con una lista casi interminable.


C.O.T.- ¿En qué fecha y en qué medio denunció las prácticas los Nule?


A.S.M.- En mayo de 2008, en el periódico La Tarde. (http://colombia.indymedia.org/news/2008/05/86996_comment.php)


C.O.T.- Algunos medios han resaltado sus calidades profesionales pero ¿calculó que la crisis de imagen del partido iba a afectar tanto su candidatura?


A.S.M.- Mientras los demás candidatos llevan años en campaña, yo llevo 60 días, y era una persona conocida solo en espacios muy específicos de Bogotá. Se sabe que en las candidaturas ser conocido tiene gran importancia pero en un plazo muy corto hemos superado todas las expectativas y faltan 30 días, que en el esquema de mi campaña es bastante tiempo. Con decirle que apenas vamos a empezar a responder con propaganda a la pregunta de ¿quién es Aurelio? Una de las personas que entrega encuestas cada diez días, escribió que esto se define en los últimos 100 metros. Entonces uno se pregunta ¿Qué persiguen haciendo sondeos cada ocho días? Si no es inoficioso, es pernicioso.


C.O.T.- Permítame repito en el porcentaje que se le asigna: 1%. Este significaría una votación muy baja ¿Cuáles son sus cálculos respecto de los 900 mil votos que logró conseguir el Polo hace cuatro años?


A.S.M.- Estoy seguro de que mi resultado final será muy diferente a la cifra que usted cita ¿O cree que el Polo va a sacar 20 mil votos en Bogotá? No se debe permitir que las encuestas se conviertan en instrumento de manipulación, porque de lo que se trata es de elegir al alcalde de Bogotá. Soy ingeniero industrial y tomé cursos de estadística y hasta de modelos estocásticos (relativos al azar). Podría escribir un trabajo serio sobre las enormes deficiencias técnicas de estos sondeos telefónicos, para no hablar de las recientes denuncias que involucran a una de estas firmas. ¿No fueron las mismas que dijeron que Mockus le ganaba a Santos?


C.O.T.- Por más que no sean exactas, las encuestas no se equivocan tan radicalmente…


A.S.M.- El Polo es fuerza importante y mi propuesta es la única de la izquierda democrática en una ciudad donde hay mucho voto ilustrado que vota por convicciones y que estoy seguro me respaldará a la hora de la decisión definitiva. Alguien dijo: “un pueblo desinformado vota por pasiones”, aplicable a ahora cuando Bogotá está definiendo, según dichas pesquisas, a quien odia menos. A propósito: ¿se puede imaginar el futuro de un alcalde cuya elección se dé por ser el menos desfavorable? Lo ideal es que se vote por razones, para no hablar de la estupidez del “voto útil”.


C.O.T.- ¿Por qué le parece “estúpido” el voto útil? Y ¿qué opina del voto en contra, una costumbre muy colombiana: se vota para que otro no gane?


A.S.M.- Generalmente detrás del voto útil hay intereses distintos a los generales porque ese tipo de voto se promueve en focos que tienen intenciones premeditadas ¿Cree que lo grandes poderes de los negocios en Bogotá están cruzados de brazos en esta campaña por la alcaldía? Me llama la atención que un candidato, de manera abierta, reconozca la influencia de grupos financieros y urbanizadores en su campaña; o que otro ponga como ejemplo del banco que piensa hacer, a uno de los bancos comerciales más importantes del país.


C.O.T.- ¿A quiénes se refiere? ¿A Peñalosa en el primer caso y a Petro en el segundo?


A.S.M.- Sí. Los he oído haciendo esas afirmaciones en distintos foros. Y está grabado por si alguien lo quiere constatar.


C.O.T.- ¿Cuál es la actitud de la gente en los encuentros con usted: le recriminan el escándalo Moreno, la actitud del Polo o ambas cosas?


A.S.M.- En la calle la regla general es de respeto. Lo que he sentido es un gran respaldo. Si las encuestas se hicieran entre las personas con las que me encuentro, sería el más, o uno de los más respaldados para ser alcalde. Esto ocurre porque la ciudadanía es capaz de distinguir entre unas situaciones y otras y es conocida la pulcritud de mi trayectoria, así como se sabe que el Polo tiene una posición de principios en contra de cualquier acto de corrupción pero que también defiende el debido proceso, un principio democrático irrenunciable.


C.O.T.- ¿Una alcaldía de Petro, que cuenta aparentemente con el favor mayoritario, significaría el entierro político del Polo?


A.S.M.- Ya anoté que con las diferencias que se registran, las valoraciones tan negativas que tienen algunos candidatos y los márgenes de error en las encuestas del orden del 5%, muchas cosas pueden pasar. En cuanto al margen de error, éste se volvió la variable principal, tanto que en mi caso, según la cifra citada, yo tendría entre el +6% y el -4%. Pero en todo caso nada acabará con el Polo porque estratégicamente no dependemos de un resultado electoral. Esos son delirios que se inspiran en la aversión que los retardatarios sienten por quienes representamos la idea de un cambio profundo del régimen que padece Colombia.


C.O.T.- En las toldas petristas se dice que el Polo va a votar allá y no acá ¿Cuánta deserción espera usted?


A.S.M.- En política se dicen muchas cosas. El 30 de octubre el Polo estará conmigo y con nuestros candidatos. Y a los pocos que se fueron, los reemplazarán nuevos adherentes. Entre otras cosas porque entre los polistas cada vez está más claro que el Polo es mucho más que cualquier persona y que mi candidatura es la única que defiende los avances sociales de las alcaldías del Polo en Bogotá y que se opone al control que doce familias y cuatro trasnacionales ejercen sobre la vida de los capitalinos.


C.O.T.- ¿Sus diferencias políticas con Petro son de forma o de fondo y cuáles son las que piensa que son insalvables?


A.S.M.- Son de fondo. En este mismo periódico Petro dijo que yo estaba “confundido” porque ejercía en la campaña oposición a Santos y que ése no era el papel del alcalde de Bogotá. Si uno mira indicadores como el déficit de la balanza de pagos de Colombia en 2010, se asusta de lo que pueda venir para el país y la ciudad. ¿Quién está más “confundido”: el que previene a la sociedad sobre los descalabros que se aproximan y traza un programa de amortiguamiento o el que dice que basta con “buscarle la comba al palo” con ocurrencias que no confrontan las políticas negativas? La distancia entre nosotros es tal, que él se identifica con Mockus y le propuso acuerdo a Gina. Pero también es de estilo: descreo de quien prejuzga a todo el mundo, al punto que quien lo contradice es porque está a favor del malhadado “carrusel”. Me hace acordarme de uno que aplicaba la misma regla con respecto a los “terroristas”.


C.O.T.- Supongo que se refiere a Uribe pero ¿también al mismo Petro que ha dicho que el Polo no se desmarcó lo suficiente de las FARC?


A.S.M.- Por supuesto a Uribe y también a Petro. Sin duda, en las afirmaciones de Petro contra el llamado “carrusel” hay una carga bastante grande de descalificación de todo el Polo.


C.O.T.- Independientemente de que no trance su ideología ¿Con cuál de los candidatos ha sentido mayor afinidad o simpatía personal?


A.S.M.- No ha habido tiempo ni oportunidad que permitan entablar una relación personal pero con todos hay cordialidad y buen trato.


C.O.T.- ¿Incluyendo a Petro o ustedes dos se evitan?


A.S.M.- Mi experiencia de vida me ha llevado a saber que las contradicciones de tipo político no deben extenderse al campo personal.


C.O.T.- Clara López está haciendo una buena tarea pero no parece que el reconocimiento de la ciudadanía a ella, haya llegado a la campaña ¿Por qué sucede este divorcio?


A.S.M.- Yo le pongo 4,8 a la alcaldía actual porque nadie es perfecto. Aunque muchos poderes se esfuercen en desconectar a Clara López de la obra del Polo, el reconocimiento a la buena labor de ella sí le está llegando a la campaña, entre otras cosas porque es una demostración irrefutable de las capacidades que existen en la dirección polista. No veo por qué insistir en que la campaña ya terminó cuando es evidente que no es así.


C.O.T.- Su programa tiene puntos diametralmente opuestos a los de los demás ¿Se siente solo en su lado y ve a todos los demás candidatos en el otro lado?


A.S.M.- Sin duda yo rompo el unanimismo en la mesa de debates. Pregunte y verá: seré el único que no construiré ni una avenida privatizada o en concesión; o que plantea la rebaja de la tarifa de Transmilenio para todos los pasajeros, sin excepción. Soy el único que propone el agua como un derecho fundamental, no sólo para dos estratos; que dice que le llegó la hora a Endesa - que controla la gestión de Codensa - de dejar de ordeñar al Distrito con el alumbrado y a los usuarios con las tarifas; el único que no construirá más “megavías”, sino que ampliará las existentes. Pero lo que más me sorprendió es que fui el único que el día de su inscripción registró un programa específico para combatir la corrupción.


C.O.T.- ¿No le da temor de que, con estas propuestas tan radicales a los ojos de los economistas tradicionales, se espanten los votantes en vez de que se le acerquen?


A.S.M.- Ése es el precio de defender los principios y si lo tengo que pagar, lo pago con gusto. No soy de los que se acomoda o busca vistos buenos para conseguir votos.


C.O.T.- Si usted fuera el alcalde ¿cuál sería el eje en que se movería la ciudad?


A.S.M.- Bogotá es la tercera ciudad más desigual de Colombia y Colombia es el sexto país más desigual del mundo. El problema social es el principal y a él hay que dedicar de nuevo los esfuerzos. Si bien en política social los dos últimos gobiernos gastaron un 60% más que los tres que los antecedieron, hay que aumentar por lo menos 1,5 billones más anualmente, sin contar el plan de vivienda. Es un salto adelante que: 1. Aspira a concretar, por fin, la plena gratuidad de la educación, desde preescolar hasta grado 11, con alimentos, textos y uniformes como en Brasil. 2. Busca continuar con los programas de atención primaria en salud. 3. Amplia un 40% los comedores comunitarios administrados por organizaciones locales sociales, las mismas que serán los eslabones de programas de empleo público para 30 mil personas. 4. Propone 108 mil soluciones dignas de vivienda. Esa política social debe acompañarse de una reversión de los aspectos más dañinos de las privatizaciones en los servicios públicos y el transporte. Por lo primero, seré el alcalde de los derechos y, por lo segundo, el de los usuarios.


C.O.T.- La alianzas entre los demás candidatos y partidos está moviendo el mapa político ¿Hay alguna probabilidad de que usted se una a otra campaña y a otro candidato o eso está descartado?


A.S.M.- No existe ni la más remota posibilidad. Vamos hasta el final pero no por sectarismo o porque piense que no pueden hacerse acuerdos sino porque nuestra propuesta no es intercambiable con ninguna de las otras como si ocurre entre las de todos ellos, según lo han reconocido, pues yo represento al único partido que se opone al gobierno de Santos. Y esto, para el caso de la alcaldía de Bogotá, también significa que soy el único candidato cuyas propuestas no se inspiran en las concepciones neoliberales que tanto daño le han hecho a la ciudad. El Polo no pacta por consideraciones burocráticas. 

Por Cecilia Orozco Tascón/Especial para El Espectador

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