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Cómo alimentarse saludablemente sin que sea una obsesión

El autocuidado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la capacidad de individuos, familias y comunidades para promover y mantener la salud, prevenir y tratar enfermedades o discapacidades con o sin el apoyo de un proveedor de atención médica.

13 de agosto de 2023 - 02:00 p. m.
Cómo alimentarse saludablemente sin que sea una obsesión
Cómo alimentarse saludablemente sin que sea una obsesión
Foto: Pixabay

En varias ocasiones, el estado emocional y mental juega un papel muy importante, y si se altera, puede afectar la rutina de ejercicios, el desarrollo de relaciones sociales saludables y la alimentación, pudiendo llegar a presentarse excesos o carencias de nutrientes.

“No tener un autocuidado correcto puede llevar a la persona a presentar depresión, ansiedad, tristeza, apatía o enojo excesivo, entre otras consecuencias. Tener estos cuidados y empezar a aplicarlos paulatinamente puede ayudar a encontrar un equilibrio que contribuya a un estilo de vida más activo y saludable”, afirma Clara Valderrama, integrante del Consejo Consultor de Dietistas de Herbalife.

Entre las actividades más recomendadas para tener una buena salud física y emocional está la alimentación equilibrada, que incluya todos los nutrientes. Se recomienda cuidar especialmente el consumo de algunos de ellos por su relación con la salud del cerebro, como los ácidos grasos omega 3, y por su impacto positivo en la función cognitiva normal, como los minerales zinc, hierro y yodo. Además, el magnesio y algunas vitaminas del grupo B como la vitamina B6 (piridoxina) contribuyen al funcionamiento normal del sistema nervioso, entre otros nutrientes. El ácido fólico también es importante, pues apoya la función psicológica normal.

De igual manera, hacer ejercicio, estableciendo metas a corto y mediano plazo, resulta muy positivo para la salud mental, la función cognitiva y el bienestar emocional. Pero así como sus beneficios son muy necesarios, en ocasiones también pueden convertirse en una obsesión. Por lo que siempre es importante estar bien informados y conocer los límites que se deben tener, pues, de acuerdo con la experta, cuando hay exceso de información se pueden encontrar datos o recomendaciones que no son ciertos y pueden afectar la salud.

“En consecuencia, algunas personas pueden padecer ortorexia, que se puede definir como una obsesión por la nutrición sana y adecuada. En estos casos la alimentación se convierte es preocupación en todo momento y puede ocasionar déficits nutricionales por no hacer una adecuada selección de nutrientes y lo que esto conlleva en el funcionamiento del cuerpo. Cuando este tema se convierte en el único objetivo y esto genera cambios en el estilo de vida, que no están acordes a las características y necesidades individuales, o cuando no se maneja la información adecuada y se cometen errores en esa ‘buena alimentación o hábitos saludables’, se puede convertir en una adicción”, explica Valderrama.

Y detalla que si bien es importante mantener buenos hábitos, muchas veces la alimentación sana, el estilo de vida, imponerse prohibiciones o programar detalladamente las comidas “se convierte en una prioridad para poder sentirse seguros, y se aíslan de familia, amigos y entorno laboral, además quieren que todos hagan lo mismo que ellos”.

Consejos para que la alimentación no se convierta en una adicción

Informarse de manera profesional acerca de las necesidades individuales de energía y nutrientes para así hacer una correcta selección de alimentos, evitar los excesos y ser conscientes de la alimentación que se consume, y disfrutar lo que se come y la actividad que se realiza de manera consciente son pilares para no caer en círculos viciosos. Pero para saber si usted presenta una obsesión por la buena alimentación, Clara Valderrama, integrante del Consejo Consultor de Dietistas de Herbalife, recomienda estar atento a las siguientes señales:

  1. Preocupación excesiva por la calidad de lo que se come más que por el placer y la necesidad de comer.
  2. Aumento en la calidad de la dieta mientras disminuye la calidad de vida, porque ya no buscan placer al comer.
  3. Planificar con mucho tiempo las comidas.
  4. Sensación de superioridad con respecto a otros que no actúan de la misma manera.
  5. Culpabilidad cuando no siguen la dieta.

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