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‘La innovación es calidad de vida’

Tristemente, Colombia es uno de los países con mayor número de amputados por minas antipersonal. Desde hace cinco años se han logrado grandes avances en tecnología para la recuperación de estas personas, al punto que el Hospital Militar cuenta hoy con talleres y laboratorios de punta para la adecuación de prótesis.

Santiago Martínez Hernández
28 de marzo de 2015 - 03:49 a. m.
/ Fotos: Gustavo Torrijos
/ Fotos: Gustavo Torrijos

“Desde hace cinco años, el propósito de innovar es darles una mejor calidad de vida a los soldados, mejorar la tecnología. Lo más caro y de última tecnología no es siempre lo mejor para un paciente”. En estas palabras el coronel Héctor Manuel Orjuela, coordinador del Servicio de Amputados y Prótesis del Hospital Militar, resumió que Colombia es uno de los líderes en el mundo en el tema de desarrollo de prótesis; que la calidad humana nos permite estar a la vanguardia de los mejores laboratorios; y que el país es visto por potencias como Estados Unidos, Francia, España y Alemania como el de mayor experticia en la rehabilitación y entrenamiento del paciente amputado.

Tristemente Colombia está entre los tres primeros países con el mayor número de víctimas de minas antipersonal. Sin embargo, el coronel Orjuela explicó que esta adversidad se ha convertido en el motivo y motor principal para que hoy en día el Hospital Militar tenga gimnasio, laboratorios y talleres de punta para la adecuación de prótesis y construcción de sockets, es decir, el receptáculo donde encaja el muñón —parte de la extremidad que queda luego de la amputación—. “Les ganamos a los gringos y alemanes por la cantidad de pacientes”, aseguró jocosamente el oficial.

La trasformación principal en Colombia se inició en 2009. En esa época tan solo se destinaban $600 millones del presupuesto del Ministerio de Defensa. Pero la mentalidad ha cambiado y hoy en día se tienen asegurados $6.000 millones para seguir evolucionando. Tanto así que el Hospital Militar y el Sena crearon el primer curso de desarrollo tecnológico de prótesis y ortesis en el país hace dos años. Son 18 miembros de las Fuerzas Armadas —12 del Ejército, cuatro de la Armada y dos de la Policía—. Igualmente se han buscado alianzas estratégicas, al punto que se trabaja de la mano con las Fuerzas Militares de Estados Unidos y el laboratorio alemán OttoBock, que domina el 70% del mercado mundial de prótesis.

En Colombia aún no existe la tecnología para desarrollar algunos elementos de la prótesis, por lo que se traen del exterior. El coronel Orjuela dice que la gran ventaja del Hospital Militar es que en el país están los tres ortopedistas que más tienen experiencia en el mundo en temas de amputación. Todos los días operan pacientes —al mes llegan 150 nuevas víctimas— y elaboran entre 300 y 400 prótesis mensualmente para los más de 6.000 pacientes que tienen en este momento. “Un paciente que es amputado se convierte en un paciente de por vida, porque la prótesis se renueva en promedio cada tres años y un socket tiene un promedio de vida de un año”, puntualizó el oficial.

“Acá todos somos cirujanos y rehabilitadores. Es un servicio integral, desde que el paciente llega a urgencias, lo operamos, lo rehabilitamos y no lo soltamos hasta que camina. Contrario a lo que sucede en otras partes, porque unos operan, otros rehabilitan, otros ponen las prótesis”, señaló Orjuela. Hace 40 años, dos sargentos viajaron a EE.UU. a estudiar. Al regresar capacitaron a unos civiles que, a pesar de no ser profesionales, ya tienen 20 años de experiencia en el oficio. Era tal la necesidad de desarrollo que dos médicos fueron enviados a especializarse a Norteamérica en prótesis y ortesis. Cuando volvieron, lograron posicionar al país y transmitir los conocimientos que, gracias al volumen de pacientes, fueron llevados a la práctica en tiempo récord.

“Siempre pensamos en los avances tecnológicos. Observamos cuáles benefician a nuestros pacientes y los incorporamos. Primero pasamos de las prótesis mecánicas a las hidráulicas y policéntricas. De ahí, subimos a rodillas de mediana y alta tecnología con sistemas adicionales de seguridad. Por último estamos llegando a las prótesis electrónicas, para que el paciente tenga una mayor facilidad para realizar una marcha más parecida a la de una persona que no ha sido amputada. Cambiamos los pies de madera y material plástico a los de fibra de carbono. Es un proceso progresivo y este año vamos a dar el salto a la prótesis con chips electrónicos. La gran ventaja es que da mejor calidad de vida”, manifestó Orjuela.

En el Hospital Militar son conscientes de que no todos los pacientes van a tener prótesis electrónicas, porque se perdería la inversión. Además, que los elegidos serán los que tengan el deseo de superación. Sin embargo, el coronel Orjuela advirtió que a todos los pacientes les darán los mejores materiales: sockets elaborados con fibra de carbono y resinas de alta densidad para que sean más resistentes, blandos, cómodos y livianos, y elementos protésicos resistentes al agua. 

Por Santiago Martínez Hernández

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