En un comunicado, Bush señaló que tanto él como su esposa Laura están “profundamente tristes” por los fallecidos y heridos en los atentados en la ciudad india de Bombay, entre los que al menos hay dos estadounidenses.
Bush subrayó que Estados Unidos seguirá cooperando para combatir los extremismos, que sólo causan “violencia y desesperanza”.
El presidente se encuentra en la residencia oficial de descanso en Camp David, a 100 kilómetros de Washington, donde ayer celebró con su familia el Día de Acción de Gracias.
Bush recibe informes periódicamente sobre la situación en Bombay, según el Departamento de Estado.
El jueves en conversación telefónica con el primer ministro de la India, Manmohan Singh, ofreció ayuda para restaurar el orden, proporcionar seguridad a la población y ayudar en la investigación.